Encuesta revela alto respaldo a abolición del ejército, desconfían de la desapariciónde las Patrullas de Autodefensa Civil, sostienen que prevalece la impunidad militar y que la inseguridad ciudadana es el principal problema del país.
Una mayoría de guatemaltecos, el 76,5 por ciento, favorecen la reducción o abolición del ejército de este país centroamericano, reveló una encuesta divulgada por la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, el pasado 10 de abril en Costa Rica.
La encuesta sobre "desmilitarización de la sociedad guatemalteca" fue realizada por la firma costarricense "Borge y Asociados" entre 1,200 guatemaltecos mayores de edad, en todo el pais y que incluyó consultas en las lenguas propias de los indígenas guatemaltecos.
Tras entregar una copia del informe al presidente guatemalteco Alvaro Arzú, los resultados fueron dados a conocer en San José, por el ex presidente y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, y el director del Centro para la Paz y la Reconciliación (CPR), Joaquín Tacsan.
Ambos expresaron su esperanza de que los datos codayuven al proceso de negociaciones entre el Gobierno y la guerilla de ese país, para poner fin a un conflicto de mas de 31 años.
La información aportada por el estudio servirá para "un ineludible" abordaje en los tiempos de paz que se avecinan para Guatemala respecto a "la desmilitarización del país, el nuevo rol del ejército, su viabilidad futura, su disminución o eventual disolución," señalo el estudio.
Para un 62,3 por ciento de los consultados, el ejército, actualmente de 42,000 efectivs, debe reducirse, un 14,2 por ciento afirmó que debe desaparecer, mientras un 4,7 por ciento opinó que debe seguir como está, e igual porcentaje se pronunció por un aumento. El 14,2 por ciento no respondió a la pregunta.
Para un 50,7 por ciento de los entrevistados tanto el ejército como la guerilla están involucrados, por igual, en la violación de los derechos humanos.
Según la encuesta, más de la mitad de los guatemaltecos (el 52 por ciento) consideró "demasiado" los recursos gastados por el ejército, un 10 por ciento opinó que el monto gastado "esta bien," mientras sólo un dos por ciento le pareció "bajo" el actual gasto militar, y el 35,8 por ciento no respondió la interrogante.
Una consulta sobre sobre si el ejército ha hecho algo bueno por las comunidades, fue respondido negativamente por un 76 por ciento, mientras los aspectos positivos se centraron en la construcción de caminos y puentes (un 13 por ciento) y que haya salvado al país del comunismo (un 2 por ciento).
Para un mayoritario 31,6 por ciento las masacres del ejército han sido la peor cosa mala en contra de las comunidades, en contraste con un 10 por ciento que consideró que el ejército no ha hecho ninguna cosa mala. Sin embargo, un 54,8 por ciento se abstuvo de responder la consulta.
También un mayoritario 68,8 por ciento consideró que existe la impunidad militar, mientras un 12,7 por ciento dijo estar en desacuerdo con esa afirmación, y un 13,8 por ciento se mostró un poco de acuerdo. Sólo un 4,7 por ciento no quiso responder.
La inseguridad ciudadana, cuyas principaes manifestaciones son los secuestros y la delicuencia, fue percibida como "el problema mas grave" de Guatemala (un 30 por ciento), seguido de la destrucción del país (12 por ciento), el alto costo de la vida (8 por ciento) y un poco más abajo, el difícil acceso a su comunidad (7,8 por ciento), la falta de agua potable (7,7 por ciento) y el desempleo (7,1 por ciento).
Pese a padecer esos problemas, muchos guatemaltecos no se mostraron muy dispuestos a colaborar con la solucción de los problemas del país, un 22 por ciento, mientras el 18 por ciento sí expreso intenciones de solidaridad y de participar en la solución de esos males sociales.
La encuesta también midió el grado de confianza de los guatemaltecos en sus principales instituciones, revelando que el 60 por ciento no tiene confianza alguna en los diputados, un 24 por ciento tiene muy poca confianza y el 11 por ciento tiene "algo" de confianza, y en contraste, únicamente el dos por ciento de la población manifestó tener mucha confianza en los legisladores.
Respecto a la confianza en el instituto armado, el 56 por ciento de los consultados dijo no tener ninguna confianza, un 28,3 expresó tener "muy poca" y sólo un 6,7 por ciento afirmó tener "mucha confianza en los militares." En las zonas rurales es donde más desconfianza se le tiene al ejército (nada, un 72,3 por ciento), en contraste con el mismo dato del área urbana, que reveló un 37,6 por ciento.
Un 63,5 por ciento desconocen la función del Parlamento Centroamericano (PACA), el 21 por ciento cree que ayuda poco al bienestar y el desarollo de Guatemala y le 14 por ciento que no ayuda en nada.
La mayoría de los guatemaltecos con educación con educación primaria, un 81 por ciento, desconocen el PACA, mientras que aquellos con educación universitaria consideran que ese organismo en nada ayuda al bienestar y desarrollo del país (un 58 por ciento).
Aunque se advierte que las preguntas sobre derechos humanos provocan reservas, la encuesta logró establecer que más de la mitad de los guatemaltecos (un 54 por ciento) consideró que en sus comunidades se violan muchos los derechos humanos, mientras para un 8,1 por ciento "se violan poco," en contraste con quienes señalan que en nada se violan los derechos, un 6,1 por ciento. Un 32 por ciento se negó a responder esta parte de la consulta.
Para los pobladores del antiplano y norte de Guatemala, en sus comunidades sí se violan los derechos humanos (85,6 y 82,9 por ciento, respectivamente), lo que coincide con la concentración geográfica del conflicto armado, que tiene a esas zonas como las principales afectadas.
El informe reveló que el ejército es la institución que más viola los derechos humanos (84,5 por ciento), seguido muy de cerca de la Policía Nacional (83,6 por ciento), las Patrullas de Autodefensa Civil (55 por ciento), la guerilla (36,4 por ciento) y el Gobierno, con un 22 por ciento.
La existencia de "escuadrones de la muerte" es señalada como la principal violación de los derechos humanos (25 por ciento), mientras en el segundo lugar los guatemaltecos ubicaron el conflicto armado (19 por ciento) y secuestro en el tercer lugar (17 por ciento). En el cuarto lugar se ubicó la discriminación racial, siendo las regiones del altiplano, metropolitana y sur, donde más se señalo este tipo de violación de derechos,.
Una mayoría de consultados (50,7 por ciento) consideró que "tanto el ejército como la guerilla han estado involucrados por igual en la violación de los derechos humanos.
Ante una pregunta sobre quién es el responsable cuando la población sufre o muere a causa del conflicto, un 7,7 por ciento opinó que la guerilla. un 2,1 por ciento que el ejército, pero un mayoritario 50,7 por ciento, sostuvo que ambos son responsables, mientras un 39,4 no respondió.
La encuesta sostiene que la apatía del guatemalteco, "producto del escepticismo histórico frente a fracasados y consetudinarios intentos en contra de la impunidad," se plasman en un poco alentador uno por ciento de quienes estarían dispuestos a involucrarse en instancias que escalaron los horrores de la guerra y castigar a sus responsables.
La opinión sobre las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) es "muy negativa" en la mayoría de los casos (37 por ciento), mientras un 13,2 por ciento indica que "han sido algo negativas." En contraste, un 3,6 por ciento las consideró "algo beneficiosas," y un 6,8 por ciento "muy beneficiosas," mientras un 39,5 por ciento no quiso responder.
Pese a la opinión negativa, la percepción de que desaparecerán una vez concluida la guerra es compartida sólo por un minoritario 3 por ciento, mientras un 16,7 por ciento opinó que desaparecerán sólo en parte. La razón de ello es que las PAC son observadas como una forma de ganar dinero facílmente y gozar de inmunidad e impunidad, mientras otra pregunta sobre esos grupos paramilitares reveló que un 57 por ciento de la población les tiene temor, en contraste con un 10 por ciento que dijo tenerles respeto.
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