En Antigua, Guatemala y luego de tres días de reunión un selecto grupo de personalidades y dirigentes de ese país, constituyó el Capítulo Nacional (sección Guatemala) del Diálogo Centroamericano, un foro permamente que pretende fortalecer la participación de la sociedad civil en las soluciones a los problemas de la seguridad, la paz y la democratización en la región.
El encuentro se celebró los días 12, 13, y 14 de junio, en un alentador comienzo del Capítulo Nacional que congregó a funcionarios de Gobierno, activistas de derechos humanos, representantes de las fuerzas armadas y varios de las más selectas personalidades guatemaltecas, que respondieron la convocatoria al foro, organizado por el Centro para la Paz y la Reconciliación de la Fundación Arias y con el auspico de la Fundación Ford, de los Estados Unidos.
Los participantes debatieron sobre los problemas de la seguridad interna de Guatemala en los momentos actuales y acordaron un "plan de acción" para profundizar sobre los asuntos de seguridad en ese país y Centroamérica.
Junto a la consolidación de la Sección Guatemala, el Diálogo Centroamericano realizó durante junio, julio, y agosto, una serie de foros tendientes a establecer mecanismos permanentes en cada país de la región tendientes a construir un sistema centroamericano de seguridad democrática y alentar una mayor participación de la sociedad civil de la región en los asuntos de seguridad y la construccion sociedades más democráticas y pluralistas.
Durante la inauguración, el director del Centro para la Paz y el Progreso Humano, Joaquín Tacsan, señaló que "Guatemala se apresta a construir un futuro de paz, justicia, y progreso" y señaló que "El despliegue de todo el pontencial humano de una nación que se ha fraguado, quizás con demasiada rudeza por su historia, está por ser aprovechado. Un pueblo, en su mayoría indígena, que conoce y labra su derrotero con la auténtica mística que dan décadas de sufrimiento y de silencio."
Tacsan advirtió que "Guatemala está ante las puertas de un compromiso, una promesa de un mañana mejor que necesariamente reconoce las diferencias entre los varios sectores de la población y las reconcilia. Promesa que se sustenta en una rica diversidad cultural y étnica, la misma que, inevitablemente está inmersa en los nuevos fenómenos de la globalización y la competitividad, debe recuperar el tiempo perdido en la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo."
Según dijo, los guatemaltecos emprenden esa tarea rompiendo las cadenas de la guerra y del miedo para aferrarse por siempre a las alas de la esperanza y del desarrollo. Este paso, de vital importancia, debe darse con confianza y optimismo.
"Los temas a tratar no son, ni deben ser, monopolio de un sector o de un sólo grupo, de los ejércitos o los gobiernos, sino que son prvincia obligada de toda la nación, incluyendo a los sectores civiles y civilistas de la sociedad entera," dijo Tacsan, quien advirtió que "si bien, el diálogo es la forma más efectiva y barata de distensión y convergencia, y venimos a fomentarlo."
"Hemos querido convocarlos con el propósito de crear un grupo permanente de reflexión y acción, que no sólo esté consciente de los diferentes puntos de vista y posiciones sobre la mejor manera de alcanzar la paz y la seguridad, sino que también esté dispuesto a definir consensos sobre las prioridades y tomar las decisiones y acciones necesarias para erradicar las amenazas a la vida y la dignidad de las niñas, niños, hombres y mujeres de este país," dimo el Director del Centro para la Paz.
El Diálogo Centroamericano fue creado en Tegucigalpa, hace poco más de un año. A la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano se le responsabilizó de hacer posible su lanzamiento en cada uno de los países de la región. Además, se le confió la coordinación regional y la difícil tarea de convocar a los talleres iniciales y al seguimiento de las actividades de cada capítulo nacional.
El Diálogo es de todos nosotros los que participamos y tenemos la convicción de que lo haremos grande. De quienes están seguros de que el trabjo en equipo puede dar grandes resultados, no sólo en la reflexión y el análisi, sino también en la incidencia directa sobre los procesos decisorios de nuestros países y de la región centroamericana," señaló Tacsan.
La Fundación Arias y la Fundación Ford comparten, además de éstas premisas, el ideal de la búsqueda del "desarrollo humano," un componente esencial de cualquier política de seguridad, dijo la representante de Fundación Ford, Cristiana Eguizábal, quien calificó el Diálogo Centroamericano como "un instrumento idóneo para aprovechar esta diversidad (cultural, étnica) y qye implica un debate abierto y sincero, donde se repetan las opiniones de los demás y donde se aceptan ciertas reglas del juego, entre ellas, el ejercicio de la democracia y la vigencia d l estado de derecho."
Eguizábal afirmó que "en una sociedad democrática las políticas de defensa militar y de seguridad tienen que ser definidas por las autoridades electas y fiscalizadas por la ciudadanía, por la sociedad civil."
El moderador de la sección sobre Seguridad Interna en Guatemala, Dr. René Poitevin, Director de FLACSO-Guatemala, llamó la atención respecto de "la íntima conexión que hay entre las amenzas internas y externas. Un ejemplo de esto es el caso de la violencia interna, que si bien en principio se cataloga como amenza interior, es claro que este fenómeno es parcialmente alimentado por factores externos, como el narcotráfico y los movimientos migratorios," explicó.
Tras reconocer la complejidad del tema de seguridad interna, Poitevin, dijo que el tema puede abordarse desde diferentes ángulos como: el jurídico, social, económico y otros; pero lo que es esencial, es que se trata de un tema "eminentemente político."
La panelista, Licda. Marta Altolaguirre, Presidenta de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (COPREDEH), subrayó la importancia de la vigencia de un Estado de derecho y estableció una diferencia entre seguridad interna y seguridad externa.
"Por seguridad ciudadana se entiende, la protección del individuo contra el delito común, el el ejercicio y el derecho que tiene cada ciudadano de desarrollar su vida cotidiana sin amenazas a su integridad y de sus bienes."
Sostuvo que "la inseguridad que vive Guatemala se explica por el largo conflicto armado que indiscutiblemente rompe la normalidad. Este resta efectividad a las normas que pudieron ser efectivas en otras condiciones y da lugar a parámetros de representación y temor."
Según dijo, "hay escaséz de recursos para fortalecer los mecanismos de seguridad civil, el presupuesto es insuficiente y estA concentrado, son sensibles las ausencias de medios físicos, sobre todo, para encontrar, preservar y presentar evidencias delictivas. Los recursos se concentran en la Ciudad Capital, en el interior del país se diluye la autoridad civil y es sustituída por la arbitrariedad de los uniformados."
"Las acciones del Ejército y de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca tienen que ajustarse a nuestro marco legal, aún cuando los primeros se sientan triunfadores en el campo militar y los segundos sientan lo mismo en la negociación política. Hago notar que mientras los ciudadnos de en medio somos observadores, son estos sectores acostumbrados a las armas quienes están negociando los acuerdos de paz. Esto es importante, aún cuando el mérito y los aportes a la vida nacional de este proces es indicutible y lo más importante es terminar con este conflicto," dijo Altolaguirre.
Añadió que ël rol decisivo que ha jugado el ejército en la dirección del Estado rompe con el marco legal, y después de reconocer que así es, tenemos que introducir cambios drásticos, mayores a los esfuerzos actuales, que nos permitan sustitui este rol de las fuerzas armadas por el imperio de la ley, y debemos empezar por elimiar algunos privilegios que aún quedan, y dejar al fuero militar algunos delitos específicamente militares."
Afirmó que "los Comandantes de URNG, con un discurso retrógrado, pregonan que sus armas son los instrumentos que sirven para combatir la probreza y es claro que ésta o es la vía para luchar contra la injusticia social. Es claro que con las armas no se combate la miseria ni se defienden los derechos humanos en Guatemala."
La funcionaria abogó por el "fortalecimiento del EStado de Derecho para que el mismo sirva de marco de unidad entre los guatemaltecos."
El Lic. Ronald Ochaeta, Director de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, afirmó que la situación de la seguridad interna en su país "descansa sobre dos ejes principales: el problema de la impunidad y el problema de la pobreza."
Explicó que las fuerza de seguridad fueron educadas bajo un concepto de seguridad nacional, y como ejemplo citó la actuación de los Comisionados Militares y los patruelleros de auto defensa civil, "quienes reiteradamente dan muestras de intolerancia en sus comunidades y son fuente constante de violaciones a los derechos humanos."
Ochaeta llamó la atención a cerca de la existencia de "cerca de 40,000 agentes de policías privadas, número similar alos efectivos del ejército, y un ciento de empresas que no están debidamente registradas" y quienes portan armas y ofrecen sus servicos sin control. Según dijo, el crimen organizado es una amenaza considerable a la seguridad interna, especialmente por el hecho de que el país no dispone de una política de seguridad que ofrezca respuestas a estos problemas en el corto, mediano ylargo plazos.
También critició la existencia de una "seguridad militar," que oepra sin ningún tipo de control, y sostuvo que las amenazas internas, provienen de "las condiciones de probreza en que vive el 85 por ciento de los guatemaltecos."
El activista de los derechos humanos también expresó preocupación por el desafío de Guatemala, tras la firma de la paz.
"Se hace muy difícil reunir los 2.300 milliones de dólares en que se ha calculado la inversión, tras la firma de la paz," dijo Ochaeta, quien también citó como "riesgo" para la seguridad interna, los problemas del medio ambiente.
El aumento de la delincuencia y la criminalidad, es "una de las amenazas más apremiantes," dijo el vice ministro de Relaciones Exteriores guatemalteco, Dr. Gabriel Aguilera, opinión corroborada por el Lic. Antonio Rivera, asesor de la Cámara de Comercio, quien alertó sobre "el alarmante problema de inseguridad ciudadana que estamos viviendo en pieno proceso de paz."
El análisis de las amenazas externas que afronta Guatemala se mencionó el desafío de la integración del libre comercio y la globalización económica, como también los probables problemas fronterizos, y la migración ilegal.
Manos a la obraLos participantes en el foro, elaboraron un listado de asuntos prioritarios de seguridad interna en los que esperan profundizar y propiciar un mayor diálogo y debate, entre ellos: la escasa vigencia del Estado de Derecho, inseguridad ciudadana, los problemas de incumplimiento de los acuerdos de paz, la ingobernabilidad por falta de mecanismos de participación, falta de unidad nacional, debilidad de las autoridades civiles y militarismo. En cuanto a la Seguridad Externa, analizaron auntos como: la inadecuada inserción de Guatemala en la economía global, la imposición externa de políticas neoliberales, el crimen transnacional organizado y el narcotráfico, la emergencia de nacionalismos y conflictos étnico-religiosos, el contrabando de armas y las corrientes migratorias ilegales. En respuesta sus inquietudes, los paricipantes acordaron:
Los participantes, además se dieron una estructura para funcionar y lograr sus objetivos y que fueron electos en votación directa entre los asistentes en el foro y que operarán de manera independiente. |
Fernando Andrade Díaz-Durán, ex ministro de Relaciones Exteriores, planteó el reto de la globalización, y las relaciones con Centroamérica.
"Nuestra seguridad corre pareja con la seguridad externa de Centroamérica, y en el ámbito de la globalización debemos preocuparnos por abrir más mercados para nuestras exportaciones. Recordemos que somos productores de materias primas y que tenemos que hacernos más competitivos," puntualizó.
Luis Alberto Padilla, director ejecutivo de IRIPAZ y Asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, hizo referencia a los cambios globales, enter ellos, "la globalización en condiciones de multipolaridad económica y unipolaridad en el campo militar, que ha hecho resurgir el principio de seguridad colectiva y el multilateralismo en la gestión de los asuntos internacionales. Y segundo, la terminación de la Guerra Fría, producto del colapso del comunismo y de la URSS."
Señaló la "transnacionalización" de amenazas como la reemergencia de nacionalismos y conflictos étnicos, religiosos y creciente poder y expansión de grupos criminales alrededor del mundo que han sutituído, como factor determinante, a los anteriores causales de orden ideológico.
Como "cambios hemisféricos," que afectan la seguridad externa quatemalteca, Andrade citó "el tránsito de la política de defensa de los Estados Unidos, fundada en aspectos geoestratégicos a la política de relaciones internacionales de mercado y el afianzamiento del concepto de Seguridad Democrática."
El parlamentario Manuel Conde, del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), insistió en la necesidad de formular una "agenda nacional" que tome en cuenta los aspectos internacionales y locales, y que más allá de los aspectos propiamente militares, considere también los asuntos sociales, económicos y ambientales.
Otros participantes, como Mario Rolando Cabrera, de FUNDAPAZ y el Lic. Guillermo Méndez, de la Cámara del Agro, señanlaron la importancia de una "agenda nacional," que según reconcocieron, aún debe ser elaborada por los guatemaltecos.
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