Diálogo Centroamericano para la Paz y la Desmilitarización

Diálogo Centro-
americano

San José, Costa Rica

No. 22

Julio, 1997

Debate

En Honduras se discute actualmente sobre un proyecto de creación de la nueva Policía Nacional Civil (PNC) por parte de una comisión especial legislativa. El paso de la antigua Fuerza de Seguridad Pública (FSP), de carácter militar y acusada por violaciones a los derechos humanos, es el centro de un debate en ese país, que recogemos en estas páginas.

Conforme al estpíritu que anima esta publicación, se solicitó una opinión al coronel Alvaro Flores Ponce, director del Instituto Superior de Estudios Policiales, pero en los plazos previamente acordados, no se recibió su contribución. Se entrega, a continuación, solamente la visión de Andrés Pérez.

La Reforma Policial en Honduras

Andrés Pérez Munguía

En diciembre de 1996, el Congreso hondureño ratificó por unanimidad la reforma constitucional mediante la cual se trasfieren las funciones de mantener en seguridad y el orden público de las Fuerzas Armadas a las autoridades civiles, estableciendo para ello una fuerza policial civil. Se prevé que durante el segundo semestre de 1997 se discutan y aprueben los proyectos de Ley de Policía y Ley Orgánica de la Policía Nacional. Desde la perspectiva de las organizaciones de derechos humanos, algunos de los problemas que más preocupan en esta transición son los siguientes: carácter civil de la nueva policía, su situación institucional, los controles internos y externos y el asunto de los recursos humanos.

La desmilitarización del cuerpo policial no puede entenderse como un simple cambio de denominación, como un mero movimiento de piezas dentro del organigrama del Estado, sino como un proceso profundo que implica la interiorización de valores que han de reflejarse en diferencias metodológicas y culturales al interior de la nueva policía civil. No se trata pues, como algunos han pretendido hacerlo ver, que todos lso miembros del actual cuerpo policial (Fuerzas de Seguridad Pública, (FSP), militarizada) se han convertido en civiles por decreto. La civilidad es una condición que requiere convicciones profundas. Se discute también la posibilidad de tener una policía única que concentre las funciones de prevención e investigación bajo un mismo mando. De acuerdo a esta tesis, la recientemente establecida Dirección de Investigación Criminal, en la actualidad operando bajo la Fiscalía General, quedaría bajo la dirección de la Policía Nacional. Creemos que la decisión sobre este asunto tendrá un impacto directo sobre las posibilidades de continuidad del Estado de Derecho en Honduras. Si revisamos nuestra historia contemporánea, veremos que a 40 años de haberse otorgado una gran cuota de poder y recursos al cargo de Jefe de las Fuerzas Armadas, todavía hoy estamos luchando contra las consecuencias de esa decisión.

Una salida contempla la creación de un Ministerio de Seguridad con dos viceministros, Seguridad y Orden Público, el otro dedicado a asuntos de Investigación. Aún así, pensamos que la posibilidad de que el Ministerio Público y el Poder Jdicial investiguen casos de corrupción, abusos e impunidad por parte de funcionarios del Estado, sólo pueden garantizarse en un ambiente de independencia y autonomía de los órganos de investigación frente al resto de las autoridades.

Es necesario también que la nueva legislación contemple una unidad disciplinaria interna con suficiente autoridad, independencia y recursos para atender las quejas de la ciudadanía. Se debe establecer asimismo una instancia ciudadana de control y vigilancia del ejercicio y actuaciones del nuevo cuerpo policial. Esa vigilancia deberá darse en derredor de las características esenciales como desmilitarización, apoliticidad, subordinación a la autoridad civil, respeto a los derechos humanos, eficacia en la lucha contra la criminalidad y buen uso de los recursos económicos que se le confían.

En lo que a recursos humanos se refiere, podemos decir que sin la calidad moral de sus integrantes ninguna institución, independientemente de la idoneidad y nobleza de sus estructuras y normas, puede llevar a cabo con éxito su misión. En el caso de la oficialidad de la FSP, deberá constituirse una comisión, con participación de organizaciones de la sociedad civil, que evalué caso por caso la trayectoria de estos funcionarios, especialmente en lo que a honestidad y respeto a los derechos humanos se refiere.

Luego de una seria depuración, el cuerpo de oficiales deberá completarse con personal civil. Para esto deberá diseñarse y ejecutarse un sistema de equivalencias y formación en materia de seguridad que permita la incorporación de profesionales civiles interesados en formar parte de la PNC. Asimismo, los requisitos académicos mímimos de ingreso para los agentes de policía deben ser reconsiderados, puesto que es este personal el que tiene contacto directo con la población.

Si estuviésemos conformes con la policía que tenemos actualmente, no estaríamos buscando una nueva institución y un nuevo policía. Los hondureños estamos ante una oportunidad histórica, de reconstruir uno de los componentes más importantes de nuestro sistema de seguridad ciudadana. Nuestros hijos e hijas juzgarán si fuimos capaces de aprovecharla plenamente o si la desperdiciamos o utilizamos a medias.

Andrés Pérez es Coordinador de Estudio e Investigación del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y Secretario del Capítulo Honduras del Diálogo Centroamericano.

Diálogo Centroamericano es producido por el Centro para la Paz y la Reconciliación de la Fundación Arias para la Paz y e1 Progreso Humano con el apoyo de la Fundación Ford.

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