Diálogo Centroamericano para la Paz y la Desmilitarización

Diálogo Centro-
americano

San José, Costa Rica
No. 26
Noviembre-Diciembre, 1997
 

El riesgo del surgimiento del militarismo

Itzel Velásquez, Periodista, escritora, socióloga, ha ocupado diversos cargos en el sector salud de Panamá. Por muchos años manejó el Canal 11, educativo, fue delegada para la conferencia de la Mujer en Beijin en 1995, es autora del libro "El Fin de la Tregua", sobre la invasión estadounidense de 1989.


Al comenzar su exposición, la periodista Itzel Velásquez se refirió al reciente viaje por varios países de América Latina del presidente Bill Clinton, en el cual el presidente elogió en Argentina a los militares de ese país, "responsables de historias tan terribles". El Presidente Clinton afirmó que las fuerzas armadas argentinas han cambiado, que ya no son las de antes. "Me pregunto, ¿Qué es lo que ha cambiado para Clinton? ¿Acaso las industrias militares de los Estados Unidos han reconvertido sus empresas y han dejado de ganar dinero con la fabricación de aviones, cañones y minas antipersonales?. Pues no, muy poco o nada han cambiado, por lo menos no en la dirección que hubiésemos querido", señaló la periodista.

Asimismo, se refirió al hecho de que el 1 de agosto de 1997, Clínton puso fin a un embargo de 20 años a las ventas de armas estadounidenses a Latinoamérica; la medida permitió que Chile comprara inmediatamente 24 aviones de combate Falcon F16 por un valor de unos 400 millones de dólares. "Vuelvo a preguntar, ¿han cambiado los gastos militares chilenos; ¿Pinochet ya no es el de antes?".

Por otro lado, también hizo referencia a que el 27 de agosto de 1997, Washington propuso a Costa Rica un agresivo plan antidrogas que incluye patrullaje naval y aéreo, permisos para perseguir y abordar naves sospechosas de transportar drogas, entre otros puntos. En caso de concretarse el proyecto, las naves artilladas norteamericanas podrán incursionar en aguas jurisdiccionales costarricenses y volar en espacio aéreo. En Venezuela, Clinton y el presidente Caldera anunciaron una alianza antidrogas con énfasis en el intercambio de información a través de un centro de inteligencia conjunta que se establecería en Caracas, en otras palabras, otro CMA. Por su parte Chile y Brasil han manifestado su desconfianza por el nuevo status militar otorgado a Argentina, el de "aliado militar, no miembro de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN)", igual al status que tienen en ese mismo organismo Israel, Japón y Corea del Sur.

"Las máscaras están cayendo, recordemos que fue precisamente un argentino, Julio César Araúz, el zar antidrogas de este país, quien hizo el primer endoso público a la propuesta panameña de la conversión de Howard en un CMA, al señalar, el 18 de noviembre de 1996, que esa base militar debía formar parte de una estrategia global para formalizar pactos militares en la guerra contra el narcotráfico, alianzas militares para derrotar la narcoguerrilla y desmantelar centros de operaciones de la narcomafia", agregó.

NARCOTRAFICO

La periodista Velásquez sostuvo que "es cierto que el narcotráfíco es una amenaza a la seguridad nacional de muchos países. No obstante, es igualmente peligroso el fuerte acento militarista que subraya el esfuerzo por combatirlo y los grandes márgenes de exclusión en que han caído los sectores civiles, y son aún más peligrosos los comentarios como el que hizo el Ministro de Gobierno de Panamá, Raúl Montenegro, cuando el 24 de julio de 1997 dijo que los que se oponen a CMA estan apoyando el narcotráfico".

Asimismo, señaló que hay indicios ciertos que en Latinoamérica existe una estrategia continental de lucha contra el narcotráfíco: una estrategia que se ha diseñado con base en la redefinición del papel que desempeñan los ejércitos nacionales de la región, que tras una década de democracias, quedaron relegados y almidonados en sus cuarteles, vieron debilitados sus presupuestos, y ahora, desde un segundo plano y bajo el pretexto de la criminalidad que trae consigo el enorme negocio del narcotráfico, están adoptando posiciones más beligerantes en la sociedad latinoamericana. Mientras tanto, Estados Unidos maneja el argumento y, en cada uno de sus discursos y documentos, expresa sus intenciones de revivir el militarismo en la región. "Este es el panorama de algunos países latinoamericanos que viven en el supuesto de que no están en guerra, pero que su débil democracia sobrevive en medio de la violencia originada en su mayor parte por la pobreza estructural en que vive el 50 por ciento de su población", subrayó.

La Sra. Velasquez consideró que la Casa Blanca ha dispuesto en Latinoamérica el renovamiento de los llamados lazos militares, tal como lo anunció Bill Clinton, teniendo entre sus objetivos otorgarle a los "temidos" ejércitos latinoamericanos papeles más deliberantes en la sociedad; entre sus planes esta convertir a la región "en basurero de la chatarra militar que nos venderán a precios de saldos y además se ha propuesto a ensayar en todo el hemisferio sus operaciones antidrogas, todo ello a cambio de territorio. Washington despertará al león dormido, intensificará las relaciones militares estadounidenses con los militares latinoamericanos y con su nueva estrategia la irreversibilidad de la desmilitarización de Latinoamérica es un espejismo político; lo cierto es que el plan está en marcha".

INICIATIVAS CONTRA EL NARCOTRAFICO

Señaló Velásquez que el 17 de agosto de 1997, funcionarios colombianos y venezolanos anunciaron la creación de un organismo hemisférico destinado a luchar contra el narcotráfico. Su principal función seria el intercambio de información sobre las organizaciones que trafican con estupefacientes. También se refirió a la información del diario mexicano "La Jornada" que decía que la sede operaria inmediatamente y que unos 300 funcionarios de alto nivel, agentes antidrogas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Perú, Panamá y Venezuela habían participado para la reunión que se organizó en la base estadounidense de Carolina del Norte. Sin embargo, "los archivos de Panamá no registran estos datos y esa información no la tiene la Cancilleria panameña; nadie sabe quien participó por nuestro país, pero uno de los participantes citados decía que se había acordado crear un organismo supranacional hemisférico con carácter civil similar a la INTERPOL con sede en Miami, destinado a reforzar la lucha contra la droga". Más aún, el "zar" antidrogas de Estados Unidos, Barry McCaffrey, un año antes, el 28 de agosto de 1996, dijo que "estamos interesados en apoyar nuestra permanencia en las bases en Panamá más allá de 1999".

Por otro lado, en Estados Unidos está prohibido que los militares estadounidenses combatan la droga, pero el Pentágono se movió rápido en su propio país, movió sus influencias y logró recientemente que se aprobara una ley que permite a sus militares colaborar con sus colegas de Belice, Colombia, El Salvador, Honduras, Panamá, etc. para luchar contra el narcotráfico y en el eje de la respuesta oficial norteamericana está el tema de Howard y el CMA para América, informó la periodista.

PERMANENCIA MILITAR

Velasquez preguntó: "¿Podemos imaginarnos a Estados Unidos después del 2.000 sin ninguna base, sin ninguna presencia militar en Latinoamérica? Pues no". El extenso informe de Gina Hathaway, ex-funcionaria del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, es una comprobación de esta tendencia. El informe no ha sido desmentido, y en este se comprueba que fue el ambiente de reversión lo que impulsó el diseño del CMA para encubrir la continuación militar norteamericana en suelo panameño. El informe también sostiene que la base Sherman es el último lugar que le queda a EEUU para el adiestramiento de sus efectivos en ambientes selváticos. Explica además que los norteamericanos que están en el plan de reversión y puesta en marcha de los Tratados, gastaron en 1994 unos 4.5 millones de dólares para reacondicionar la pista de Howard, datos que ponen en sospecha los planes de reversión.

EFECTIVIAD DEL CMA

Según el presidente de Comité de Seguridad de la Cámara de Representantes de EEUU, Dennis Hastert, los actuales equipos con que dispone el Centro de Howard sólo pueden controlar el 15 por ciento de las actividades que el narcotráfico realiza en la geografía suramericana. Importantes corrientes de opinión de EEUU cuestionan la efectividad de las operaciones militares para detener el obvio incremento en las actividades criminales del narcotráfico.

En julio de 1995, una comisión binacional del senado norteamericano propuso el cierre de 79 bases en EEUU y la reducción de otras 26. Tan solo en ese país se perdieron 93.565 empleos en octubre de ese año; el tema se complicó con las declaraciones del Director Ejecutivo de la Comisión Nacional para la Conversión y Desarme de Bases, Gregory Vilchak, quien advirtió sobre el problema ecológico de la reconversión y afirmó que tan solo en California la limpieza parcial de la base de Mckenna ha costado 125 millones de dólares. Este tema destaca en Panamá por las miles de hectáreas que están siendo revertidas y el alto índice de contaminación militar.

EXPANSION DEL COMANDO SUR

La expositora afirmó que "es cierto que Washington está cumpliendo con los tratados pero es muy cierto también que expande las operaciones del Comando Sur, lo que nos afecta directamente". Dentro de los cambios recientes en el plan de comandos del Departamento de Defensa aprobado por Clínton el 28 de diciembre de 1995, se contempla la ampliación del Comando Sur a partir el 1 de enero de 1996. A este comando, que controla las actividades militares de Latinoamérica, le transfieren hacia su área de responsabilidad militar, el Comando Atlántico y las aguas de Centro y Sur América. Es decir, el Comando Sur aumentó sus operaciones este año de 6 a casi 10 millones de millas, agregó 8.000 infantes de marina a los despliegues anuales en la región, hay 4.500 oficiales de marina más para operaciones de apoyo al narcotráfico. El 1 de junio de este año se completó la segunda fase de transferencia del Comando Atlántico al Comando Sur e incorporó a su área de responsabilidad a 13 países más que se suman a los 19 que ya controlaban desde la Base de Panamá, es decir, se incorpora la Cuenca del Caribe y todas las aguas territoriales de los países Suramericanos.

"Un solo comandante controlará desde aquí, o desde la Ciudad de Miami, la Cuenca del Caribe y todos estos sitios que les he indicado. La reorganización del Comando Sur está en plena marcha e incluye además una redefíníción de sus instalaciones en Puerto Rico y Miami que permitirá la triangulación geográfica estratégica de bases en la Cuenca del Atlántico", agregó.

Mientras tanto, a partir de 1994 empezó el retiro a gran escala de efectivos militares estadounidenses de Panamá, pero de 10.500 que había al inicio de este año, se reducen en dos años a más de 6.000. El 10 de diciembre se desactíva el batallón de ingeniería, que operó en la invasión de Panamá, pero activaron otros como el batallón 536 del Comando Sur para acciones cívicas en suelo panameño. Asimismo, desde 1995, los ejércitos del Comando Sur pasaron de ser bilaterales a convertirse en ejércitos multilaterales para el mantenimiento de la paz, la realización de operaciones contra el narcotráfíco y de otras misiones más apropiadas para la post-guerra fría.

"De esta manera, se ha empezado a perfilar otro lenguaje y el Pentágono ha propuesto para América Latina que una fuerza de represión contra el narcotráfíco sea la idea final, es decir, se trata de la globalízación de la represión del narcotráfico utilizando precisamente los ejércitos latinoamericanos", asegura Velasquez. "Además, ya nos dijo el General Barry McCaffrey, ex-Jefe del Comando Sur y actual zar antidroga: ‘las bases son importantes para la lucha hemisférica contra el narcotráfico’. A pesar de que el Canciller panameño, Ricardo Alberto Páez, reitera una y otra vez que no se nos debe dejar la permanencia de bases militares en Panamá después del 2.000, considero cuestionable la propuesta panameña de convertir la base de Howard en un CMA. Los acuerdos y desacuerdos, quieran o no negociadores, pasan por las bases del Comando Sur".

EXCLUSION DE LA SOCIEDAD EN EL PROCESO

En cuánto a la falta de información con respecto a las negociaciones, la periodista señala que "nada está acordado mientras todo esta acordado. Ello revela el alto grado de exclusión en que nos encontramos todos los panameños. Sin embargo, la mesa de negociaciones está servida y sospecho el menú que nos preparan: un contingente militar norteamericano que sobrepasará los miles, un confuso status juridico para los soldados, un equipo de monitores que solo cumple el 15 por ciento de lo que pasa con los narcotrafícantes, sofisticados radares, la base y su pista, el Centro de Investigaciones Tropicales, una academia de policías para seguir entrenando a los "rambos" latinoamericanos y reiterando sus privilegios. Queda por conocer como resolverán la multílateridad del CMA ya que México, Brasil y Colombia anuncian por ahora ser únicamente observadores".

Al concluir su exposición, Velasquez expresó lo siguiente: "Lo lamentable es que Panamá no construirá un CMA en espacios vacíos ni partiendo de una solución global, integral, como exigiría la presión del problema del narcotráfico en la región. Este Centro es un proyecto que nació con deformaciones congénitas difícil de corregir en espacios ocupados militarmente por la primera potencia militar del mundo".


Diálogo Centroamericano es producido por el Centro para la Paz y la Reconciliación de la Fundación Arias para la Paz y e1 Progreso Humano con el apoyo de la Fundación Ford.

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