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Mesas de Trabajo Informes de Mesas de Trabajo en Plenario Mesa de Trabajo 1: Desmilitarización e Identidad Nacional En una primera aproximación, se consideró que el carácter civil y multilateral del CMA no esta claro. Hay una ausencia de transparencia en las negociaciones y eso limita para saber hasta qué punto existe ya algún avance de las conversaciones con otros países; que permita asegurar que se trata realmente de un Centro Multilateral, por lo cual se refuerza la tesis de que pareciera ser que hasta el momento solamente se está hablando de una conversación entre dos países: Estados Unidos y Panamá. César De León, historiador de la Universidad de Panamá consideró una traición histórica para el pueblo panameño la creación de este centro. Agregó que la incertidumbre se centra en lo que concierne a los siguientes puntos: La verdadera naturaleza del CMA. Definición clara y precisa de las funciones y tareas que tendrá dicho organismo. Definición del status que tendrá el contingente militar norteamericano en el CMA. La necesidad de su presencia ha sido aceptada por los representantes del gobierno panameño en las discusiones que se llevan a cabo en la actualidad. Convenio o tratado sobre el CMA. La duda de si el CMA será un acuerdo entre Panamá y los EE.UU., siendo los únicos países que lo integrarán y por lo tanto será bilateral, o tomarán parte en el convenio otros países del área con lo que sería multilateral. "No hay información fidedigna hasta el momento. El gobierno panameño ha declarado que toda negociación entre naciones debe permanecer como información reservada", dijo el Sr. De León. "Lo que ya se sabe con certeza del CMA es que contempla la presencia en Panamá de una fuerza militar norteamericana más allá del 2.000 y para mí esto es suficiente para rechazar enérgica y rotundamente el CMA, porque representaría un retroceso grave en el largo recorrido que ha realizado nuestra nación para llegar a convertirse algún día en un estado verdaderamente libre e independiente. Sobre todo, de acuerdo con los tratados Torrijos-Carter, tanto Panamá como los EE.UU, se han comprometido a cumplir fielmente que después del año 2000 no debe permanecer en territorio panameño ni un solo soldado norteamericano." Por su parte, el Sr. Rubén Darío Paredes, ex-comandante de la Guardia Nacional, señaló que en los planes de contingencia de seguridad hemisférica y seguridad transcontinental, Panamá siempre será para EE.UU. un punto sensitivo y por ello estarán siempre pendientes de ellos. Consideró que es falso el argumento esgrimido por los defensores del CMA en el sentido de que la lucha contra el trasiego de la droga tendría un instrumento valioso con la instalación de este centro. "Para empezar", nos dice él, "el 70 por ciento de la droga trasegada hacia el Norte, siendo el mercado preferencial los EE.UU. y ahora con mayor frecuencía Europa, no la puede detectar el CMA, pues la tecnología que existe en Howard no puede detectar el 70 por ciento de droga que se mueve en el mundo porque pasa dentro de contenedores y las reglas universales del manejo de contenedores son inviolables en el camino, en la ruta. Solo se puede detectar lo que va dentro de ese contenedor, en el puerto de embarque y en el puerto de destino. La información de primer análisis que tengo, y que me la dieron los norteamericanos en Miami en el Comando Sur es que por el Canal de Panamá pasa el grueso de la droga, no pasa por el espacio aéreo, donde es la especialidad del CMA." De tal manera, se consideró que el CMA es un recurso para justificar lo que los EE.UU. buscaban inicialmente: su permanencia en dos o tres bases. Además, Paredes considera se les está dando demasiados privilegios: "Howard, es una finca que tiene más de 2.200 hectáreas. Si se toman entonces Howard y Coby, que son bases gemelas porque son colindantes y las une toda una red de infraestructura, carreteras, luz eléctrica, teléfono, y Rodman, se esta hablando de 4.500 hectáreas. La respuesta que se ha dado siempre es que allí existe un equipo muy sofisticado, difícil de remover y reubicar, pero eso también es falso, porque esta potencia en 16 días movió hacia el Medio Oriente, durante el conflicto contra Irak, 900.000 soldados con todo un equipo parecido a este, más sofisticado todavía." Esa condición inamovible significa que los gobernantes están aferrados a que se queden los norteamericanos. "La tradición era de que el Imperio no quería irse, pero esta vez, somos nosotros los que no dejamos que los norteamericanos se vayan" agregó Paredes, quién ofreció algunas posibles razones. "Primero, Panamá pone a la venta al país como un área de inversiones, y nos dicen que van a estar siempre los norteamericanos para custodiar cualquier inversión. Segundo, porque el CMA complace a la clase empresarial panameña, esa que creó ese primer concepto de una nación panameña a través de una vocación comercial para Panamá, única y exclusivamente. Por una serie de razones de carácter sociológico, la historia de permanencia, la inseguridad, el miedo, una serie de razones que han llevado a que en las encuestas se establezca que un porcentaje alto del panameño está a favor de la permanencia de los americanos. Entonces el gobierno está jugando la farsa de ello pensando en la reelección del partido en el poder, es decir, hay un argumento politico de base en el fondo de este proyecto supuestamente nacional." Por otro lado, Raúl Leis, sociólogo y Presidente de CEASPA, hizo énfasis principal en el tema de la identidad nacional como el gran reto que los panameños tienen de cara al nuevo siglo que entra. "Por primera vez, existe la posibilidad de territoríalmente integrar algo tan sencillo como esto: un país que estaba dividido y desintegrado". Leis se pregunta si el pueblo panameño esta dispuesto a perder su oportunidad histórica de finalmente construir ese proyecto nacional; y cree que si se establece aquí ese Centro Multilateral Antidrogas se perdería esa posibilidad. Primero, porque significaría la continuación del militarismo. "Estamos hablando de 4.000 ó 5.000 efectivos, quizás más, que permanecerían en Panamá, donde a pesar de que se habla de un componente civil, porque eso es parte de la supuesta negociación que no sabemos, es una entidad eminentemente militar." Por lo anterior, sostuvo que la continuidad de esa presencia militar enajena, en cierta forma, la posibilidad de la autodeterminación como país e incluso puede generar aspectos negativos, como la posibilidad de resurgimiento de un militarismo interno en lo económico. En segundo lugar, "la confinación de la presencia militar introduciría el elemento del belicismo, es decir, con este sentido, convierte al país o sigue convirtiendo al país, en un objetivo militar sin que el país esté en guerra. Si el Centro en cuestión se convierte en un ataque contra el narcotráfico, también se ha hablado de que puede ser objeto de represalia del narcotráfico, no solamente por ser un enemigo tradicional de los EEUU, sino que pueden tratarse de venganzas o formas de contrarrestar la eficacia que eventualmente pueda lograr". En tercer lugar, se supone que en este nuevo planteamiento del Centro Multilateral deberían existir controles para evitar la contaminación de las bases militares en donde aún persiste el producto de la presencia anterior, pero no existe la completa seguridad de que esto suceda así y siempre es potencialmente posible que se afecte la salud de los habitantes. El cuarto efecto seria la deformación territorial y económica, pues es una subutilización de la capacidad económica, productiva y civil de esas áreas, que deberían utilizarse para el desarrollo económico de Panamá. "Se subutiliza en la medida que son ocupadas o siguen siendo ocupadas y ello atentaria no solo contra la integración territorial del país sino contra el crecimiento urbano de la región Metropolitana de la Zona de Panamá, donde se concentra principalmente el músculo urbano del país". Por último participó el Sr. Mario Archer, representante de los trabajadores de las bases militares estadounidenses en el Local 907. El Señor Archer, defendiendo la creación del CMA, basó su defensa en el futuro de los 7.500 obreros panameños que trabajan en esas bases militares. Para Archer, a pesar de que admitió que -al igual que el resto de los panameños- desconoce los pormenores de las negociaciones del CMA, la presencia del CMA será una forma de que los actuales empleados de las bases militares conserven sus trabajos. La defensa de Archer, sin embargo, fue cuestionada por el grupo de trabajo, en el sentido de que el país no puede parar su evolución, su historia, por 7.500 personas. Inclusive un participante hizo un balance económico y esos 7.500 obreros representan 0.64% de la fuerza laboral panameña, es decir un porcentaje mínimo, para el resto de la fuerza laboral panameña. Además, aunque se reconoció que se trata de una posición humana que hay que comprender, se le hizo la observación de que si él mismo admitió desconocer los detalles de la negociación, cómo cree él en la buena fe del gobierno en mantener esos 7.500 puestos de trabajo si ni siquiera tienen la buena voluntad de informarle toda la negociación?. Por el contrario, se argumentó que si a las bases militares se les da uso civil, se generarían miles de empleos. Mesa de Trabajo 2: Desarrollo Urbano y Economía Un consenso en el grupo de trabajo llevó a establecer que la operación de un Centro Multilateral Antidrogas en la base de Howard, incluyendo todas las áreas que específica dicho limite, es un obstáculo para el crecimiento ordenado del área urbanística de la ciudad de Panamá. Las principales conclusiones de esta mesa de trabajo son las siguientes: *El proyecto del CMA viola la ley que reglamenta el plan general de uso, conservación y desarrollo del área del Canal donde se informa sobre el uso de las instalaciones del Howard. Esta ley destina dicha estructura para uso civil, comercial e industrial. *Utiliza: la base de Howard como aeropuerto internacional de carga, haciendo uso del sistema multimodal de transporte, maximizará las utilidades del país, se podrían usar las condiciones de los servicios existentes en oficinas gubernamentales e iniciar nuevos proyectos en las áreas baldías. *Desde el punto de vista económico, la infraestructura de la base de Howard, su tamaño y localización, permitiría darle otro uso a este suelo logrando mayor impacto en el producto interno bruto. El uso de esta área para fines comerciales e industriales por metro cuadrado produciría mayores beneficios. *Hace falta alentar nuevos usos que sean consistentes al plan integral del país en el área designada para el desarrollo. *El grupo observó y analizó la necesidad de formular un plan urbano de desarrollo y junto a un proyecto político que dé respuestas a las necesidades urgentes del pais. Un complejo del tipo del CMA atenta contra el fortalecimiento de la identidad nacional panameña. Se llegó al consenso de darle un NO a la creación de un Centro Multilateral Antidrogas en esta área.
Mesa de Trabajo 3: Marco Jurídico- Seguridad y Soberanía Nacional En la Mesa de Trabajo 3, se coincidió, en primer lugar, en que la forma en que el gobierno nacional ha llevado a cabo la negociación del CMA es lamentable y es perjudicial a los intereses del país, fundamentalmente por el secretismo con que la misma se ha desarrollado a través de discusiones a puertas cerradas, en las que la ciudadania en general desconoce los elementos fundamentales de esa negociación. Por ejemplo, al día de hoy no se sabe que es lo que se está negociando en cuanto a áreas territoriales, si es solamente Howard, si corresponde a la pista o corresponde también a las áreas adyacentes como Sherman, y otras áreas aledañas, o al Centro de Investigaciones Tropicales. En el transcurso del debate, los expositores desenmascararon estos argumentos oficiales en los que, por un lado, evidentemente no se trata de una negociación multilateral porque solo hay dos participantes en esa discusión: los Estados Unidos y Panamá. También se expresaron dudas respecto al carácter civil del CMA, pues se observa que tendrá un importante componente militar, que comprende al menos a 4.000 efectivos permanentes y 4.000 efectivos flotantes. Son aproximadamente 8.000 efectivos norteamericanos que es difícil creer que se van a someter a una autoridad civil y mucho menos a una autoridad civil panameña. Se discutió también sobre la legalidad o inconstitucionalidad del CMA, y se expresó que es violatorio a la Constitución nacional en función de que al gobierno no se le permite enajenar, dar en cualquier forma territorio nacional a cualquier entidad extranjera. Incluso se llamó la atención de que la misma negociación, entendida desde la óptica de que se trata de dejar sin efecto un Tratado (el Torrijos-Carter), podría ser ilegal o inconstitucional porque requeriría de una autorización legislativa. Por otra parte, se discutió sobre el referéndum y se planteó de que era necesario que la sociedad civil y todos aquellos interesados en este tema presionaron para que el CMA definitivamente vaya a consulta, pues es la única forma de garantizar que haya una discusión amplia, con todos los niveles del país, del contenido de esta propuesta, de su viabilidad y de su conveniencia, pues, de lo contrario, se estaría nuevamente hipotecando el futuro del país sin una participación evidente y abierta de los principales afectados. El CMA se consideró inconveniente, porque no se enmarca dentro de una estrategia efectiva de lucha contra la droga, y más bien se expresó preocupación de estar frente a un proyecto de militarización o remilitarización creciente en todo el continente que se aprecia no solo en los paises latinoamericanos sino también en los Estados Unidos. Se llegó a la conclusión de que la lucha antidrogas debe estar atada a un mecanismo multilateral como el de las Naciones Unidas. Por esta razón, se cree que el CMA es una base militar disfrazada que entra en conflicto con el Tratado de Neutralidad del Canal y con la idea misma de la neutralidad permanente del Canal. También es inconveniente este Centro Multilateral Antidrogas porque aísla esas importantes áreas del país de una estrategia de desarrollo nacional. Considerando que va haber en 1998 otra consulta popular, la de reelección presidencial, se debe discutir, en este contexto, lo que está pasando con el Centro Multilateral Antidrogas. Por último, se llegó a la conclusión de que no queda otra alternativa que la movilización del poder ciudadano, la toma de conciencia a través de la realización de actividades como esta, de manera regular, entre diferentes sectores y para pasar de la etapa de informar y discutir a una etapa más activa de militancia activa de la ciudadanía para hacer valer la opinión, los derechos y la voluntad de los ciudadanos. Diálogo Centroamericano es producido por el Centro para la Paz y la Reconciliación de la Fundación Arias para la Paz y e1 Progreso Humano con el apoyo de la Fundación Ford. Apartado 8-6410-1000, San José,
Costa Rica. |