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PONENCIAS MAGISTRALES CMA: Un Fracaso
Total contra el Narcotráfico Para el Sr. Poland, la presencia militar en Panamá, bajo cualquier pretexto, siempre ha sido una plataforma para la intervención no solamente en Panamá, sino en otros paises del hemisferio. Explicó que "nuestro análisis de la propuesta para un CMA en Panamá utilizando la base Howard como su eje, se desprende de preocupaciones tanto prácticas como étícas, empezando con el fracaso total de la estrategia militar para excluir los daños causados por las drogas, la adicción y el narcotráfico. Puesto que la adícción es una conducta humana irracional, muchos están dispuestos a aceptar cualquier proyecto para combatirla sin mayor revisión de lo propuesto, sin un estudio de su eficacia o sus efectos delictivos, nosotros no." Según Poland, el CMA, tal como existe actualmente y como se propone que siga después de 1999, es solo parte de un complejo conjunto de actividades militares de Estados Unidos y otros ejércitos del hemisferio que tienen como propósito declarado la guerra contra las drogas. Estados Unidos ha gastado 20.000 millones de dólares en los últimos 10 años en programas internacionales contra las drogas; 75% de esos fondos fueron para la detección del narcotráfíco y el restante para la reversión de las plantas de coca, programas de desarrollo alternativo y programas para policías de la región. A nivel global, el presupuesto antidroga de los Estados Unidos que se ha gastado este año es de 16.000 millones de dólares, pero el 62% de estos fondos son para combatir la oferta y solo una tercera parte se dirige en contra de la demanda. La parte de defensa también ha establecido tres radares en Colombia, Perú y radares más poderosos llamados "radares más allá del horizonte", en Virginia y Texas. También en agosto se anunció que el próximo año en Puerto Rico, a pesar de una vasta oposición popular, se van a establecer en ese país otros radares, y el Departamento de Defensa tiene centros que procesan la información recibida (tal como es el caso de la base en Howard) que son centros de procesamientos de la información en California y en florida. "Digo todo esto para mostrar que el CMA no es un proyecto exclusivo a Panamá, pero que forma parte de todo un complejo, y que no se puede mantener que el CMA representa una propuesta especial para Panamá" afirmó. El expositor informó que el centro de Howard ya tiene representantes militares y pilotos de Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador y Brasil. Por esa presencia, se va a argumentar que el Centro ya es multinacional. Los otros países, México, Colombia y Brasil, no están involucrados en ninguna negociación. A estos gobiernos, que solo se les está informando sobre ciertos puntos, se les está solicitando sus perspectivas sobre el CMA. Entonces será difícil incorporar esos países en una negociación, en un acuerdo que ya es bilateral. En los datos que citó, Poland agregó que entre el 1 de abril de 1996 y el 31 de marzo de 1997, este complejo de operaciones militares monitorearon 45.000 vuelos en América Latina, es decir, que hay un control amplio de los espacios aéreos en toda la región; pero de 150 vuelos, solo una tercera parte fueron sospechosos de estar involucrados en el narcotráfico y de ellos 21 fueron derivados o forzados a aterrizar.
Poland enfatizó una interrogante, "¿Cómo va a funcionar el Centro como una actividad civil si los soldados allí están bajo mandos militares?". Agregó que según fuentes de la Cancillería, dentro del CMA cada país va a controlar a sus propias fuerzas y bienes a nivel de operaciones, es decir; que sí hay 2.000 tropas y 50 aviones norteamericanos, el Pentágono controlará estas tropas de aviones en las operaciones que se lleven a cabo; mientras que la Junta Internacional y civil, según quien sea que la diriga, va a establecer las políticas globales. Explicó que, según su criterio, el objetivo del CMA, este centro de drogas de Estados Unidos en el exterior, no es reducir la oferta de drogas y mermar su cantidad, ya que este objetivo no es alcanzable. Entonces su verdadero objetivo es aumentar el precio de la droga en la calle, tanto para productores como consumidores. La idea es que si puede interferir en el puente entre Perú, Bolivia y Colombia, se elevan los costos de producción y de contrabando y así este costo pasa al consumídor. Pero se trata de una falacia puesto que, según estudios del National Corporation, las ganancías y costos de los traficantes en Latinoamérica representan solo un 10% de su precio para el consumidor, así que el porcentaje no afecta la demanda del adicto. Por otro lado, Poland, sostuvo que el CMA también abre la ventana para otros tipos de presencia militar, sobre todo bajo el rublo del entrenamiento militar. Existe actualmente un fuerte movimiento para que cierren la Escuela de las Américas, en Georgia. La Casa de Representantes en septiembre estuvo a punto de votar para cortar sus fondos; el Pentágono debe estar buscando nuevas formas para los programas de entrenamiento militar que actualmente lleva a cabo en la Escuela de las Américas. Sí al CMA le dan las funciones de la Escuela de las Américas pueden fácilmente trasladarse a Panamá. Está también la propuesta para el Centro de Pruebas Tropicales. Este Centro ha funcionado en Panamá por 33 años y su objetivo principal es probar los equipos y la conducta o los métodos de los soldados en condiciones tropicales, porque se dice que tres de cada cuatro conflictos bélicos en el mundo serán en climas tropicales. Se dice también que necesitan probar equipos bélicos en los sitios que menciona su propuesta formal de junio de este año, que son: Tambora, una instalación en Rodman, Sherman y posiblemente Emperador. Este centro quiere incorporarse en la Ciudad del Saber como una institución técnica y científica, y también como una especie de instalación de entrenamiento militar. Poland citó al embajador John Negroponte que dice que EstadosUnidos quiere incluir, dentro del mandato del CMA, las operaciones cívicas de construcción de carreteras y de otra infraestructura. La mayoría de las más de cincuenta mil tropas que el Comando Sur despliega en América Latina al año están destinadas a esa misión. Es importante señalar que estos trabajos son también una especie de entrenamiento militar: durante la guerra del Golfo Pérsico los militares construyeron ciudades enteras en Arabia Saudita en unos pocos meses. Dice el coronel Larry Gragg, hablando de estos ejércitos: "pienso que los frutos de todo esto se veían años después en las operaciones Escudo del Desierto y Tormenta del Desierto. Ejercicios en Centroamérica les dieron mucha experiencia a nuestros efectivos de reserva". Estos trabajos militares son prohibidos dentro de los Estados Unidos así que buscan situaciones en América Latina para cumplir este requisito militar. Por estar guiados más que todo por fines militares y políticos y no por las necesidades del desarrollo sostenible, los trabajos "humanitarios" han tenido serios problemas en cuanto a falta coordinación con las autoridades locales y en algunos casos la baja calificación de los militares. Uno de los resultados del apoyo ciego para la guerra contra las drogas es que todo programa y gasto militar se defiende con la idea de que está combatiendo el narcotráfico. Así, el Coronel David Hunt, Director para la Impíementación de losTratados del Comando Sur, afirma que algunas de las construcciones bajo este programa, son ligadas a la guerra contra las drogas. Las tropas pueden construir una escuela, construir una carretera que da a un área determinada que tiene no solo gente sino que también laboratorios de drogas,... así que pueden considerarse como operaciones contra la droga". De todos modos, la estrategia militar contra la droga ha sido un fracaso en sus propios términos. Entre 1988 y 1995, la cantidad de terrenos sembrados con hoja de coca en América Latina creció desde 186,000 hectáreas hasta 214.000 hectáreas, un aumento del 15%. El precio de la cocaína en las calles de Estados Unidos se ha mantenido igual, y hasta la concentración o pureza de la heroína ha aumentado. En 1996, el área del terreno de Colombia sembrado con hoja de coca incrementó un 32%. Esto se debe al efecto globo: cuando se aprieta una parte del fenómeno las sustancias se mueven al otro lado. En palabras de la rama investigativa del Congreso norteamericano, "cuando los esfuerzos de interdicción aérea han sido exitosos, los traficantes han aumentado su uso de rutas marítimas y terrestres". Aún si se acepta la tesis que al atacar los vuelos de drogas sospechosos se puede reducir el consumo de la droga, el CMA no tiene que estar en Panamá, afirmó el Sr. Poland. El expositor hizo varias observaciones: * Las computadoras y otros equipos sólo procesan la información recaudada por los vuelos F-16s y AWACS, radares terrestres, y ROTHR. Como dijo el coronel Hunt en el centro de operaciones aéreas conjuntos, "todo se hace con electrones." Así que se podría poner el centro de operaciones aéreas en Bangok, Tailandia y funcionaria igualmente bien, excepto que todos los militares tendrían que trabajar en la noche. *Si la estrategia militar adoptada por los Estados Unidos para combatir el narcotráfico en la región no ha sido efectiva y considerando que se podrían poner los equipos y radares en otro lugar ¿por qué los Estados Unidos quiere mantener una relación militar en Panamá? *La dírígencia militar y civil de los Estados Unidos es de la opinión de que las drogas son un problema externo, no interno, que el problema se ubica fuera de sus fronteras y no como un problema de salud pública dentro del país. Primero, si se cuenta entre las drogas tantos las legales como las ilícitas vemos que el tabaco genera mucho mayor daño a las personas que la cocaína y la heroína en su conjunto. Sólo en los Estados Unidos, entre 350 mil y 400 mil personas se mueren anualmente por los efectos de adicción al tabaco, comparado con menos de 20 mil de cocaína y heroína. Otro problema asociado con el narcotráfico es el tráfico de armas pequeñas que son utilizadas por los carteles para asesinar a competidores, policías y civiles inocentes. Investigaciones tanto de gobiernos latinoamericanos como del propio Estados Unidos concluyen que una gran cantidad de las armas compradas por los carteles se venden en el sur de los Estados Unidos, donde hay pocos controles sobre la venta de armas. Si se quiere reducir el poder de los carteles y, por ende, la necesidad de involucrar a militares para combatirlos, Estados Unidos debe controlar la venta de armas comerciales. Esto requiere confrontar el lobby pro-fusil, un factor poderoso en la vida política de los Estados Unidos. Por otro lado, la guerra contra el narcotráfico está en conflicto con otros objetivos de Washington. Según un informe del Servicio de Investigación del Congreso, "contradicciones inherentes aparecen a menudo entre la política antidrogas de los Estados Unidos y otras políticas", tales como el apoyo a la democracia, mejorar el respeto para los derechos humanos y promover el comercio de los Estados Unidos. Pero la mayor contradicción con políticas antí-drogas son el comercio creciente y un mercado sin regulaciones estatal. En esto, el naxcotráfico obedece a los mismos principios del comercio y ganancia que promueven nuestros gobernantes y sus políticas económicas neolíberales. Un ejemplo fue en el año 1990, cuando el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos se opuso a un programa en Bolivia para promover la soya como una alternativa a la hoja de coca, porque temían que pudiera desarrollar un competidor comercial para las exportaciones norteamericanas de la soya. Además, el crecimiento de la carga comercial, que es uno de los resultados del neoliberalismo, hace más difícil la detección e incautación del contrabando, pues todo el consumo de cocaína para un año en los Estados Unidos puede caber en solo 13 contenedores mientras que 10 millones de contenedores y camiones pasan por las fronteras de los Estados Unidos anualmente. Más a fondo, la lógica del neoliberalismo aprecia la actividad económica, no tanto el bienestar social: no se invierte en la salud pública o en el apoyo para los pequeños agricultores, sino en políticas y en la liberalización del comercio. La producción y el consumo de narcóticos obedecen a esta forma también. Para terminar, Poland volvio a preguntar ¿Por qué Estados Unidos quiere mantener soldados en Panamá?. Subrayó tres intereses del Pentágono: Mantener relaciones con otros militares del área de América Latina. Estas relaciones entre los militares son claves para la venta de armas sofisticadas a los ejércitos de la región. Mantener los presupuestos y misiones para las instituciones militares. Dicho de otra manera, el Gral. Maxwell Thurman, al haber caído el muro de Berlín y terminada la guerra fría, dijo que la guerra contra las drogas "es la única guerra que tenemos". Ahora las instituciones militares necesitan otra misión, y la droga es un enemigo con que las masas se pueden identificar y aprobar fondos. Intervenciones directas en caso de que las cosas se pongan mal. En 1992, después de la guerra del Golfo, el Pentágono planteó siete escenarios en donde podría intervenir en el futuro. El único escenario de América Latina fue Panamá, bajo la hipótesis de que guerrilleros colombianos iban a alfarse con policías panameños para amenazar el Canal. Poland concluyó que "creemos que ninguno de estos razonamientos amerita de que Panama mantega una presencia militar extranjera en su territorio. Por otro lado, para enfrentar de verdad los daños producidos por la adicción y el narcotráfico, propondríamos una política que enfoque el problema desde sus raíses: programas de tratamiento, educación, trabajo para los adictos, y apoyo para el desarrollo alternativo dirigido a los productores". Terminó diciendo que la lucha del CMA va a ser difícile, hay un referéndum en camino, y puesto que no tienen recursos, el CMA no es objecto de noticias masivas en los Estados Unidos. Diálogo Centroamericano es producido por el Centro para la Paz y la Reconciliación de la Fundación Arias para la Paz y e1 Progreso Humano con el apoyo de la Fundación Ford. Apartado 8-6410-1000, San José,
Costa Rica. |