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Defensa y Seguridad Nacional: Hipótesis de Conflictos Javier Pichardo, secretario de la Junta Directiva del Centro de Estudios Estratégicos de Nicaragua En primer lugar, es conveniente dar una definición sobre lo que es defensa nacional. Una definición razonable podría ser todas aquellas actividades que realiza el Estado, inclusive instituciones de la sociedad civil, para garantizar lo que establece la Constitución Política de la Nación. Esta definición es muy general, porque lo que establece la Constitución es de un espectro muy amplio, en lo político, en lo cultural, en lo económico, en lo jurídico, en lo social, en medio ambiente, en seguridad nacional, etc. Si aceptamos esa definición tan general, el concepto de defensa abarcaría prácticamente todas las áreas de conducción política del Estado. Así que vamos a centrarnos en una definición un poco más particular que nos permita abordar el tema apropiadamente, definición que por supuesto no es definitiva sino un punto de referencia para la ponencia. La defensa nacional la consideramos como el área de conducción política del estado que organiza y conduce todas aquellas actividades que realizan sus instituciones, principalmente la armada, para prevenir conflictos externos o internos y catástrofes naturales que atentan contra la existencia y estabilidad de la nación. I. Elementos de defensa y Seguridad Nacional en las Constituciones Políticas de Nicaragua. Primero, es interesante repasar los antecedentes sobre defensa y seguridad nacional en las 11 constituciones que se han promulgado en nuestra República, partiendo de la Constitución de 1826 hasta la de nuestros días. En ellas encontramos una serie de características comunes.
Hay una particularidad que queremos mencionar, porque refleja un periodo importante que tuvo nuestro país. En el artículo 50 en la constitución de 1939 se refleja lo que en aquel tiempo se consideraba una amenaza.: "El Estado no reconoce la existencia legal de los partidos políticos de organización internacional. Se exceptúa los partidos que tiendan a la unión de Centroamérica." En el artículo 11 de la Constitución reformada del año 1955, establecía literalmente : "El Estado prohibe la formación y actividades del partido comunista y de los que sostengan filosofías similares, lo mismo que cualquier otro partido de organización internacional. Quienes pertenecieran a ellos no pueden desempeñar ninguna función pública sin perjuicio de las penas establecidas". Esto era un reflejo de la guerra fría. Con el advenimiento de la Revolución Popular Sandinista, el sistema jurídico, político y social cambió, y por lo tanto cambiaron las apreciaciones de amenazas a la existencia y estabilidad nacional. Se creó en el período del 80 al 87 una doctrina de defensa y seguridad nacional que estaba de acuerdo con los principios que sustentaba la Revolución Popular Sandinista. Esto al principio se plasmó tanto en el estatuto fundamental (documento que se creó en el inicio de la Revolución y hacía las veces de Constitución Política) como en la constitución promulgada en 1987. La derrota electoral del Sandinismo en el 90 revierte todo el sistema político, económico y jurídico de la nación y, en consecuencia, la reciente doctrina de Defensa de la Revolución desaparece. II. Elementos para la formulación de políticas de defensa y seguridad de los años 90. En esta nueva situación, hay una serie de elementos que inciden en la política de defensa y seguridad nacional.
III. Observaciones al Tratado Marco de seguridad Democrática en Centroamérica El contenido el Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica tiene una incidencia fundamental en las políticas de defensa de la nación. Este Tratado Marco tiene como propósito fundamental concretar un modelo de seguridad regional, que es único, integral e indivisible y que está inspirado en los logros alcanzados por el intenso proceso de pacificación e integración centroamericana. Vamos a citar unos de sus artículos más relevantes, para dar una idea de cómo afecta las políticas de defensa de nuestro país. En el artículo 4 menciona: "Cada uno de los países firmantes establecerá y mantendrá en todo momento un control eficaz sobre sus fuerzas militares de seguridad pública por las autoridades civiles constitucionalmente establecidas y velará porque dichas autoridades cumplan con sus responsabilidades en ese marco y definirá claramente sus doctrinas, misiones, funciones de estas fuerzas y su obligación de actuar únicamente en este concepto". En su artículo 8, menciona literalmente: "Para el fortalecimiento de la democracia, los países firmantes reafirman su obligación de abstenerse de prestar apoyo político, militar, financiero o cualquier otra índole a individuos, agrupaciones, fuerzas irregulares o bandas armadas que atenten contra la unidad y orden, del estado o propugnen el derrocamiento o desestabilización del gobierno democráticamente electo de otro país firmante". Asimismo, reitera impedir el uso de su territorio para organizar o realizar acciones armadas, actos de sabotaje, secuestros o actividades delictivas en el territorio de otro Estado. El modelo Centroamericano de Seguridad Democrática, desde el punto de vista de seguridad regional, se rige por los siguientes principios, que voy a leer literalmente.
Estos, entre otros, son aspectos importantes de ese tratado marco que inciden en la formulación de políticas de defensa y la formación de las doctrinas de defensa y seguridad nacional. Este Tratado fue firmado por los presidentes centroamericanos en diciembre de 1995 y disminuye considerablemente las posibilidades de confrontación entre los estados centroamericanos. IV. Conflictos territoriales Nicaragua tiene conflictos territoriales con tres países: Colombia, Honduras y con Costa Rica. Con Colombia está el diferendo que se debe a la ocupación colombiana de una parte significativa de nuestro territorio, los cayos Roncador, Serrano, Quitasueño, las islas de San Andrés y Providencia. La pretensión más peligrosa de parte de los colombianos es el establecimiento de la frontera marítima, donde establecen que la frontera con Nicaragua es el Meridiano 82. Si eso fuese aceptado, nosotros perderíamos decenas de miles de kilómetros cuadrados de territorio, parte de nuestra plataforma continental y en consecuencia una gran parte de la riqueza marítima. Este es un diferendo que viene desde la época de la Colonia, tiempos de la Capitanía General de Guatemala y el Virreinato de Granada, que quedaba en Colombia. Se supone que hay una orden real de 1803 donde la corona española cede esos territorios al Virreinato de Granada. Se firmó un tratado entre Colombia y Nicaragua en 1928, pero este tratado fue desconocido en 1979 por la Junta Nacional de Gobierno Revolucionaria por ser lesivo a la soberanía nacional. Con respecto a los diferendos territoriales con Honduras, en la delimitación de la frontera marítima en el océano Atlántico, Honduras pretende que su frontera sea el paralelo 15, el estado Nicaragüense considera la frontera como la continuación de una línea imaginaria que se prolonga partiendo de las fronteras terrestres de ambos países. En el caso de la delimitación de la frontera en el Golfo de Fonseca, este problema esta en vías de solución con la colocación de boyas que señalizarán por donde pasa exactamente la frontera. En relación con Costa Rica, los ticos siempre han tenido pretensiones de soberanía con el Río San Juan y eso también data del siglo pasado. El tratado Cañas-Jerez efectivamente le cede derechos de navegación. La discusión sobre los derechos de soberanía, los derechos de navegación, etc. todavía está en el tapete En relación a las amenazas a nuestro país, entre ellas tenemos las que son estrictamente naturales, como huracanes, terremotos, sequías, epidemias, y en general las calamidades que pueden afectar la estabilidad de una nación. Eso tiene que introducirse como elemento para mejorar los planes de defensa y eso ya lo hacen aquí, porque hay una defensa civil que se ocupa de resolver las consecuencias y posibles consecuencias de los desastres naturales. Pero las amenazas externas de carácter militar a la soberanía, a la independencia, francamente no existen en las actuales circunstancias. El mismo Tratado Marco de Seguridad Democrática de Centroamérica, desde el punto de vista jurídico, inhibe a los países centroamericanos de cualquier acción que amenace a la soberanía entre ellas. Además de no haber tratado, ningún país centroamericano tiene la capacidad militar y económica para ocupar otro, de manera de que es un poco pretensioso decir que pudiera haber amenazas a la soberanía y a la independencia. La otra amenaza externa que ya se ha mencionado aquí es el narcotráfico y el tráfico de armas. El narcotráfico ha proliferado en nuestro país desde 1990, es una cuestión relativamente novedosa y es un problema con el cual vamos a tener que lidiar, dado que Nicaragua es un país de paso obligado para los traficantes de droga para los E.E.U.U. En cuanto a la amenaza de la paz interna, con los nuevos conceptos que hay ahora de amenaza a la seguridad o paz interna, como decía hoy el ministro, ahora el concepto de seguridad es más global, de manera que existen amenazas como la pobreza, el desempleo, los bajos salarios; tenemos un conflicto que desestabiliza el país y ya hay brotes de violencia, se está haciendo violencia contra los médicos huelguistas. Hoy son los médicos, mañana son los maestros, pasado mañana los enfermeros, etc. El mismo sistema educativo y el de salud están ya a niveles críticos, y todas estas amenazas tienen una expresión socioeconómica y deberían manejarse de manera preventiva, porque sino podrían tener más adelante una expresión que no necesariamente es socioeconómica, podría ser político militar y ese es un asunto muy serio. La amenaza de los grupos armados fuera de la ley ha disminuido, por cuanto el proceso de pacificación ha tenido un avance significativo. Sin embargo, se tiene que recalcar que la amenaza de los grupos armados reside, sobretodo, si existiera el incumplimiento de los compromisos de parte del gobierno. Si hay incumplimiento, existirían las causales para que los grupos pudieran de nuevo intentar armarse, pero esa amenaza ha disminuido considerablemente en estos 7 años. Sin embargo, la misma dinámica política de la nación produce otras amenazas, y ahora tenemos otra muy reciente y ya es prácticamente conflicto: el problema de la Costa Atlántica. Este es un problema serio de seguridad nacional, que se viene cargando desde hace 100 años. Desde el mismo momento que fue incorporada la Mosquitia en la época del General Zelaya, ahí comenzaron los problemas que todavía no se han resuelto y que han originado una ola de descontento, porque ya se está hablando de otra nación, sobre todo de otra constitución y eso atenta con la indivisibilidad del estado nicaragüense. Diálogo Centroamericano es producido por el Centro para la Paz y la Reconciliación de la Fundación Arias para la Paz y e1 Progreso Humano con el apoyo de la Fundación Ford. Apartado 8-6410-1000, San José,
Costa Rica. |