Diálogo Centroamericano para la Paz y la Desmilitarización

Diálogo Centro-
americano

San José, Costa Rica
No. 34
Octubre 1998

Panamá

EEUU no descarta negociar un nuevo Centro Antidrogas

El embajador de Estados Unidos en Panamá, William Hughes, no descartó la posibilidad de una nueva negociación entre su país y el próximo gobierno pañanemo para establecer en el istmo un Centro Multilateral Antidrogas (CMA).


"Lógicamente cualquier cosa es posible", dijo Hughes durante un acto el 5 de octubre, en el que la embajada de EEUU donó computadoras, radiocomunicadores y tres vehículos y manuales operativos a la policía judicial panameña.

Pese al fracaso de las negociaciones por el CMA, Estados Unidos mantendrá inalterable su cooperación con Panamá en la lucha contra el crimen, informó un portavoz de la embajada.

El futuro gobierno panameño deberá asumir en septiembre próximo después de las elecciones generales del 2 de mayo de 1999, con lo que quedaría muy poco tiempo para negociar un nuevo acuerdo, dado que las tropas de EEUU tienen que abandonar el istmo el 31 de diciembre de ese año en virtud de los acuerdos Torrijos-Carter.

Las negociaciones entre Panamá y Estados Unidos para la creación de la CMA fracasaron porque desde un principio hubo posiciones encontradas con el equipo negociador, como lo afirmó a finales de setiembre el presidente panameño Ernesto Pérez Balladares.

Para instalar el CMA, Panamá ofreció a EEUU la base de Howard, en lado Pacífico del Canal y que ocupan los militares norteamericanos desde principios de siglo, cuando sea transferida el 31 de diciembre de 1999 a este país en cumplimiento del tratado Torrijos-Carter, de 1977.

El pacto firmado por el fallecido general Omar Torrijos y el entonces presidente de EEUU Jimmy Carter ordena la transferencia del Canal, que administran panameños y estadounidenses, y la reversión de media decena de bases militares a más tardar el último día de lo que queda de siglo.

Balladares recordó que cuando propuso la creación del CMA en 1995, estaba convencido, y lo sigue estando ahora de que la única forma de lograr avances en la lucha contra las drogas es mediante el esfuerzo concertado entre países productores, los consumidores y aquellos donde van a parar los dineros del crimen.

El gobierno panameño decidió no instalar el CMA después de que EEUU insistiese en la introducción de una cláusula referente a "otras misiones", sin especificar cuales, para los cerca de 2.000 soldados que pretendía acoger.

El gobierno estadounidense tampoco cedió en su petición para que el tratado sobre la instalación del CMA tuviese una duración de doce años, en lugar de los tres que defendían las autoridades panameñas.

Bienvenidos

Cuando el último día del siglo Estados Unidos abandone definitivamente Panamá, los ciudadanos de aquel país seguirán siendo "bienvenidos", dijo el 7 de octubre el presidente panameño, Ernesto Pérez Balladares.

Panamá seguirá dando la "bienvenida a los que quieran compartir con nosotros la era que estamos próximos a iniciar" y que "celebramos con legítimo orgullo patriótico", dijo Pérez.

El mensaje presidencial iba dirigido a los residentes extranjeros en el país, y en concreto a los estadounidenses. "Cuando al mediodía del 31 de diciembre de 1999 el Canal pase a manos panameñas y se cierre la última base militar norteamericana, se clausurará para siempre una época caracterizada por reclamos reivindicativos, confrontaciones callejeras y negociaciones diplomáticas", afirmó el gobernante.

Agregó que esa época "deja también una relación especialísima entre Panamá y Estados Unidos y un legado de amistad que trasciende los asuntos oficiales y los tratados internacionales".

"Aun en los momentos de mayor tensión política y diplomática con Estados Unidos, los ciudadanos norteamericanos nunca fueron objeto de persecución o de agresión indiscriminada" y "ese rasgo de nuestra idiosincrasia nunca lo debemos perder", dijo.

Agregó que "con el cierre inminente de las bases y la próxima reversión del Canal, muchos han expresado su deseo de quedarse en Panamá, de pasar sus últimos años en la tierra donde transcurrió lo mejor de sus vidas".

"Panamá es un país joven que ha recibido el beneficio de muchas migraciones. Nunca hemos tenido el complejo de que sólo lo propio vale, ni la numerosa presencia de extranjeros ha menoscabado los cimientos de nuestra nacionalidad", insistió.

Presencia ilegal

El expresidente panameño Jorge Illueca advirtió el 12 de octubre que es "inadmisible" que soldados estadounidenses permanezcan en Panamá más allá del año 2000 pues "los tratados (del Canal) y la Constitución no lo permiten".

Durante un acto convocado por un centenar de organizaciones nacionalistas en la Universidad de Panamá para analizar el fracaso de las negociaciones para el establecimiento en este país de un Centro Multilateral Antidrogas (CMA), el también ex embajador panameño en la ONU se pronunció en contra de prorrogar la presencia militar de EEUU bajo cualquier circunstancia.

Illueca se refería a recientes declaraciones del presidente panameño, Ernesto Pérez Balladarres, y del ministro de Relaciones Exteriores de este país, Jorge Ritter, en el sentido de que se examinan acuerdos para la limpieza de los campos de tiro usados por EEUU en la antigua zona del canal, que deben descontaminar.

Para el político, es "inadmisible" que la limpieza de los polígonos de tiro se extienda más allá del año 2000, al tiempo que cuestionó si existe algún pacto "secreto" entre ambos gobiernos.

También rechazó que se condicione la limpieza de los territorios contaminados (unas 15.000 hectáreas) al uso futuro que se le quiera dar, pues "equivale a hipotecarlas y a ponerlas fuera del comercio en cuanto a los usos no autorizados, si es que tal oprobio se impusiera".

Asimismo, advirtió al Organo Ejecutivo que "no tiene constitucionalmente facultades legislativas para delimitar el uso de las áreas revertidas".

En este contexto, Illueca destacó que "fuerzas retardatarias, dentro y fuera de Panamá, conspiran contra la independencia, la soberanía y el honor nacional", tras resaltar que no puede "dar paso al relevo nacional" pues se ve compelido "a volver a la lucha contra las tramas oscuras de los Iscariotes de la República".

El 31 de diciembre de 1999, Estados Unidos debe entregar el canal de Panamá y concluir su presencia militar de 85 años en territorio panameño, de acuerdo con los tratados Torrijos-Carter de 1977, que establecen también que debe retirar toda amenaza a la vida de las tierras que ocupó, unos 1.400 kilómetros cuadrados.ACAN-EFE


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