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Ejércitos para preservar la paz y la democracia Pedro Joaquín Chamorro Ministro de Defensa de Nicaragua Durante los últimos 10 años, el área centroamericana ha experimentado un avance substancial hacia la consolidación de sus incipientes democracias, y con ello un proceso de mejoramiento de las relaciones civico-militares que contrasta con la historia tormentosa que va quedando atrás como un lejano y triste recuerdo. Lógicamente, este fortalecimiento de las democracias va paralelo con el nuevo papel que han asumido los militares en la región, de respeto y obediencia a la autoridad civil. Desde el inicio de los años 90, en nuestro país hemos avanzado rápidamente, cumpliendo el ejército tres tareas fundamentales dentro del marco democrático: la reducción de sus efectivos para adecuar su tamaño a la economía y a los tiempos de paz; la pacificación del país y asentamiento de la democracia y, más recientemente, con el plan nacional de desminado. Otro papel fundamental que desempeñó el Ejército de Nicaragua, y que le permitió a la institución castrense acercarse más a la sociedad civil, fue su destacada participación en las labores de búsqueda, salvamento y rescate en los días posteriores al huracán "Mitch" y luego en las labores de reconstrucción y apertura de vías de comunicación. Este contribución en la emergencia nacional fue reconocida en forma unánime por toda la sociedad nicaragüense y fue una demostración palpable del servicio que le pueden brindar los ejércitos a la sociedad en tiempos de paz. Otras misiones de gran importancia que le ha encomendado el gobierno de la República al Ejército son. 1. Protección de los recursos naturales, particularmente las reservas forestales de Bosawás e Indio Maíz, así como la lucha contra la piratería en los recursos marinos en la plataforma continental del Caribe. 2. Reforzar la lucha de la Policía Nacional contra las bandas delincuenciales en las áreas rurales, principalmente durante la época de recolección de café. 3. Apoyar la lucha de la Policía contra el narcotráfico. 4. Fortalecer las unidades de desminado. 5. Enfrentar, en conjunto con las organizaciones civiles, los desastres naturales. En los albores del nuevo milenio, las posibilidades de una guerra son cada vez más remotas, particularmente en nuestro hemisferio. De allí que los ejércitos pueden y deben jugar un papel muy importante para apuntalar la democracia, desarrollando tareas que por su naturaleza, medios y organización militar, tienen mayor capacidad de emprender con éxito que la sociedad civil. Si bien los ejércitos se inventaron para la guerra, su presencia en los nuevos tiempos se justifica por su papel para preservar la paz y la democracia Los nuevos retos que se enfrentan en el hemisferio no son de naturaleza militar, no obstante son globalizados y pueden poder en peligro a las democracias. Estos son: el narcotráfico, la depredación de los recursos naturales, el terrorismo y el tráfico ilegal de armas convencionales o químicas. Estos retos demandan también una respuesta globalizada, es decir, una estrecha colaboración entre los ejércitos de cada país y/o sus organismos de seguridad. Diálogo Centroamericano es producido por el Centro para la Paz y la Reconciliación de la Fundación Arias para la Paz y e1 Progreso Humano con el apoyo de la Fundación Ford. Apartado 8-6410-1000, San José,
Costa Rica. |