FARC
letter to Colombian Congress, January 8, 2002
Montañas
de Colombia, enero 8 de 2002
Señores:
Miembros del Congreso de la Republica
El día de
hoy los voceros de las FARC-EP realizamos una trascendental reunión
de la Mesa de Diálogo y Negociación que busca destrabar
el proceso de paz con el Gobierno nacional, luego que el Presidente Andrés
Pastrana en su alocución del 7 de octubre del año pasado
anunciara unilateralmente cambios en las garantías que requiere
la Zona Desmilitarizada para el diálogo.
En los tres meses
transcurridos hasta hoy, hemos hecho varias propuestas encaminadas a hallar
una solución a la parálisis del proceso. Es así como
realizamos reuniones con representantes de la Iglesia Católica,
de las Naciones Unidas, los embajadores del Grupo de los Países
Facilitadores del Proceso de Paz y con el Alto Comisionado de Paz.
Además, el
Comandante en Jefe Manuel Marulanda Vélez envió una carta
donde propone un Gran Encuentro Nacional con los Presidentes de los tres
Poderes del Estado, de la Conferencia Episcopal y del Consejo Gremial
para que digan qué es lo negociable con el Estado.
Vemos conveniente
una reunión con los Presidentes de las Cámaras del Congreso
para intercambiar opiniones. Realmente nos preocupa que mientras la insurgencia,
y en particular las FARC-EP, busca soluciones políticas al conflicto
social y armado por medio de la Mesa Nacional de Diálogo, las mayorías
del Congreso legislan en contravía de los intereses de los trabajadores,
como lo prueban las nuevas leyes laborales, pensionales y tributarias
que afectaron principalmente a los obreros y empleados.
Para nosotros en
muy importante buscar soluciones a corto, mediano y largo plazo en materia
de empleo, del cual carecen hoy 3 millones y medio de personas en capacidad
de laborar y producir riqueza, al igual que para 5 millones y medio más
de colombianos que sobreviven en campos y ciudades del rebusque diario.
Vemos muy perjudicial
para el futuro del país que las mayorías bipartidistas del
Parlamento sigan por el camino equivocado de aprobar incrementos desmedidos
de los gastos para la guerra interna, que significan además recortes
a los presupuestos de la educación y la salud. Y como si lo anterior
fuera poco, el Congreso aprueba una Ley de Seguridad Nacional y faculta
al Presidente para que en tres meses reglamentara un nuevo Estatuto Antiterrorista
que hoy constriñe aun más las escasas libertades políticas,
sindicales y de organización de los demócratas y revolucionarios
y mañana cobijará a todo aquel que reclame el mínimo
derecho.
Mientras tanto, la
corrupción sigue campante en los recintos del Congreso, escamoteándole
al pueblo los recursos que requieren inversiones fundamentales para sacar
de la pobreza a 25 millones de compatriotas, dar tierra a un millón
y medio de familias campesinas que carecen de ella, dotar de servicios
públicos esenciales como agua y luz a 25 millones de ciudadanos,
resolver el problema de 2 millones y medio de familias sin vivienda.
Ningún bien
le hace a la dignidad de la patria y a la crisis económica, un
mayor endeudamiento externo, como tampoco la puesta en práctica
del Plan Colombia, que termina por socavar la ya menguada soberanía
nacional con una mayor presencia de tropas y asesores norteamericanos
en el país.
El análisis
de la crisis nacional y del estado actual del proceso, junto con las declaraciones
de funcionarios civiles y militares del Gobierno y del Estado, relacionadas
con las medidas presidenciales que dieron origen al estancamiento actual
de los diálogos y la negociación política, nos han
obligado a declararnos en espera de las decisiones que al respecto pueda
tomar el señor Presidente de la República el 20 de enero,
en bien de todos los colombianos. En ese sentido el Comandante Manuel
Marulanda ha enviado una carta con nuevas propuestas al Presidente Pastrana
para tratar de destrabar el proceso.
Finalmente, el Estado
Mayor Central de las FARC-EP ha expedido un comunicado público
en el día de hoy en el que da a conocer su posición acerca
de la situación del proceso de paz en nuestro país.
Sin otro particular,
atentamente,
Raúl Reyes,
Joaquín Gómez, Carlos Antonio Lozada, Simón Trinidad
y Andrés París.
As of January 9, 2002,
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