FARC
letter to the armed forces, January 8, 2002
Montañas
de Colombia, enero 8 de 2002
Fuerzas Militares
y de Policia:
En el día
de hoy estamos realizando una trascendental reunión de la Mesa
Nacional de Diálogo y Negociación que busca destrabar el
proceso, luego de tres meses de parálisis como consecuencia de
los cambios que extreman las medidas en forma unilateral, por parte del
Gobierno y que afectan las garantías que le dan sustento a la Zona
donde se adelantan las conversaciones.
Pese a los esfuerzos
realizados por nosotros el Gobierno Nacional se empeña en extremar
las medidas adoptadas de manera unilateral el pasado 7 de octubre, poniendo
de esta manera el proceso en grave riesgo. Para nadie es un secreto que
de fracasar este esfuerzo por la salida política los colombianos
nos veríamos abocados a emplear las diversas formas de lucha.
Desde hace 37 años,
se le ha impuesto al pueblo colombiano una guerra, por parte de los gobiernos
de turno y el parlamento, que busca sostener un Régimen que defiende
los privilegios económicos, políticos y sociales de una
minoría oligarca enemiga de Colombia, mientras los colombianos,
incluidos los miembros de la Fuerza Pública y sus familias padecen
hambre, miseria y falta de educación, salud, vivienda y trabajo.
En desarrollo de
esta guerra se le ha asignado a las Fuerzas Militares y de Policía
el papel de defensores del sistema y terminaron convertidos en enemigos
de su propio pueblo; de espaldas a la nación y haciendo el papel
de fuerza de ocupación que defiende los intereses de potencias
extranjeras, como en este momento con el denominado Plan Colombia.
Los Altos Mandos
Militares en desarrollo de su estrategia contrainsurgente han mancillado
el honor de las Armas de la Patria al encapucharlas para asesinar impunemente
millares de colombianos a nombre de grupos paramilitares según
lo aprendido en las Academias Militares Norteamericanas.
Tal situación
no puede continuar por mucho tiempo. Soldados, Policías, Suboficiales
y Oficiales salidos del mismo pueblo colombiano tienen que reflexionar
acerca del papel que obligadamente vienen cumpliendo.
La Fuerza Pública
no puede continuar siendo el principal factor que impida la reconciliación
y la reconstrucción nacional. La actitud asumida por los Altos
Mandos Militares en los momentos decisivos de los procesos de diálogo
los pone en evidencia como enemigos de la paz con justicia social en Colombia.
Así sucedió con el General Landazabal durante el Gobierno
de Belisario Betancourt, Harold Bedoya en el Gobierno de Ernesto Samper
y ahora puede llegar a darse con el General Tapias.
Mientras el Régimen
persista en la idea de unos diálogos limitados a pactar únicamente
las condiciones de rendición de la Insurgencia, va a ser muy difícil
adelantar el proceso. La solución política del conflicto
social y armado en nuestro país pasa por la realización
de cambios profundos en el sistema económico, y en el régimen
político y social que eviten que Colombia caiga por el despeñadero.
En este proceso las Fuerzas Armadas deben ser factor de cambio a favor
de los intereses del pueblo y no impedimento para su materialización.
En este sentido hemos propuesto en reiteradas ocasiones un encuentro del
Comandante Manuel Marulanda con un General Activo que genere un ambiente
propicio al proceso entre los Combatientes.
Luego de analizar
en detalle los últimos acontecimientos relacionados con el proceso
y las declaraciones de funcionarios civiles y militares del Gobierno,
con relación a las medidas que han originado el estancamiento de
los diálogos, hemos decidido declararnos a la espera de las decisiones
que al respecto pueda tomar el señor Presidente de la República
el próximo 20 de enero, en bien de todos los colombianos. En esa
idea, el Comandante Manuel Marulanda ha enviado una carta con nuevas propuestas
al Presidente de la República para tratar de destrabar el proceso.
El Estado Mayor Central
de las FARC-EP ha expedido un comunicado público en el día
de hoy dando a conocer su posición frente a la situación
actual del proceso.
Llamamos a todos
los militares patriotas que hoy visten el uniforme de las Fuerzas Militares
de Colombia a que se nieguen a cumplir las órdenes que los convierten
en enemigos de su propio pueblo y a que se organicen en Núcleos
Bolivarianos para luchar por la Nueva Colombia.
Sin otro particular,
atentamente;
Raúl Reyes,
Joaquín Gómez, Carlos Antonio Lozada, Simón Trinidad
y Andrés París.
As of January 9, 2002,
this document was also available online at http://eltiempo.terra.com.co/09-01-2002/prip154208.html