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Last Updated:2/12/00
FARC Declaration, January 26, 2001

Un Plan de dominación imperialista

"Colombia esta amenazada, llamamos a los pueblos del mundo a que se opongan
y rechacen los planes intervencionistas e invasores de los EE.UU.": FARC-EP

El llamado plan Colombia, es en realidad sólo una parte del proyecto imperial de los Estados Unidos de América, para reposicionarse militarmente y garantizar su dominación política, económica y social en la región andina y la cuenca amazónica. Buscan los EE.UU. a través de su presencia militar el control estratégico de las riquezas naturales y recursos energéticos que posee la región. El argumento utilizado es el combate contra el trafico de drogas, negocio capitalista regulado bajo las reglas del libre mercado y del cual se lucran principalmente los países consumidores, en cuyo sistema financiero y comercial se reciclan los dineros producidos por segundo negocio en importancia para el mercado mundial.

La supuesta lucha contra el narcotráfico, toma el lugar y el papel de la otrora llamada teoría de la seguridad nacional, y debe crear las condiciones militares a la instrumentalización y exigencias de la globalización neoliberal, en un continente donde sus pueblos se niegan a aceptarlas con resignación y toman el camino de la lucha; se levantan los trabajadores y los sectores populares contra la imposición de la unidad monetaria imperial o dolarización de la economía; indígenas y campesinos rechazan las medidas impuestas por la banca mundial y se movilizan masivamente; caen regímenes de tipo dictatorial, mientras otro pueblos optan en las urnas por candidatos alternativos de izquierda y en algunos países se forjan experiencias de gobiernos democráticos y anti-neoliberales que ven en la soberanía y autonomía de nuestros pueblos la senda del progreso y el desarrollo.

En Colombia, el plan busca detener el avance del movimiento guerrillero, componente fundamental del movimiento popular y única forma posible de oposición en un país donde el terrorismo de Estado a impedido el ejercicio de la oposición abierta y legal.

En la concepción del “plan Colombia”, se conjugan los intereses estadounidenses con los de una oligarquía antinacional que incapaz de solucionar las necesidades y exigencias de un pueblo y enrumbar el país por la senda del desarrollo, recurre a su patrón del norte para que este le ayude a garantizar sus privilegios y riquezas.

La violencia método de desarrollo capitalista

En Colombia fue la acción violenta de la oligarquía, representada en los dos partidos tradicionales, la que obligo hace ya más de medio siglo al campesino Colombiano a armarse para defender el derecho a poseer su propia tierra y su propia vida. Para descampesinar el campo y ensanchar el latifundio se utilizo desde los años 50 y se siguen utilizando las bandas paramilitares, dos millones de colombianos desplazados que deambulan por las calles de las grandes ciudades son testimonio presente de la intensificación que ha tenido esa política en los últimos años. Ha sido la violencia ejercida desde el poder, el método principal para la adquisición, concentración y usufructo de la riqueza.

Es en la lucha del campesinado colombiano organizado en movimiento agrario y respondiendo a la agresión imperialista de los EE.UU. que nace en 1964 el movimiento guerrillero de las FARC que la antidemocracia, simbolizada en el monopolio exclusivo y concertado del poder en dos partidos y sus practicas violentas para cerrar el camino a cualquier opción distinta, ha convertido, 36 años después, en un verdadero ejercito guerrillero al servicio del pueblo y en una real alternativa al poder de las oligarquías.

En 1964 se llamo plan LASSO, y como hoy sus objetivos eran los habitantes del sur del País, el argumento; la lucha contra el “Comunismo internacional”: En el 2000 se llama Plan Colombia, el argumento la lucha contra el “Narcotráfico Internacional”. Que mala memoria, en 36 años no aprendieron que la solución no es la guerra.

Hoy, el accionar político y militar de las FARC-EP y su vocación para buscar una solución política negociada al conflicto armado, ha obligado al gobierno Colombiano a aceptar un proceso de dialogo.

Iniciado en 1999 este proceso ha tenido que soportar atentados y superar escollos puestos por los enemigos de la Paz que son los beneficiarios de la guerra. No obstante hemos logrado ponernos de acuerdo en una agenda de doce puntos y desarrollar importantes mecanismos de participación popular, a través de las audiencias públicas, verdaderos foros democráticos, en los que han participado más de 25.000 colombianos y que pese al cerco informativo montado por los grandes medios de prensa han demostrado la identidad y respaldo de la población con las propuestas de las FARC-EP.

La lucha por la Paz es la lucha por grandes transformaciones sociales

Para las FARC-EP, la búsqueda de la paz no se contrapone con la lucha por grandes transformaciones sociales y del poder. En Colombia la lucha por la Paz se complementa con la lucha revolucionaria. Entendemos la Paz como un proceso de construcción de un nuevo país, donde las causas que originaron y alimentan el alzamiento en armas desaparezcan y un nuevo régimen político garantice el disfrute de los derechos y el bienestar de las mayorías. La paz es para nosotros, mucho más que un simple acuerdo y de ninguna manera el mero silencio de las armas, por eso la desmovilización y el desarme son temas que no están en discusión.

La paz demanda un modelo económico que le sea compatible y que ponga al centro de su preocupación a la población y no los intereses del capital mundial; un modelo económico que permita a los más el disfrute de las grandes riquezas con que la naturaleza nos ha premiado; que proteja los esfuerzos productivos de los colombianos de la voracidad de las empresas transnacionales y que idee variadas y diversas formas de propiedad.

La paz solo será posible con democracia real y garantías para el ejercicio pleno de los derechos y las libertades políticas. La Paz necesita una justicia que deje de ser un instrumento de guerra al servicio de los intereses del poder y se convierta en garantía para la convivencia entre los ciudadanos. La Paz en Colombia pasa por el desmonte de los grupos paramilitares que actúan además como política contrainsurgente del Estado y que son responsables del asesinato y desaparición de miles de colombianos, sindicalistas, obreros, campesinos, dirigentes populares y lideres políticos de la izquierda.

La paz no soporta unas FFAA que fungen como verdadera maquina de guerra contra su propia población, debe erradicarse de su conducta la doctrina de la seguridad nacional y reemplazarse por una doctrina patriótica inspirada en el ideario de unidad e independencia del libertador Simón Bolívar.

Y definitivamente, no habrá paz en Colombia, mientras no se cancele la deuda que tiene Colombia con sus campesino y se les devuelvan sus tierras acompañadas de medios tecnológicos, de prestamos, créditos y programas de comercialización de sus productos. Una nueva política agraria que permita dejar quietos los bosques y brindar alternativas a los actuales colonos que se han internado más allá de la frontera agrícola, entre ellos a las 500.000 familias dedicadas a cultivos ilegales. Solo así se podrá avanzar en la erradicación de los cultivos de coca, se deben suspender definitivamente las fumigaciones, que como lo muestran las cifras, significan una doble destrucción ya que los cultivadores se corren más adentro de la selva a seguir tumbando, a sembrar dos hectáreas más por cada una que es fumigada. En el caso de la coca, el enemigo no es la planta, sino el negocio capitalista. Y ese negocio no está propiamente en las selvas, donde los campesinos desplazados violentamente siembran para resistir y sobrevivir.

Es necesario combatir el negocio donde este se desarrolla. ¿ por que no legalizar bajo control científico el consumo de drogas, si de verdad se quiere combatir el flagelo?.

Hay que persistir

Lamentablemente el proceso de dialogo se encuentra congelado, hasta tanto el gobierno no presente y desarrolle un plan contundente de lucha contra el paramilitarismo que en lo que va corrido del año ha cometido una masacre cada día y asesinado a cerca de 200 colombianos.

Insistimos, las FARC-EP están dispuestas a continuar buscando soluciones pacificas, pero estas deben significar bienestar y justicia social para la población, democracia y participación, una paz excluyente es una paz de mentiras. Los guerrilleros farianos no confundimos paz con rendición, no confundimos paz con renuncia a la lucha por la construcción de una alternativa de sociedad. Los pueblos del mundo no podemos soportar con resignación el desarrollo voraz del capitalismo que cada día nos hunde más y más en la miseria e invierte los valores de nuestras sociedades, el sistema esta en crisis, su actual modelo –el neoliberalismo- también, sin embargo es necesario desarrollar la lucha consciente para derrumbarlo y construir las sociedades que nuestros pueblos se merecen y por las cuales luchan, sociedades dignas, justas y soberanas, que consulten realmente la situación particular de cada uno de los países, sin modelos, ni moldes predeterminados y sin hegemonismos.

A los colombianos nos asiste el derecho a determinar y construir autónoma y soberanamente nuestro propio futuro, sin ningún tipo de injerencias ni intervenciones, así estas se disfracen de humanitarias.
Colombia esta amenazada, llamamos a los pueblos del mundo a que se opongan y rechacen los planes intervencionistas e invasores de los EE.UU. y mientras persistimos en la búsqueda de soluciones civilizadas, les aseguramos que para las FARC-EP, la defensa de nuestra población es prioritaria y que bajo tales preceptos continuamos construyendo caminos hacia la nueva Colombia.

Contra el Imperialismo ... Por la patria
Contra la oligarquía ... Por el Pueblo
Hasta la victoria final ... Somos FARC – EP

Comisión Internacional FARC –EP

Zurich, enero 26 del 2001

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