FARC
cease-fire proposal, February 2, 2002
Propuesta
de las FARC-EP para la Disminución
de la intensidad del Conflicto.
El enfrentamiento armado en Colombia es consecuencia de los conflictos económicos,
políticos y sociales, que a través de nuestra historia no
han sido resueltos por la oligarquía bipartidista liberal-conservadora
en el poder.
La existencia de
un Régimen político antidemocrático y violento sobre
el cual se ha edificado un sistema económico que privilegia a una
minoría, mientras mantiene a la inmensa mayoría de colombianos
privados de sus más elementales derechos, es la causa que ha generado
las profundas diferencias sociales.
Es por ello que la
Agenda Común hacia el Cambio por la Nueva Colombia se convierte
en la guía fundamental en el proceso de diálogo y negociación
entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP.
Tal como lo afirmamos
en el Acuerdo de San Francisco de la Sombra "...somos conscientes
de la responsabilidad histórica ante el pueblo de Colombia, que
en medio de las dificultades y sacrificios mantiene la fe y la esperanza
de vivir en un país en paz con justicia social. que supere las
grandes diferencias económicas, políticas y sociales que
mantienen enfrentados a los colombianos."
En este orden de
ideas presentamos a la consideración de la Mesa Nacional de Diálogo
y Negociación y del pueblo colombiano, un conjunto de propuestas
encaminadas a disminuir la intensidad del conflicto.
DOCTRINA DE SEGURIDAD NACIONAL Y PARAMILITARISMO ESTATAL
La aplicación sistemática y permanente de la foránea
Doctrina de Seguridad Nacional, importada de las escuelas militares de
los Estados Unidos, como concepción de Estado de la oligarquía
en el poder, conforma el principal obstáculo para avanzar en la
solución del conflicto social colombiano.
En desarrollo de
esta Doctrina el Estado ha desatado una guerra no declarada contra el
pueblo colombiano en la que gasta más de una tercera parte del
presupuesto nacional. Intervienen en esta guerra no declarada asesores
militares extranjeros, particularmente norteamericanos, en una indignante
violación de la soberanía nacional.
El paramilitarismo
de Estado, como expresión práctica de esta doctrina, se
constituye en la mayor dificultad que impide llegar a acuerdos de una
tregua con cese de fuegos y hostilidades.
El paramilitarismo
provoca: asesinatos selectivos, masacres, desplazamiento forzado, desalojos,
expropiación y repoblación con bandas de paramilitares de
tierras rurales y urbanas de los desalojados, amenazas contra los dirigentes
de organizaciones populares, desapariciones, sobornos, exilio, narcotráfico,
inmovilidad de las fuerzas sociales que propugnan por cambios democráticos
y terror generalizado.
Un acuerdo para la
disminución del conflicto implica, necesariamente, el desmonte
del paramilitarismo, el retiro del país de todos los asesores militares
extranjeros, la reducción del gasto militar y la depuración
de las Fuerzas Armadas de todos los oficiales y suboficiales comprometidos
con estos grupos llevándolos ante los tribunales de la justicia
ordinaria para que paguen por sus crímenes; igual suerte deben
correr los civiles comprometidos en su financiamiento, promoción
y patrocinio.
RESPETO POR LOS DERECHOS HUMANOS , CIVILES Y POLÍTICOS DE LOS COLOMBIANOS
La violación a los Derechos Humanos por parte del Estado, aviva
el conflicto. El exterminio físico de más de 4.500 dirigentes
de la Unión Patriótica es fehaciente prueba de que en Colombia
no existen estos derechos. Por eso proponemos que un acuerdo sobre la
disminución de la intensidad del conflicto debe estar sustentado
en garantizar los derechos a la vida, trabajo, vivienda, salud, educación,
recreación y descanso, así como la libertad de organización,
movilización y expresión de todos los colombianos.
CAMBIO DE LA POLÍTICA NEOLIBERAL
La antidemocrática política neoliberal impuesta por el Fondo
Monetario Internacional, aplicada sumisamente en nuestro país a
partir del gobierno de Barco y continuada por Gaviria, Samper y Pastrana,
nos ha llevado a la peor crisis económica de los últimos
tiempos: ruina del campo, quiebra de la pequeña y mediana industria
nacional, progresivo aumento del costo de los servicios públicos,
concentración de la riqueza y monopolización de los sectores
financiero, industrial, comercial, agropecuario y minero, subió
el número de desempleados, aumentó la inequidad social,
los despidos de trabajadores y empleados de las empresas públicas
y privadas. Se perdieron garantías del derecho al trabajo, se restringieron
las libertades de sindicalización, movilización y huelga;
se aumentaron los impuestos; se cerraron escuelas, colegios y universidades
públicas, y hospitales. Se arruinó a los deudores del Upac,
se incrementó la represión contra campesinos, destechados
y trabajadores informales, y creció la explotación del trabajo
infantil.
El neoliberalismo
con su política privatizadora enajenó los bienes de las
empresas del Estado y compromete el desarrollo, la soberanía e
independencia de la patria al poner en manos de las empresas transnacionales
los sectores estratégicos. Modificar dicha política, para
beneficio de los colombianos, debe ser compromiso del Estado y el gobierno
en el marco de un acuerdo para la disminución de la intensidad
del conflicto.
PRISIONEROS DE GUERRA
En desarrollo de la confrontación han caído como prisioneros
de guerra combatientes de ambas partes. La firma de un acuerdo sobre disminución
de la intensidad del conflicto debe contemplar una fórmula que
permita la libertad de los prisioneros.
SUSPENSIÓN DE LA EXTRADICIÓN DE NACIONALES
La extradición de nacionales lesiona la dignidad de los colombianos
y viola la soberanía patria. Como parte del acuerdo sobre disminución
de la intensidad del conflicto esta política debe ser revocada.
CASTIGO PARA LOS CORRUPTOS
La corrupción es un cáncer que padece la nación desde
sus inicios. La lucha contra este fenómeno tiene entre sus primeros
antecedentes el decreto del Libertador Simón Bolívar quien
estableció severas penas a los funcionarios del Estado que robaran
los dineros del erario público. Todavía hoy, mientras se
deterioran aceleradamente las condiciones de vida de todos los colombianos,
observamos diariamente escandalosos casos de corrupción cuyo denominador
común es la impunidad y autoría de representantes de la
clase politiquera administradora del Estado desde siempre. El acuerdo
sobre disminución de la intensidad del conflicto debe incluir castigo
ejemplar para los responsables y devolución de lo robado a los
colombianos, tal como lo exige el conjunto de la sociedad.
PLAN COLOMBIA Y SUSTITUCIÓN DE CULTIVOS
La agresión del Estado contra los campesinos con el pretexto de
ser cultivadores de hoja de coca y amapola en desarrollo de la política
intervensionista de los Estados Unidos no puede continuar.
Lo que queda de tan
demencial acción es el asesinato de centenares de compatriotas,
daños a la salud de los pobladores, principalmente niños,
miles de hectáreas de cultivos de pancoger arrasadas, centenares
de animales domésticos muertos, fuentes de agua contaminadas, daños
inmensos al ecosistema y la biodiversidad, ruina económica de las
regiones y desplazamiento de los campesinos. Ningún gobierno, ningún
Estado, en nombre de ningún interés tiene el derecho de
tratar de esa manera a sus conciudadanos, a menos que se haya propuesto
convertirse en verdugo de su propio pueblo.
El acuerdo sobre
disminución de la intensidad del conflicto debe contemplar la suspensión
del Plan Colombia.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Los grandes medios de comunicación se han convertido en uno de
los principales instigadores del conflicto. Por lo tanto, en el marco
del acuerdo sobre disminución de la intensidad del conflicto, deben
parar las hostilidades contra el pueblo colombiano, sus organizaciones
sociales, políticas y armadas. De continuar con su política
de hacer apología de los grupos paramilitares deben ser sancionados
cancelándoles las licencias de funcionamiento.
COMO PROPUESTA DE APLICACIÓN INMEDIATA EN LOS ACUERDOS PARA LA
DISMINUCIÓN DE LA INTENSIDAD DEL CONFLICTO, ANEXAMOS NUESTRA PROPUESTA
SOBRE SUBSIDIO PARA LOS DESEMPLEADOS.
Raúl Reyes
Joaquín Gómez
Carlos Antonio Lozada
Andrés París
Simón Trinidad
Montañas de
Colombia, febrero 2 de 2002
ANEXO
PROPUESTA DE LAS FARC-EP A LA MESA NACIONAL DE DIALOGO Y NEGOCIACION SOBRE
SUBSIDIO AL DESEMPLEO
Para aliviar transitoriamente
las penurias económicas del pueblo colombiano, las FARC-EP proponen
la adopción del subsidio al desempleo por un año, período
en el cual la Mesa Nacional de Dialogo y Negociación busca acuerdos
permanentes para solucionar el problema del desempleo.
Desempleados: 3 millones quinientos mil colombianos
Valor del subsidio por persona: $ 230.000 pesos que equivalen a U$ 100*,
más seguridad social.
Monto del subsidio mensual total: $ 805.000.000.000 equivalentes a U$350´000.000
de dólares.
Total anual del subsidio: $ 9 billones 660 mil millones de pesos, que
equivalen a U$ 4.200´000.000 de dólares.
Los recursos del subsidio de desempleo se obtendrán así:
Del Plan Colombia:
$ 2 billones 990 mil millones de pesos.
Creación de un nuevo impuesto a través de Bonos para la
Paz a capitales superiores a los 1.500 millones de pesos: $ 2 billones
de pesos.
Empresarios del gran capital financiero : $ 3 billones de pesos.
Aportes de la comunidad internacional: $ 1 billón 670 mil millones
de pesos.
La Mesa Nacional
de Diálogo y Negociación convocará en Los Pozos a
los dirigentes de las Centrales Obreras, sindicatos y organizaciones campesinas,
indígenas y desempleados, para establecer el número total
de desempleados del país en los distintos sectores de la producción,
por regiones y por ramas de la producción.
Los recursos serán
administrados y fiscalizados por una comisión de la Mesa Nacional
de Dialogo y Negociación.
La Mesa Nacional
de Dialogo y Negociación hará una gira internacional para
explicar la propuesta y buscar aportes y financiación para concretar
el acuerdo.
As of March 12, 2002,
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