FARC
communiqué, February 21, 2002
Comunicado
Los voceros de las FARC-EP en la mesa nacional de diálogo y negociación,
informan:
El presidente
Andrés Pastrana Arango, en la alocución del día
20 de febrero del 2002, tomó la decisión unilateral de
dar por terminado el proceso de diálogo con las FARC-EP en momentos
en que nos disponíamos a continuar la discusión sobre
cese de fuego y hostilidades.
Pretextando el incumplimiento
por parte de las FARC-EP de compromisos inexistentes se nos responsabiliza
de vínculos con el narcotráfico cuando el país y
la comunidad internacional conocieron en eventos como la audiencia pública
internacional sobre cultivos ilícitos y medio ambiente y en discusiones
de la mesa, que dichos cultivos pertenecen a los campesinos pobres quienes
olvidados históricamente por el Estado, han tenido que recurrir
a esta práctica como medio de subsistencia. Deliberadamente se
ignora la propuesta hecha por las FARC-EP sobre sustitución de
cultivos ilícitos presentada en la audiencia internacional.
Se le exige a las
FARC-EP "buena conducta" y "gestos de paz" mientras
el Estado escala la confrontación con el fortalecimiento de las
fuerzas militares y de policía, alienta el terrorismo de las bandas
paramilitares con la participación abierta de algunos mandos militares
y desarrolla el Plan Colombia por exigencia de los Estados Unidos.
Acusar a las FARC-EP
de violación de los acuerdos por haber construido puentes y carreteras
para el servicio de la comunidad es de por sí un despropósito
que solo busca ocultar las verdaderas razones de su decisión. En
los tres años de despeje en los cinco municipios, las Farc-EP construyó
con esfuerzos propios puentes y carreteras que el estado no quiso construir
en 36 años. Más de mil kilómetros construidos con
sus respectivos puentes y alcantarillas en las vías La Sombra-Macarena;
Macarena-Vistahermosa; La Julia-La Uribe; Llanos de Yarí-Cartagena
del Chairá; Las Delicias Guayabero y la pavimentación de
la mayoría de calles del casco urbano de San Vicente del Caguán
con apoyo de la comunidad. No son acciones terroristas como la mostró
por la televisión el señor Presidente haciendo eco de los
altos mandos militares.
El arreglo de pistas
de aterrizaje que ya existían con licencia de operación
de la Aeronáutica y la construcción de locales comunales,
tampoco puede ser presentado como argumento para acabar con los deseos
de paz de los colombianos.
El presidente Pastrana
justificó su decisión utilizando viejas imágenes
como las del destruido edificio del DAS cuya verdadera autoría
fue conocida por el país. La ruptura fue una exigencia de las Fuerzas
Militares, los gremios económicos, los grandes medios de información,
algunos candidatos presidenciales bipartidistas y la embajada norteamericana
en su afán de no realizar los cambios que el momento actual exige.
Una vez más
la oligarquía colombiana impide que por la vía del diálogo
se hagan los cambios estructurales, económicos , políticos,
sociales y militares que requiere Colombia para salir de la profunda crisis
en la que la han sumido históricamente los gobiernos liberal y
conservador.
Durante tres años
buscamos soluciones por la vía del diálogo y la negociación
para los graves problemas que aquejan a 30 millones de colombianos sin
que el Gobierno respondiera a estas necesidades del pueblo. Siempre se
hizo el de los oídos sordos. La presencia de más de 30 mil
compatriotas que participaron en las audiencias públicas, mesas
redondas y con ponencias enviadas a la mesa con propuestas de cambios
que democraticen la vida económica y política del país,
así como la solicitud del Secretario General de las Naciones Unidas
y el presidente de la Conferencia Episcopal en Colombia, corroboran la
necesidad de estas transformaciones para lograr la paz con justicia social
en nuestro país.
Queda claro que el
verdadero objetivo que mueve el Gobierno para tomar la decisión
de la ruptura del proceso es el de escamotearle al pueblo colombiano la
discusión de los temas fundamentales contenidos en la agenda común
que trazan el camino a través de la mesa hacia una nueva Colombia.
Como prueba de nuestra
voluntad de paz quedan en manos del pueblo y de los partidarios de la
solución política, la agenda común para el cambio
hacia la nueva Colombia y la plataforma para un gobierno de reconstrucción
y reconciliación nacional, propuestas que estamos dispuestos a
intercambiar con un futuro gobierno que manifieste interés en retornar
el camino a la solución política al conflicto social y armado.
Exhortamos a la comunidad
internacional y en particular al grupo de países amigos a continuar
apoyando la búsqueda de la solución política al conflicto
social y armado en nuestro país y a tomar distancia del coro guerrerista
que en estos momentos se quiere imponer en Colombia con el pretexto de
combatir el terrorismo.
Al pueblo colombiano
le hacemos llegar nuestra voz de aliento para que continúe la lucha
y la movilización de manera organizada por la solución de
los problemas de desempleo, falta de educación, salud, vivienda
y tierra para los campesinos. Por libertades políticas, democracia
y soberanía nacional, por un nuevo gobierno que reconstruya y reconcilie
la Nación.
Las Farc-EP seguirán
manteniendo en alto las banderas ideológicas y políticas
que han caracterizado su lucha durante más de 37 años por
los intereses del pueblo así nuestros enemigos de clase nos den
el calificativo que quieran.
Raúl Reyes
Joaquín Gómez
Carlos Antonio Losada
Simón Trinidad
Andrés París
Montañas de
Colombia, febrero 21 del 2002
As of March 12, 2002,
this document was also available online at http://www.farc-ep.org/dialogos/feb2102.html