Letter
to Colombian President Álvaro Uribe from UN High Commissioner for
Human Rights Mary Robinson, August 26, 2002
REFERENCE:
COL1 26 DE Agosto de 2002
Su Excelencia
Álvaro
Uribe
Presidente
de la República de Colombia
Palacio de
Nariño, Santa Fe de Bogotá
República
de Colombia
Excelencia,
Tengo el honor de
dirigirme a Usted para reiterarle mi preocupación por el deterioro
de la situación humanitaria y de derechos humanos en Colombia,
que constituye el principal desafío para el futuro del Estado de
Derecho.
Al mismo tiempo,
en ejercicio de mi mandato, me permito expresarle mi inquietud sobre algunas
de las medidas que en los últimos días ha anunciado el Gobierno
colombiano en materia de orden público y seguridad ciudadana, ya
que ellas podrían ser incompatibles con la normativa internacional
de derechos humanos y de derecho humanitario. Mecanismos como el de la
constitución de redes de informantes y el del empleo dominciliario
de armas por los reclutas campesinos pueden contribuir, dentro del contexto
de la violencia generalizada y degradación del conflicto, a que
la población civil quede involucrada en el desarrollo de operaciones
bélicas o expuesta a situaciones de riesgo provocadas por el desvanecimiento
de principio de distinción.
Como ya tuve ocasión
de expresarlo en fecha, reciente, las medidas adoptadas por los Estados
para mantener o restablecer el orden público en el marco de los
estados de excepción deben ajustarse a los compromisos derivados
de los instrumentos internacionales. Estas normas regulan los límites
de la actuación del poder público cuando se imponen restricciones
a los derechos y libertades fundamentales.
Asimismo, me preocupa
la posibilidad de que el fortalecimiento del poder militar contribuya
al deterioro de las instituciones civiles, o produzca la subordinación
de la autoridad civil al poder castrense, ya que así se debilitaría
el Estado de Derecho y aumentaría el índice de violaciones
de derechos humanos.
Mis preocupaciones
se vinculan también a la constante expansión y consolidación
de los grupos paramilitares, y a la persistencia de sus vínculos
con servidores públicos. Es importante dar cumplimiento a las recomendaciones
internacionales sobre el desmantelamiento del paramilitarismo y la remoción
de aquellos agentes del Estado que lo apoyan o favorezcan.
Confío en
que su Gobierno impulsará las políticas que aseguran la
defensa irrenunciable del Estado de Derecho y de las instituciones democráticas.
Soy consciente de los enormes desafíos que la situación
humanitaria y de derechos humanos en Colombia imponen, pero estoy convencida
de que las acciones y medidas de carácter militar deben insertarse
en el más escrupuloso respeto de la legalidad. Asimimo, esas políticas
deben estar acompañadas de otras que fortalezcan las autoridades
e instituciones civiles, de defensa y promoción de los derechos
humanos, así como de investigación y de control de la actuación
del Estado y de sus instituciones.
Aprovecho esta oportunidad
para reiterar a Vuestra Excelencia la total disponibilidad de mi representación
en Colombia para brindarle la asesoría que vuestro Gobierno requiera,
a fin de contribuir al cumplimiento de las normas y las recomendaciones
internacionales de derechos humanos.
Reciba Usted las
seguridades de mi más alta y distinguida consideración.
Mary Robinson
Alta Comisionada
para los Derechos Humanos