¿Contra
quién es la guerra? por el Banco de Datos de Derechos Humanos y
Violencia Política, 19 de noviembre del 2002
¿CONTRA
QUIEN ES LA GUERRA?
CIEN
DÍAS CRÍTICOS PARA LOS DERECHOS HUMANOS
PRESENTACIÓN
El BANCO DE DATOS
DE DERECHOS HUMANOS Y VIOLENCIA POLÍTICA de Cinep y Justicia & Paz,
la CONSULTORÍA PARA LOS DERECHOS HUMANOS Y EL DESPLAZAMIENTO, Codhes y
la ESCUELA NACIONAL SINDICAL, ENS, presentan a la opinión pública un balance
de la situación de los derechos humanos, durante los primeros cien días
de la administración del Presidente Uribe Vélez.
El balance se realiza
con la información registrada por las tres bases de datos, especializadas
en el seguimiento a las violaciones de derechos humanos y derecho
internacional humanitario, desplazamiento forzado y violaciones a los
derechos de los trabajadores sindicalizados, respectivamente.
Debemos anotar que los datos aquí consignados son parciales debido a que
varios hechos sucedidos (especialmente en algunas regiones) no han podido
ser registrados por falta de condiciones y garantías para la investigación
y la denuncia, que de paso sea dicho, constituye una de las características
del actual estado de conmoción; es decir, que la información respecto
de las violaciones a derechos humanos es filtrada y controlada por la
fuerza pública, algunas autoridades de control y los medios masivos de
comunicación.
Debemos señalar que
a la fecha, sólo conocemos anuncios de postulados axiológicos por parte
del gobierno nacional respecto de la política global de derechos humanos.
No se tiene información sobre el Plan de Acción Nacional para la promoción
y garantía de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario,
ni la política pública para la atención integral a la población desplazada,
ni los mecanismos para la protección de los líderes sociales, sindicalistas
y defensores de derechos humanos.
En cien días de gobierno
ha quedado claro que el unanimismo logrado en torno al liderazgo de Uribe
Vélez, y especialmente frente a las tesis de recuperación del orden público
y la seguridad democrática, es asumido por el gobierno como un cheque
en blanco para el ambiente autoritario de su gestión y para a imposición
más que para la concertación, de sus políticas y modelo de Estado. De
igual forma, y por lo observado en estos primeros cien días, amplios sectores
de la sociedad parecen estar dispuestas a legitimar y participar en la
construcción de un Estado autoritario y políticamente excluyente. Cada
vez se reduce, más y más, la llamada "masa crítica" en la sociedad.
El decreto 2002,
expedido en el marco del estado de conmoción interior, contradice convenios
internacionales de derechos humanos y derecho internacional humanitario
y limita derechos fundamentales de los colombianos relacionados con el
debido proceso, la presunción de inocencia, la distinción entre combatientes
y no combatientes y la no-discriminación. Creemos, junto con otras organizaciones
internacionales y nacionales de derechos humanos, que las medidas que
el gobierno adopte para establecer sus políticas y estrategias de seguridad
y control del orden público, deben estar basadas en el pleno e irrestricto
respeto a los tratados internacionales vinculantes para Colombia.
Las consideraciones
y las medidas específicas del decreto 2002 incriminan a la población civil
como la responsable del conflicto; se la señala como abierta colaboradora
de los grupos al margen de la ley, y por tanto, es contra ella que se
dirigen las medidas. Resulta clara la intencionalidad de estigmatizar
y criminalizar a la población civil, de manera particular aquella que
vive en zonas de presencia de los grupos insurgentes. El peso riguroso
de la represión se está aplicando a los que no son y las medidas no apuntan
específicamente a conjurar las causas que fueron señaladas como motivo
de la perturbación.
Durante el periodo
comprendido entre el 7 de agosto y el 7 de octubre de 2002, el Banco de
Datos registró un total de 690 casos (145 por violaciones a los derechos
humanos; 232 infracciones al derecho internacional humanitario; 262 hechos
de violencia político social y 226 acciones bélicas). Este universo de
casos arrojó un total de 1.908 víctimas (620 por violaciones a los derechos
humanos; 602 por infracciones al derecho internacional humanitario; 601
por violencia política social y 501 en acciones bélicas).
No obstante importa
precisar, que tanto el número total de casos, así como el de víctimas
resulta superado por la sumatoria de cada una de las modalidades en que
se desagregan, lo cual se explica en la circunstancia de que en cada hecho
se pueden presentar registros de dos o más modalidades de violencia, al
igual que sucede con las víctimas, pues una misma persona puede ser victimizada
por violación a los derechos humanos y por infracción al derecho internacional
humanitario de manera simultanea.
LÍNEAS BÁSICAS
DE LA POLÍTICA DE DERECHOS HUMANOS DEL GOBIERNO DE URIBE VÉLEZ
El Presidente ha
expuesto en declaraciones públicas y en carta dirigida a las ONG de derechos
Humanos, el 16 de octubre, los que parecen ser lineamientos básicos de
su política en materia de derechos humanos, bajo los presupuestos de que
"la mejor política, (de Estado) en materia de derechos humanos, es
la política de seguridad", y que la población, además del deber de
colaboración con la estrategia de seguridad, debe aceptar la restricción
de algunos de sus derechos si quiere que "el Estado recupere el orden,
presupuesto ineludible para la vigencia real de las libertades".
- "El día en
que la seguridad democrática se enseñoree en todo el territorio de la
Patria, no se cometerá un atentado más contra los defensores de derechos
humanos y líderes sociales"... Empero, garantizar un amplio espacio
de discrepancia exige la nítida distinción entre el acto de disentir
y la conducta criminal. Sólo cuando el Estado castiga implacablemente
el crimen, hay plenas garantía para ejercer la oposición y la crítica".
- "Como Comandante
civil de las Fuerzas Armadas he impartido una orden inquebrantable:
toda acción de la fuerza legitima del Estado debe estar escrupulosamente
ceñida a la Carta de derechos...de igual manera, he ordenado la más
absoluta transparencia en los procedimientos de nuestros cuerpos armados...
- Estamos trabajando
para que todos los ciudadanos de bien cooperen mediante información
oportuna y confidencial con la fuerza pública...¿por qué descalificar
a priori un instrumento que tiene pleno respaldo en el deber constitucional
de colaborar con la acción transparente de la autoridad legítima?¿Qué
razones pueden esgrimirse para prejuzgarlo como esquema de concierto
entre el Gobierno y las organizaciones criminales?.
- "No existe
en Colombia un conflicto social que justifique el uso de la violencia
para obtener resultados políticos. Los canales democráticos han sido
abiertos para la expresión libre de todas las reivindicaciones sociales".
- "En la elaboración
de las medidas, hemos tomado como referente los instrumentos constitucionales
y legales de lucha contra el terrorismo que hoy rigen en las democracias
europeas".
- "En relación
con la actividad de las organizaciones no gubernamentales y los defensores
de derechos humanos, el Estado les garantiza plena libertad para desarrollar
su loable objetivo social. No serán molestados, y se les protegerá cuando
quiera que se les perturbe por parte de fuerzas oscuras".
Respecto del tema
del desplazamiento forzado, este es el planteamiento general del Gobierno:
- Una
solución de fondo al desplazamiento forzado requiere de la obtención
de condiciones de convivencia pacífica mediante el ejercicio legítimo
de la autoridad, el cumplimiento de las funciones estatales de seguridad,
defensa y justicia, que implican una solución definitiva al conflicto
armado interno. Por ello, la mejor forma de prevenir el desplazamiento
forzado es la restitución y consolidación de la autoridad democrática
en todo el territorio nacional. Bajo este enfoque se propone avanzar
en la generación de condiciones para prevenir y atender el problema,
en cumplimiento de los preceptos del Derecho Internacional Humanitario,
la observancia de los derechos humanos y los principios rectores de
las Naciones Unidas para los desplazamientos internos.
- En
particular se adelantarán acciones en cuatro componentes básicos: a)
prevención y protección; b) atención de la emergencia; c) generación
de condiciones para el restablecimiento; y d) fortalecimiento del sistema
nacional de atención integral.
- En
cuanto al tema del restablecimiento, el Gobierno Nacional comenzará
con la implementación de un programa piloto para el retorno de 30.000
familias campesinas, que hayan tenido que abandonar sus tierras. Dicho
programa se soportará en: a) un esquema de subsidios de vivienda; b)
la promoción de procesos de titulación de tierras; c) el apoyo a proyectos
productivos y la generación de ingresos; y d) la promoción de esquemas
de capacitación productiva. (tomado de Bases del Plan Nacional de
Desarrollo 2002-2006)
La situación vivida
durante estos primeros cien días y los datos registrados a continuación
nos permiten advertir la brecha entre el discurso y los postulados axiológicos
con el cumplimiento y coherencia, en la práctica, del gobierno. Pero sobre
todo, nos lleva a ratificar nuestra preocupación, compartida por muchos,
de que el cumplimiento de los compromisos internacionales y nacionales
en materia de derechos humanos están quedando supeditados a una estrategia
de "seguridad democrática", que hasta el momento no es otra cosa distinta
que una estrategia de guerra y de represión contra la población civil.
DERECHOS HUMANOS
Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
El Banco de Datos
de derechos humanos y violencia política, de Cinep y Justicia y Paz registró,
entre el 7 de agosto y el 7 de octubre/2002, un total de: 699 hechos
de violaciones a los derechos humanos de los cuales 626 correspondieron
a la categoría de persecución política, 31 por razones de abuso de autoridad
y 42 a motivaciones de intolerancia social; 670 hechos de infracciones
graves al derecho internacional humanitario; 607 casos de violencia política
social y 543 acciones bélicas.
Estos datos desagregados
nos reflejan el siguiente panorama:
Respecto de violaciones
a los derechos humanos, las modalidades en las que hubo mayores victimizaciones
fueron: amenazas 256; detenciones arbitrarias 150; ejecuciones extrajudiciales
148, torturas 29, desapariciones 21 y violación sexual 5.
Los departamentos
de mayor ocurrencia de estos hechos fueron en su orden: Arauca 215, Antioquia
70, Guajira 62, Cauca 48 y Bogotá 42.
Respecto de los supuestos
responsables de estas violaciones tenemos: las Autodefensas Unidas de
Colombia AUC y otros grupos paramilitares aparecen comprometidos en 504,
la Policía Nacional en 94, el Ejército Nacional en 64, la Armada Nacional
en 24 y otras entidades y agentes estatales en 13.
TABLA
1
TOTAL VICTIMIZACIONES EN DERECHOS HUMANOS
CATEGORÍA
|
AMENAZA
|
DESAPARICION
|
DETENCION
ARBITRARIA
|
EJECUCION
EXTRAJUDICIAL
|
HERIDO
|
TORTURA
|
VIOLENCIA
SEXUAL
|
Total
general
|
PERSECUCIÓN
POLITICA
|
256
|
21
|
150
|
148
|
17
|
29
|
5
|
626
|
ABUSO
DE AUTORIDAD
|
2
|
0
|
23
|
5
|
1
|
0
|
0
|
31
|
INTOLERANCIA
SOCIAL
|
22
|
0
|
0
|
20
|
0
|
0
|
0
|
42
|
TOTAL
|
280
|
21
|
173
|
173
|
18
|
29
|
5
|
699
|
Fuente: Banco de
Datos CINEP & JUSTICIA Y PAZ
TABLA
2: TOTAL VICTIMIZACIONES SEGUN PRESUNTOS RESPONSABLES
ORGANIZACION
|
PP
|
AA
|
IS
|
TOTAL
|
ARMADA
|
3
|
21
|
0
|
24
|
AUC
|
364
|
0
|
34
|
398
|
CTI
|
1
|
0
|
0
|
1
|
DAS
|
6
|
0
|
0
|
6
|
EJERCITO
|
60
|
4
|
0
|
64
|
ESTADO COLOMBIANO
|
1
|
0
|
0
|
1
|
FUERZA PUBLICA
|
3
|
0
|
|
3
|
PARAMILITARES
|
98
|
0
|
8
|
106
|
POLICIA
|
90
|
4
|
0
|
94
|
INPEC
|
0
|
2
|
0
|
2
|
TOTAL
|
626
|
31
|
8
|
699
|
Fuente: Banco de
Datos CINEP & JUSTICIA Y PAZ
TABLA 3: VIOLACIONES
A LOS DERECHOS HUMANOS
POR PERSECUCIÓN POLÍTICA SEGÚN DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
DEPARTAMENTO
|
AMENAZA
|
DESAPARICION
|
DETENCION
ARBITRARIA
|
EJECUCION
EXTRAJUDICIAL
|
HERIDO
|
TORTURA
|
VIOLENCIA
SEXUAL
|
Total
general
|
ANTIOQUIA
|
0
|
0
|
15
|
47
|
8
|
0
|
0
|
70
|
ARAUCA
|
213
|
0
|
0
|
1
|
0
|
0
|
1
|
215
|
ATLANTICO
|
12
|
0
|
0
|
2
|
2
|
0
|
0
|
16
|
BOGOTA
|
0
|
0
|
40
|
0
|
2
|
0
|
0
|
42
|
BOLIVAR
|
3
|
0
|
5
|
7
|
2
|
0
|
0
|
17
|
CALDAS
|
0
|
0
|
2
|
13
|
0
|
2
|
0
|
17
|
CAUCA
|
2
|
6
|
27
|
13
|
0
|
0
|
0
|
48
|
CESAR
|
0
|
0
|
9
|
4
|
0
|
0
|
0
|
13
|
CUNDINAMARCA
|
0
|
0
|
3
|
0
|
0
|
0
|
0
|
3
|
HUILA
|
0
|
0
|
12
|
0
|
0
|
0
|
0
|
12
|
LA
GUAJIRA
|
0
|
10
|
0
|
27
|
2
|
23
|
0
|
62
|
META
|
4
|
2
|
1
|
3
|
0
|
4
|
0
|
14
|
NARIÑO
|
3
|
0
|
0
|
7
|
0
|
0
|
0
|
10
|
NORTE
DE SANTANDER
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
0
|
0
|
1
|
PUTUMAYO
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0
|
0
|
0
|
2
|
RISARALDA
|
15
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
15
|
SANTANDER
|
1
|
0
|
0
|
4
|
1
|
0
|
0
|
6
|
SUCRE
|
0
|
0
|
3
|
1
|
0
|
0
|
4
|
8
|
TOLIMA
|
0
|
1
|
30
|
1
|
0
|
0
|
0
|
32
|
VALLE
|
3
|
2
|
3
|
15
|
0
|
0
|
0
|
23
|
Total
general
|
256
|
21
|
150
|
148
|
17
|
29
|
5
|
626
|
Fuente: Banco de
Datos CINEP & JUSTICIA Y PAZ
TABLA
4: VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS
POR PERSECUCIÓN POLÍTICA SEGÚN PRESUNTOS RESPONSABLES
PRESUNTOS
RESPONSABLES
|
AMENAZA
|
DESAPARICION
|
DETENCION
ARBITRARIA
|
EJECUCION
EXTRAJUDICIAL
|
HERIDO
|
TORTURA
|
VIOLENCIA
SEXUAL
|
Total
general
|
ARMADA
|
0
|
0
|
3
|
0
|
0
|
0
|
0
|
3
|
AUC
|
243
|
7
|
3
|
77
|
7
|
23
|
4
|
364
|
CTI
|
1
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
1
|
DAS
|
0
|
0
|
6
|
0
|
0
|
0
|
0
|
6
|
EJERCITO
|
4
|
0
|
42
|
9
|
2
|
2
|
1
|
60
|
ESTADO
COLOMBIANO
|
1
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
1
|
FUERZA
PUBLICA
|
0
|
1
|
1
|
1
|
0
|
0
|
0
|
3
|
PARAMILITARES
|
7
|
5
|
26
|
55
|
3
|
2
|
0
|
98
|
POLICIA
|
0
|
8
|
69
|
6
|
5
|
2
|
0
|
90
|
Total
general
|
256
|
21
|
150
|
148
|
17
|
29
|
5
|
626
|
Fuente: Banco de
Datos CINEP & JUSTICIA Y PAZ
En
cuanto a violaciones al derecho internacional humanitario, el panorama
fue el siguiente:
Se cometieron 670
hechos violatorios, distribuidos así: amenazas 287, homicidios intencionales
de personas protegidas 216, heridos por el uso de métodos y medios ilícitos
47 y casos de torturas 29.
En cuanto a las responsabilidades
de estas infracciones: las AUC y otros grupos paramilitares aparecen comprometidas
en 426, las FARC-EP en 152, la guerrilla (sin identificación de una organización
específica) 22, el ELN 8, el EPL 4, el Ejército Nacional 33, la Policía
Nacional 22 y la Fuerza Pública en un caso.
TABLA
5: INFRACCIONES GRAVES AL DIH SEGÚN DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
DEPARTAMENTO
|
AMENAZA
|
CIVIL
HERIDO EN ACCIONES BELICAS
|
CIVIL
MUERTO EN ACCIONES BELICAS
|
ESCUDO
|
HERIDO
INTENCIONAL PERSONA PROTEGIDA
|
HERIDOS
EN ATAQUE A BIENES
|
HERIDOS
POR METODOS Y MEDIOS
|
HOMICIDIO
INTENCIONAL PERSONA PROTEGIDA
|
MUERTOS
POR METODOS Y MEDIOS
|
TORTURA
|
VIOLENCIA
SEXUAL
|
Total
general
|
ANTIOQUIA
|
11
|
4
|
7
|
1
|
11
|
0
|
6
|
57
|
0
|
0
|
0
|
97
|
ARAUCA
|
213
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
31
|
1
|
4
|
0
|
1
|
250
|
ATLANTICO
|
12
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0
|
0
|
2
|
0
|
0
|
0
|
16
|
BOGOTA
|
0
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
2
|
BOLIVAR
|
4
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0
|
0
|
8
|
0
|
0
|
0
|
14
|
CALDAS
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
13
|
0
|
2
|
0
|
15
|
CAQUETA
|
3
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
9
|
0
|
0
|
0
|
12
|
CASANARE
|
0
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0
|
1
|
2
|
0
|
0
|
0
|
5
|
CAUCA
|
3
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
2
|
13
|
0
|
0
|
0
|
18
|
CESAR
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
4
|
0
|
0
|
0
|
4
|
CUNDINAMARCA
|
0
|
0
|
2
|
0
|
1
|
0
|
0
|
6
|
0
|
0
|
0
|
9
|
CHOCO
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
0
|
0
|
1
|
HUILA
|
4
|
7
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
11
|
LA
GUAJIRA
|
0
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0
|
0
|
27
|
0
|
23
|
0
|
52
|
META
|
5
|
6
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
3
|
0
|
4
|
0
|
18
|
NARIÑO
|
3
|
2
|
5
|
0
|
0
|
1
|
0
|
14
|
0
|
0
|
0
|
25
|
NORTE
DE SANTANDER
|
0
|
6
|
2
|
0
|
0
|
0
|
4
|
19
|
2
|
0
|
0
|
33
|
PUTUMAYO
|
0
|
12
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0
|
0
|
0
|
14
|
QUINDIO
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
0
|
0
|
1
|
RISARALDA
|
15
|
2
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
0
|
0
|
18
|
SANTANDER
|
1
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
3
|
4
|
0
|
0
|
0
|
9
|
SUCRE
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
7
|
0
|
0
|
4
|
11
|
TOLIMA
|
10
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
3
|
0
|
0
|
0
|
13
|
VALLE
|
3
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
19
|
0
|
0
|
0
|
22
|
Total
general
|
287
|
39
|
16
|
1
|
23
|
1
|
47
|
216
|
6
|
29
|
5
|
670
|
Fuente: Banco de
Datos CINEP & JUSTICIA Y PAZ
TABLA
6: INFRACCIONES GRAVES AL DIH SEGÚN PRESUNTOS RESPONSABLES
PRESUNTOS
RESPONSABLES
|
AMENAZA
|
CIVIL
HERIDO EN ACCIONES BELICAS
|
CIVIL
MUERTO EN ACCIONES BELICAS
|
ESCUDO
|
HERIDO
INTENCIONAL PERSONA PROTEGIDA
|
HERIDOS
EN ATAQUE A BIENES
|
HERIDOS
POR METODOS Y MEDIOS
|
HOMICIDIO
INTENCIONAL PERSONA PROTEGIDA
|
MUERTOS
POR METODOS Y MEDIOS
|
TORTURA
|
VIOLENCIA
SEXUAL
|
Total
general
|
AUC
|
243
|
0
|
0
|
0
|
7
|
0
|
0
|
77
|
0
|
23
|
4
|
354
|
CTI
|
1
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
1
|
EJERCITO
|
4
|
10
|
3
|
1
|
2
|
0
|
1
|
9
|
0
|
2
|
1
|
33
|
ELN
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
8
|
0
|
0
|
0
|
8
|
EPL
|
0
|
3
|
1
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
4
|
ESTADO
COLOMBIANO
|
1
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
1
|
FARC-EP
|
31
|
15
|
3
|
0
|
6
|
1
|
35
|
55
|
6
|
0
|
0
|
152
|
FUERZA
PUBLICA
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
0
|
0
|
1
|
GUERRILLA
|
0
|
2
|
4
|
0
|
0
|
0
|
11
|
5
|
0
|
0
|
0
|
22
|
PARAMILITARES
|
7
|
2
|
3
|
0
|
3
|
0
|
0
|
55
|
0
|
2
|
0
|
72
|
POLICIA
|
0
|
7
|
2
|
0
|
5
|
0
|
0
|
6
|
0
|
2
|
0
|
22
|
Total
general
|
287
|
39
|
16
|
1
|
23
|
1
|
47
|
216
|
6
|
29
|
5
|
670
|
Fuente: Banco de
Datos CINEP & JUSTICIA Y PAZ
La Violencia Política,
entendida como la ejercida por personas, organizaciones o grupos particulares
no identificados pero en cuyos hechos hay una motivación política o los
cometidos por actores armados no estatales pero cuyas acciones no se pueden
tipificar como infracciones al derecho internacional humanitario, registró
607 victimizaciones. De ellas, 283 fueron asesinatos, 135 secuestros,
123 casos de heridos, 30 de torturas y 29 de desapariciones.
Las acciones bélicas
durante este período sumaron un número de 543, predominando en ellas los
combates con 456 acciones, seguidos de los ataques a objetivos militares
con 30 y los bloqueos a vías con 26. Los departamentos en los que se registraron
mayores acciones bélicas, en su orden, fueron: Antioquia, Caquetá, cauca,
Meta, Cundinamarca y Tolima.
TABLA
7: ACCIONES BÉLICAS SEGÚN MODALIDAD Y DISTRIBUCIÓN GEOGRAFICA
DEPARTAMENTO
|
ATAQUE
A OBJETIVOS MILITARES
|
BLOQUEO
DE VIAS
|
COMBATE
|
EMBOSCADA
|
INCURSION
|
MINAS
|
SABOTAJE
|
Total
general
|
ANTIOQUIA
|
2
|
4
|
84
|
0
|
0
|
3
|
0
|
93
|
ARAUCA
|
0
|
0
|
4
|
0
|
0
|
0
|
0
|
4
|
BOLIVAR
|
0
|
0
|
5
|
0
|
0
|
4
|
0
|
9
|
BOYACA
|
0
|
0
|
19
|
0
|
0
|
0
|
0
|
19
|
CALDAS
|
0
|
0
|
6
|
0
|
0
|
0
|
0
|
6
|
CAQUETA
|
5
|
2
|
62
|
7
|
0
|
0
|
0
|
76
|
CASANARE
|
5
|
0
|
11
|
4
|
0
|
0
|
0
|
20
|
CAUCA
|
3
|
4
|
37
|
0
|
3
|
0
|
0
|
47
|
CESAR
|
0
|
1
|
9
|
0
|
0
|
0
|
0
|
10
|
CUNDINAMARCA
|
0
|
13
|
25
|
0
|
0
|
0
|
0
|
38
|
CHOCO
|
0
|
0
|
14
|
0
|
0
|
0
|
0
|
14
|
GUAVIARE
|
0
|
0
|
3
|
0
|
0
|
0
|
0
|
3
|
HUILA
|
1
|
0
|
4
|
4
|
0
|
0
|
1
|
10
|
LA
GUAJIRA
|
0
|
0
|
9
|
0
|
0
|
0
|
0
|
9
|
MAGDALENA
|
0
|
0
|
6
|
0
|
0
|
0
|
0
|
6
|
META
|
0
|
0
|
46
|
0
|
0
|
0
|
0
|
46
|
NARIÑO
|
4
|
1
|
3
|
4
|
1
|
0
|
0
|
13
|
NORTE
DE SANTANDER
|
0
|
0
|
28
|
0
|
0
|
0
|
0
|
28
|
PUTUMAYO
|
8
|
0
|
8
|
0
|
0
|
0
|
0
|
16
|
QUINDIO
|
0
|
0
|
3
|
0
|
0
|
0
|
0
|
3
|
RISARALDA
|
0
|
0
|
11
|
0
|
0
|
0
|
0
|
11
|
SANTANDER
|
0
|
0
|
15
|
0
|
0
|
0
|
0
|
15
|
SUCRE
|
0
|
0
|
4
|
0
|
0
|
0
|
0
|
4
|
TOLIMA
|
2
|
1
|
32
|
0
|
0
|
0
|
0
|
35
|
VALLE
|
0
|
0
|
8
|
0
|
0
|
0
|
0
|
8
|
Total
general
|
30
|
26
|
456
|
19
|
4
|
7
|
1
|
543
|
Fuente:
Banco de Datos CINEP & JUSTICIA Y PAZ
TABLA
8: TOTAL ACCIONES BÉLICAS
CATEGORIA
|
Total
|
ATAQUE A OBJETIVOS
MILITARES
|
30
|
BLOQUEO DE
VIAS
|
26
|
COMBATE
|
456
|
EMBOSCADA
|
19
|
INCURSION
|
4
|
MINAS
|
7
|
SABOTAJE
|
1
|
Total general
|
543
|
Fuente:
Banco de Datos CINEP
& JUSTICIA Y PAZ
Las
cifras registradas por el banco de datos, respecto de violaciones a los
derechos humanos, violencia política e infracciones al derecho internacional
humanitario nos permiten plantear las siguientes conclusiones:
Las
violaciones a los derechos humanos en sus distintas modalidades, que podríamos
llamar tradicionales y sistemáticas, se mantuvieron en su nivel, respecto
de períodos anteriores.
Las amenazas y los
asesinatos selectivos predominan en el panorama y se registra un aumento
preocupante de los casos de torturas. Las detenciones arbitrarias se dispararon
escandalosamente en el período. Los cuadros anteriores registraron las
detenciones arbitrarias, a las cuales el banco tuvo acceso con todos los
datos de las víctimas. En el capítulo siguiente señalamos las cifras gruesas
de detenciones realizadas en aplicación del decreto 2002, de conmoción
interior y en las zonas de rehabilitación y consolidación, de las cuáles
el Banco solo tiene información detallada de muy pocos casos, debido al
control que de la información hace la Fuerza Pública.
Se tuvo conocimiento
de casos masivos de violaciones a los derechos humanos de gran preocupación:
El 20 de septiembre,
en Santander de Quilichao (Cauca), una Comisión Humanitaria conformada
por varias organizaciones sociales, de derechos humanos y de la Defensoría
del Pueblo, fue detenida y atropellada en sus derechos (intimidad, movilización,
libertad, buen honra), por miembros del ejército y de la Policía Nacional
cuando se movilizaba con el fin de comprobar denuncias hechas por campesinos
e indígenas que participan en la movilización social y agraria iniciada
el 16 de septiembre.
El
23 de septiembre tropas del batallón antiaéreo Nueva Granada entraron
en una vivienda campesina de la vereda Brisas de Yanacué, en Cantagallo,
y ejecutaron a un adulto y un niño de nueve años, hirieron a dos personas
más, a una de ellas se le tuvo que amputar una pierna y un brazo y detuvieron
a cuatro personas más. Las autoridades militares presentaron el hecho
como personas muertas en combate con guerrilleros del frente 24 de las
FARC-EP y que la operación se había realizado por los reportes de un informante.
Tanto los heridos como testigos afirmaron que en el caserío no hubo ningún
combate y que la tropa entró a la madrugada a la humilde familia y los
masacró mientras dormían.
El
31 de agosto 19 indígenas Arzarios fueron mutilados y ejecutados por paramilitares
de las AUC, en el caserío El Limón del corregimiento de Tomarrazón. Los
paramilitares asesinaros a los indígenas delante de los demás miembros
de su comunidad y les dieron plazo de una hora para que el resto abandonara
el territorio. Los paramilitares quemaron los ranchos, mataron varios
animales y saquearon los enseres de las familias de los caseríos y veredas
de El Limón, la Palma y Tomarrazón, en la Sierra Nevada.
ESTADO DE CONMOCIÓN
Y ORGANISMOS DE CONTROL
Las medidas adoptadas
por el Gobierno de Uribe Vélez, en desarrollo de su denominada política
de seguridad democrática, lo que plantean es una reedición de la vieja
doctrina de seguridad nacional, en tanto parte de la base de la existencia
de un enemigo interno colectivo; adopta medidas para la implementación
de una estrategia de guerra total, vulnerando los principios esenciales
de distinción y no involucramiento de la población dentro del conflicto.
Adicionalmente, como parte de su concepción, genera mecanismos para el
sometimiento del poder civil al militar.
Dicha
concepción autoritaria para el manejo del orden público ha sido explícita
a través de las medidas adoptadas en el contexto de la conmoción interior,
tal es el caso de los considerandos del decreto 2002 de 2002, donde se
manifiesta que: "dentro de los principales soportes de la acción delincuencial
de tales organizaciones se encuentra por una parte, la mimetización de
sus integrantes dentro de la población civil". En tal sentido, las
medidas que se han puesto en marcha permiten señalar que el blanco de
las acciones resultan ser quienes residen en zonas de conflicto o bien
las organizaciones que desarrollan acciones reivindicativas, de oposición
política, la defensa de los derechos humanos, e inclusive quienes tienen
como eje central de su actividad, la búsqueda de la paz.
La
persecución del "enemigo interno colectivo"
Diversos
son los mecanismos, técnicas y estrategias implementadas en este periodo,
donde el blanco del accionar ha sido, como inicialmente se preveía, la
población civil y sectores sociales organizados.
Uno
de ellos, la política de "pescas milagrosas", denominada jurídicamente
como capturas preventivas. Tomando como referencia los casos y reportes
oficiales a que ha tenido acceso el Banco de Datos de derechos humanos
y violencia política -difundidos en sus boletines de seguimiento al estado
de conmoción- desde el 10 de septiembre han sido privadas, arbitrariamente,
de la libertad 846 personas. Es decir, que diariamente 13 personas fueron
objeto de detención arbitraria. Particularmente grave es lo ocurrido en
el municipio de Saravena, donde miles de personas fueron concentradas
en el coliseo del municipio y allí reseñadas y marcadas con un sello de
tinta indeleble, imágenes que hacen recordar las acciones desarrolladas
en los estadios durante la dictadura Chilena.
A
fin de dar apariencias de legalidad, por parte de la Fuerza Pública se
ha recurrido a la implementación de mecanismos encubiertos, desprovistos
de cualquier tipo de control, como los llamados "registros voluntarios",
que en el solo departamento de Arauca ascienden a 335, actuación que va
en abierta contravía de lo dispuesto en la Constitución Nacional, e inclusive
en las propias normas de excepción.
El diario El Tiempo
publicó el pasado 5 de noviembre que "las autoridades realizaron
283 allanamientos, en los primeros 8 días, después de iniciadas las operaciones
el 22 de octubre, minutos después del estallido del carro bomba a menos
de 15 metros de la sede de la Policía Metropolitana". Igualmente,
señaló que "algunas de estas operaciones, sin embargo, han desatado
polémicas, especialmente la realizada el pasado 25 de octubre a la sede
de la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz".
Días anteriores al
allanamiento a la sede de la Asamblea, la Ministra de Defensa, Martha
Lucía Ramírez, había dicho en relación con el papel de las ONG: "Hay
ONG que han sido muy valiosas para el desarrollo de Colombia. Lo que pasa
es que a veces hay gente que se parapeta en estas organizaciones para
desarrollar actividades que están fuera de la ley y que atentan contra
la seguridad pública". (El Tiempo 1/22 septiembre 19 de 2002).
Guerra
total
La
conversión de zonas urbanas, como la Comuna 13 de Medellín, en teatros
o laboratorios de guerra, ha planteado la institucionalización de los
mecanismos de facto, así como el abierto desconocimiento institucional
la normatividad del derecho internacional humanitario, donde los principios
esenciales de distinción y proporcionalidad en el uso de la fuerza, han
sido echados por la borda.
Pese
a que desde su discurso de posesión el Presidente Uribe planteó una descalificación
del paramilitarismo, así como la voluntad de su Gobierno en perseguirlos,
las expresiones directas o las dadas a través de sus representantes en
las zonas de rehabilitación y consolidación, plantean un abierto silencio
y ausencia de acción en relación con la persecución a dichas organizaciones,
o bien como en el caso de Tame (Arauca), municipio bajo abierto y público
control paramilitar, exclusión de ser objeto de cualquier medida excepcional,
lo que permite observar una tendencia a permitir la consolidación del
paramilitarismo.
Como parte de dicha
decisión de Estado de avanzar en una guerra total, es notorio el papel
de la Fiscalía General de la Nación, en primer lugar como fue denunciado
abiertamente por el Representante a la Cámara, Gustavo Petro, por medio
de la "infiltración paramilitar en gran escala, planificada, organizada
con un exclusivo propósito: frenar procesos que afecten a los 'paras'
y a sus aliados dentro del Estado", señalándose además que: "un
informante que estuvo en una reunión de la cúpula de las Auc, en donde
Vicente Castaño, 'El Profe', presenta una lista de 10 fiscales e investigadores
del CTI que tienen casos de paramilitarismo ... El Profe' ordena asesinarlos
y su hermano, Carlos, dice que no es conveniente y que lo mejor es hacerlos
trasladar, bajarles el perfil, quitarles las investigaciones ... Todos
fueron o despedidos por el Fiscal o les quitaron los casos de investigación
con los 'paras' o se les presionó a renunciar y algunos están en el exilio".
(El Tiempo, noviembre 14 de 2002).
Sometimiento
de la autoridad civil y órganos de control y de justicia a la autoridad
militar
Resulta claro que
las medidas adoptadas buscan supeditar la autoridad civil a la militar.
El decreto 2002 así lo expresa, respecto de las zonas de rehabilitación
y consolidación. De la misma forma respecto de los órganos judiciales
y de control del Estado, son vinculados a la estrategia de guerra, integrando
y acompañando operaciones militares. Investigadores y agentes de control
a órdenes de un comandante militar, en unos casos, porque en otros, los
propios militares hacen las veces de investigadores y funcionarios del
Ministerio Público. Como lo ha señalado el Defensor del Pueblo "el
guerrero y el juez, fundidos en un solo cuerpo es el camino más breve
que puede conducir a la disolución del Estado de derecho".
En
un período relativamente corto de vigencia de los decretos y de las zonas
de rehabilitación y consolidación, existe una amplia gama de derechos
vulnerados; la mayoría de ellos se han producido en el contexto de las
movilizaciones y protestas legítimas de la población, que de antemano
los medios de comunicación y algunas autoridades criminalizaron al asociarlas
con grupos insurgentes; en una gran mayoría de los casos de detenciones
se desconoce la situación actual en la que se encuentran quienes fueron
victimizados debido a las dificultades de acceso directo a la información
y a las investigaciones.
Durante
el desarrollo de las operaciones militares por parte de la Fuerza Pública
y el Departamento Administrativo de Seguridad en la Comuna 13 de la ciudad
de Medellín, expresaba el Comandante del Ejército, General Carlos Alberto
Ospina Ovalle: "Queremos que el ministerio público acompañe a
nuestras unidades y certifique los procedimientos que estamos haciendo".
En
relación con el control sobre las acciones desarrolladas por parte de
la Fuerza Pública en dicha zona de rehabilitación y consolidación de Sucre
y Bolívar, el Procurador Regional de Sucre señaló que: "Hasta
la fecha no han acompañado a la Fuerza Pública en ninguna operación por
circunstancias que escapan a la voluntad de los (sic) nuestros funcionarios
ya que la fuerza pública no ha informado de dichas diligencias".
El más reciente informe
de Human Rights Watch, hace un preocupante balance del papel de la Fiscalía
General de la Nación: "... bajo la dirección del Fiscal Luis Camilo
Osorio, la capacidad de la institución para investigar y procesar los
abusos de los derechos humanos se ha deteriorado significativamente. Este
deterioro es producto de varios factores bajo control del Fiscal General:
una falta de apoyo a los fiscales encargados de casos difíciles de derechos
humanos; una falta de adopción de medidas adecuadas y oportunas para proteger
a los funcionarios cuyas vidas han sido amenazadas; y el despido y la
renuncia forzada de experimentados fiscales e investigadores judiciales
... La actitud del Fiscal General en estos casos podría contribuir a alimentar
la percepción, que aún subsiste entre los paramilitares y algunos miembros
de las Fuerzas Armadas, de que los abusos a los derechos humanos son una
forma aceptable de librar la guerra". De ello son indicativos
los casos del General ® Rito Alejo del Río, el General Rodrigo Quiñonez
y el ex embajador Carlos Arturo Marulanda.
En
la mencionada carta a las ONG de derechos humanos, el Presidente Uribe
señaló: "Los eventuales riesgos... del sistema de colaboración civil
con la Fuerza Pública, deben ser minimizados y conjurados mediante dispositivos
de control y transparencia. El Gobierno está abierto a escuchar propuestas
y a tramitar todas las quejas y denuncias fundadas".
Que tan importante
sería, que en cumplimiento de lo anterior, alguna autoridad explicara
a la opinión pública los hechos sucedidos en el marco de la "Operación
Escorpión" en el departamento de Sucre. En la segunda quincena de agosto
y primeros días de septiembre, en desarrollo de la mencionada operación,
tropas de los batallones de contraguerrilla de la Infantería de Marina,
llegaron a la zona, allanaron viviendas, acompañados de una mujer encapuchada
quien señalaba una a una a las personas que debían ser detenidas. De esta
acción fueron capturadas 60 personas en Don Gabriel, Salitral, Chengue,
Pijiguay y Desbarranco (Sucre), sindicadas de pertenecer al frente 35
de las FARC-EP; luego fueron trasladas al batallón de Corozal, donde permanecieron
cinco días, incomunicados, amarrados en las noches a la interperie. El
4 de septiembre, cuando llegaron los Fiscales, señalaron que estas personas
estaban siendo acusadas por un hombre-informante de pertenecer a grupos
insurgentes; posteriormente fueron trasladados a la cárcel judicial La
Vega, en Sincelejo donde permanecieron más de 45 días, al cabo de los
cuales fueron dejados en libertad, paulatinamente haciéndoles firmar un
documento en el que constaba haber recibido "buen trato".
O que la Asamblea
Permanente de la Sociedad Civil recibiera alguna respuesta del gobierno,
pues según su secretario Ejecutivo: "Lo único que hemos recibido
es una carta de la Fiscalía General de la Nación y allí dice que la diligencia
fue dispuesta por Gloria Criales Vanegas, fiscal especializada delegada
ante la SIJIN MEBOG, mediante resolución judicial -sin número- de fecha
24 de octubre. Sin embargo, el teniente que firma el acta de allanamiento
menciona que no hay orden judicial".
EL DESPLAZAMIENTO
NO SE DETIENE
El gobierno del presidente
Álvaro Uribe Vélez no ha terminado de definir una política para el desplazamiento
forzado y ya se calcula que hay en Colombia otras 149.387 personas
(entre el 1 de julio y 30 de septiembre) huyendo para sobrevivir a la
degradación del conflicto armado y otras formas de violencia socio política
que persisten en el territorio nacional, de acuerdo con la información
procesada por Codhes.
En
el trimestre comprendido entre julio 1 y septiembre 30 de 2002 el desplazamiento
forzado interno, ocasionado por factores de violencia, presenta un incremento
significativo respecto de las estimaciones de los últimos 17 años. En
efecto, en estos tres meses el número de personas obligadas a desplazarse
alcanzó la cifra de 149.387, frente a las 90.179 y 113.554 de los dos
primeros trimestres. Es decir, un promedio de 1623 personas cada día,
67 personas cada hora, -una familia cada 10 minutos.
La magnitud del desplazamiento
en este período refuerza la hipótesis según la cual esta estrategia de
guerra se asocia con mecanismos de repoblamiento, que responden a intereses
políticos y económicos de quienes promueven la guerra interna para controlar
territorios y recursos con fines que trascienden la lógica militar.
El hecho de que un
promedio diario de 1.623 personas tenga que huir de la violencia impuesta
por los actores armados, es tal vez la peor manifestación de la degradación
de un conflicto que se ensañó contra la población civil sometida, cada
vez más, a una condición de indefensión y a un estado de desprotección
por la violación masiva y sistemática de sus derechos fundamentales.
En
este periodo continuó la diáspora del campo a la ciudad que suma a los
migrantes producto del empobrecimiento rural, las personas desarraigadas
por la violencia. Creció el desplazamiento entre ciudades y al interior
de las mismas, en una dinámica ascendente de urbanización de las consecuencias
del conflicto armado, especialmente en ciudades como Medellín, Cali, Barrancabermeja,
Bogotá, Cartagena, Cúcuta y Bucaramanga. De igual manera, aumentó el desplazamiento
como consecuencia de las fumigaciones de cultivos de uso ilícito que también
han afectado cultivos básicos para la subsistencia humana. A su vez, continua
una acción sistemática de ataques a pueblos indígenas y afro-colombianos
en zonas de Cauca, Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía del Perijá y
sectores de Antioquia, Tolima, Nariño, Putumayo, Córdoba y Chocó por parte
de grupos paramilitares y guerrilleros.
Centenares de funcionarios
públicos fueron forzados a renunciar o a cambiar de lugar de residencia
y trabajo como consecuencia de presiones armadas, los maestros, la misión
médica, los estudiantes universitarios, los líderes sindicales, sacerdotes
y monjas de la iglesia católica y pastores evangélicos, también ingresaron
al flujo constante de población civil desplazada de los territorios de
la guerra hacia los centros urbanos.
Los departamentos
de Antioquia, Bolívar, Meta, Caquetá, Putumayo, Huila, Tolima y Cundinamarca,
registraron los mayores centros de llegada de población desplazada en
este trimestre, en procesos migratorios unifamiliares e individuales que
se asentaron en ciudades capitales e intermedias cuyo crecimiento sigue
siendo caótico.
Entre julio y septiembre
se registraron algunos desplazamientos masivos (más de 50 personas en
un sólo evento de desplazamiento) aunque en menor proporción que en periodos
anteriores. Esto se explicaría en parte por la aplicación de una estrategia
que se centra en homicidios selectivos de personas protegidas por el derecho
internacional humanitario a cambio de las masacres, con la intención de
invisibilizar el desplazamiento y las violaciones a los derechos humanos.
El
desplazamiento forzado en las zonas de frontera de Colombia, se enfrenta
con una coyuntura cada vez más compleja para quienes buscan protección
en los países vecinos. En primer lugar, es necesario mencionar la regionalización
del conflicto y la política de seguridad hemisférica de Estados Unidos,
lo que ha producido el fortalecimiento de la militarización y el incremento
del pie de fuerza en las fronteras.
Por
ejemplo, en Brasil durante el mes de septiembre se movilizaron aproximadamente
28 mil hombres hacia el norte -territorio vecino a Colombia-, quienes
se encuentran en estado de "alerta permanente". En el mes de agosto, el
gobierno venezolano anunció el aumento de 7 mil soldados más hacia la
frontera, que se sumaron a los 20 mil apostados en las bases militares
de los estados limítrofes con Colombia. El gobierno de Perú ha reforzado
su presencia a través de la militarización de la frontera -funcionan 17
puestos de vigilancia entre Puerto Asís, Putumayo y el Estrecho, Perú;
2 destacamentos militares y 9 comisarías de la Policía Nacional. En Ecuador,
de acuerdo con información suministrada por el Centro de documentación
"Segundo Montes Mozo S.J"., permanece un contingente militar de aproximadamente
15 mil hombres, tres veces más que el número de efectivos presentes en
la última guerra entre Perú y Ecuador.
En segundo lugar,
las prácticas de protección de los gobiernos vecinos son cada vez más
restrictivas. Por ejemplo, en Ecuador, según cifras del Ministerio de
Relaciones Exteriores de este país, durante el trimestre se presentaron
1563 solicitudes de refugio, de las cuales sólo 286 fueron aceptadas,
aproximadamente el 18.3%, comparado con una proporción de reconocimiento
del 30% a comienzos del año. La mayoría de los solicitantes de refugio
y asilo se presentaron durante los meses de septiembre y octubre del presente
año. Paralelo a esta dinámica, el gobierno ecuatoriano manifestó su disposición
de revisar su política migratoria respecto de Colombia. Preocupan las
declaraciones de los solicitantes de refugio relacionadas con las fumigaciones
como uno de los motivos de desplazamiento. En el Putumayo de acuerdo con
los datos suministrados por SISDES, durante el trimestre julio-septiembre,
fueron desplazadas 2836 personas.
En el caso de Panamá,
prosigue la indefinición del estatus jurídico de los colombianos(as) en
la región de Darién. En Venezuela, aún no se ha puesto en marcha la Comisión
de Elegibilidad encargada de aplicar la Ley de Asilados(as) y Refugiados(as)
promulgada en el año 2001.
Tabla 9: Veinte
principales municipios receptores de población desplazada
MUNICIPIOS
|
No. Personas
|
BOGOTÀ D.C.
|
17500
|
MEDELLÍN
|
10677
|
SANTA MARTA
|
8000
|
CÚCUTA
|
6989
|
IBAGUÉ
|
6000
|
AGUSTIN CODAZI
|
4950
|
MONTERIA
|
4563
|
POPAYÁN
|
4930
|
VALLEDUPAR
|
4456
|
FLORENCIA
|
4095
|
NEIVA
|
2985
|
PASTO
|
2982
|
BARRANQUILLA
|
2565
|
MAPIRIPAN
|
2500
|
SINCELEJO
|
2450
|
BUCARAMANGA
|
1987
|
VALENCIA
|
2000
|
|
1926
|
CARTAGENA
|
1788
|
SAN DIEGO
|
1796
|
SUBTOTAL
|
95139
|
Fuente: Consultoría
para los derechos humanos y Desplazamiento, Codhes
Sistema de información
sobre desplazamiento y Derechos Humanos
Departamentos
receptores de la población desplazada en el período analizado
Departamento
|
No.
Personas
|
CESAR
|
20294
|
SANTA FE DE
BOGOTA D.C.
|
17500
|
ANTIOQUIA
|
15561
|
CORDOBA
|
10063
|
CAUCA
|
8472
|
MAGDALENA
|
8266
|
NORTE DE SANTANDER
|
7921
|
Tolima
|
6418
|
META
|
5039
|
NARIÑO
|
5025
|
CAQUETA
|
4779
|
ATLÁNTICO
|
4702
|
HUILA
|
4326
|
SANTANDER
|
3836
|
BOLIVAR
|
3604
|
Cundinamarca
|
3323
|
SUCRE
|
3278
|
PUTUMAYO
|
2836
|
LA GUAJIRA
|
2475
|
VALLE DEL CAUCA
|
2097
|
QUINDÍO
|
1704
|
CHOCO
|
1617
|
CALDAS
|
1541
|
Risaralda
|
1125
|
BOYACA
|
1101
|
ARAUCA
|
940
|
Casanare
|
776
|
Guaviare
|
587
|
|
141
|
AMAZONAS
|
25
|
ARCHIPIELAGO
DE SAN ANDRES Y P
|
15
|
TOTAL ESTIMATIVO
NACIONAL
|
149387
|
Fuente: Consultoría
para los derechjos humanos y Desplazamiento, Codhes
Sistema de información
sobre desplazamiento y Derechos Humanos
Una
mirada a los factores, tendencias y características que han generado este
incremento del desplazamiento forzado permite destacar los siguientes
aspectos:
- El fracaso de
los procesos de paz entre el gobierno del presidente Pastrana y las
organizaciones insurgentes y el respaldo electoral a los principales
críticos de esta política, ha llevado el país a un periodo indefinido
de escalamiento, radicalización y redefinición del conflicto armado.
En este contexto, se desarrolla la política gubernamental de "mano dura",
la confianza en la "solución militar" en el menor tiempo posible, el
desarrollo de políticas como las redes de informantes de la Fuerza Pública
que rompen principios fundamentales del DIH, y la tendencia al recorte
de las garantías y las instituciones democráticas. Por su parte las
estrategias insurgentes apuntan a la desestructuración de las condiciones
de gobernabilidad local a través de las amenazas y atentados contra
autoridades locales; el ataque a la infraestructura económica y social;
la intensificación de acciones urbanas y muchas acciones destinadas
a demostrar su capacidad de desestabilización y a poner en tela de juicio
la eficacia de las estrategias del nuevo gobierno. Los grupos paramilitares,
por su parte, disputan territorios y poblaciones a las guerrillas, e
intentan afianzar una propuesta de control político y social a través
de confinamientos, amenazas, incursiones e incluso estrategias de "política
social" y repoblamiento.
- En este escenario
arrecian las agresiones contra la población civil y se hace cada vez
más inviable el ejercicio de los derechos ciudadanos en las diferentes
regiones del país. Los ataques a la misión médica, a docentes, sindicalistas,
activistas sociales y defensores de los Derechos Humanos, la ampliación
e intensificación de las fumigaciones, y la ya recurrente expulsión
de campesinos, indígenas, afro-colombianos y colonos de territorios
estratégicos, aparecen cada vez más como afinadas estrategias de los
actores de la guerra, así como de los agentes interesados en la acumulación
vertiginosa de capital por vías violentas.
- Las principales
tendencias del desplazamiento reflejan los efectos de las estrategias
de control y recuperación territorial y el repliegue o contraataque
por parte de los distintos actores armados, y especialmente en sectores
urbanos. Una característica de dicha tendencia es la visibilización
del desplazamiento intra-urbano. Los hechos de la Comuna 13 en Medellín,
o en el distrito de Aguablanca y Siloé en Cali, se suman a los procesos
menos publicitados de expulsión en el marco del conflicto urbano, resultado
de las estrategias de disputa y copamiento militar desplegadas en Barrancabermeja,
Bogotá, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, Bucaramanga o Buenaventura,
para solo citar algunos casos.
- Así mismo, se
presentan intensos desplazamientos y reacomodamientos poblacionales
en zonas rurales. Los desplazamientos interveredales, intermunicipales
e interregionales muchas veces no registrados, surgen como mecanismos
de autoprotección frente al incremento de las disputas entre los actores
armados y al embate de proyectos basados en la expulsión de moradores
ancestrales. Las restricciones, bloqueos y castigo a quienes se desplacen,
completan el marco de crisis humanitaria en el que se debaten cada vez
más sectores sociales. En particular, CODHES quiere llamar la atención
del país, de los medios masivos de comunicación y de la comunidad internacional
sobre la situación humanitaria en las zonas que fueron destinadas o
señaladas como espacios para el desarrollo de los procesos de paz. El
país parece haber olvidado estas zonas en las cuales concentró su atención
critica durante los últimos años.
¿Habrá
Política Pública?
Entre
tanto, genera profunda preocupación el alto grado de indeterminación,
ambigüedad y contradicciones de la propuesta gubernamental respecto del
desplazamiento forzado. A la fecha, salvo algunas referencias esporádicas
en medios masivos de comunicación o la presentación de propuestas esquemáticas
en foros cerrados; ni el país ni la comunidad internacional conocen un
plan específico que desarrolle una política pública concreta fundamentada
en la prevención de las causas estructurales del desplazamiento forzado,
cuyo criterio fundamental sea el cumplimiento del deber estatal de protección
y la atención integral a las personas en riesgo o en situación de desplazamiento,
ni mucho menos una política basada en la plena vigencia y realización
de derechos. Nuevamente se hace caso omiso de las recomendaciones de organismos
internacionales, los avances logrados en gobiernos anteriores y las propuestas
de la sociedad civil y las personas y sectores afectados.
Por
el momento no se conocen las estrategias del gobierno en la materia, pero
sin lugar a dudas hay que llamar la atención sobre las consecuencias de
la política de orden público para la viabilidad de los programas específicos
sobre desplazamiento.
El
esquema de retornos como eje fundamental de la política, en medio de uno
de los momentos de mayor agudización y degradación de la guerra, ofrece
serios cuestionamientos respecto de su viabilidad y pertinencia. Cuáles
son las condiciones de voluntariedad -que implica que se escoge el retorno
como la mejor opción entre otras, y no como la única elección frente al
hambre, el hacinamiento o las infrahumanas condiciones en los lugares
de asentamiento-. ¿Cuáles las condiciones de seguridad y protección, que
incluyen inversión social?. ¿Cuáles las posibilidades de sostenibilidad
que garanticen soluciones duraderas y el derecho a no repetición del desplazamiento
forzado?. ¿Dónde quedan las políticas de prevención, atención humanitaria,
restablecimiento, los derechos a la verdad, la justicia y la reparación
en la propuesta gubernamental? ¿Cuáles son los criterios de selección
de los beneficiarios de los procesos de retorno? ¿Cómo se van a garantizar
los derechos de los poseedores y propietarios de buena fe que ocupan los
predios y territorios objeto de los retornos? ¿Qué garantías de protección
se van a establecer en zonas de disputa en el marco del conflicto armado
o bajo dominio de actores armados irregulares? ¿Son retornos -regreso
a los lugares de expulsión- o son reubicaciones, lo cual implicaría una
propuesta muy distinta a la actual?
La
propuesta de eliminación de las personerías en los municipios de más de
100.000 habitantes -entre otras del mismo tenor regresivo-, abre profundos
interrogantes sobre la posibilidad real de acceso de la población en situación
de desplazamiento, a la puerta de entrada más próxima en el ámbito municipal
a la institucionalidad encargada de la defensa, promoción y realización
de los derechos humanos. Precisamente estos 47 municipios, son a su vez
los principales receptores de población en situación de desplazamiento.
¿Cómo y con cuál institucionalidad se va a suplir, e incluso cualificar,
las funciones que las personerías desempeñan en la defensa de los derechos
humanos a través del control y seguimiento a las políticas públicas?
Con
total certeza queda fuera del tintero temas centrales en el debate sobre
el desplazamiento forzado en Colombia. Sin embargo, el propósito de estas
líneas consiste en señalar la necesidad de establecer propuestas que consulten
con las dimensiones de la problemática compleja del conflicto armado interno,
del desplazamiento forzado, de las dinámicas de acelerado empobrecimiento,
del deterioro de las condiciones de subsistencia digna para cerca del
60% de la población colombiana, todo ello en un marco de democracia segura
que priorice y fortalezca las garantías democráticas, que posibilite plenas
libertades y la realización integral de los derechos.
NO
PARA EL EXTERMINIO DE SINDICALISTAS COLOMBIANOS
La Escuela Nacional
Sindical presenta su análisis, partir de la información registrada en
su banco de datos de derechos humanos, sobre la grave situación de violación
a los derechos humanos de los trabajadores sindicalizados colombianos,
ocurrida entre el 7 de agosto y el 7 de noviembre de este año.
Una mirada panorámica
a las violaciones del derecho a la vida, a la libertad y a la integridad
de los trabajadores colombianos, muestra que durante este periodo se presenta
un aumento en la violencia contra dirigentes sindicales, una ampliación
de las violaciones a otras zonas del país y la persistencia de prácticas
y lógicas de actores armados y de sectores sociales que siguen catalogando
al sindicalismo colombiano como enemigo del bien común, como aliado de
uno u otro actor armado o como un obstáculo para la ejecución de políticas
y estrategias de dominio territorial o económico o como el impedimento
para la implementación de nuevas formas de acción política.
En términos generales
se puede decir que las violaciones a los derechos humanos de los sindicalistas
en estos tres meses del año, se inscriben y responden a las tendencias
registradas en la última década y las pocas variaciones que existen no
alteran, en lo sustancial, el grave panorama de los últimos años pues,
entre el 7 de agosto y el 7 de noviembre de 2002, en Colombia fueron asesinados
19 sindicalistas, 80 fueron víctimas de amenazas de muerte, 6 fueron secuestrados,
3 sufrieron atentados contra su vida y uno fue desaparecido. De este panorama
queremos resaltar lo siguiente:
- El 76%, es decir,
98 casos se cometieron contra dirigentes sindicales, miembros de juntas
directivas y delegados sindicales. Este hecho permite constatar nuevamente
que la violencia en el país contra los sindicalistas es discriminada
y selectiva y que se encuentra dirigida fundamentalmente contra
dirigentes y organizaciones sindicales que poseen gran capacidad de
negociación y presión pública y política con el Estado e importantes
sectores empresariales del país.
- Esta violencia
selectiva y discriminada se manifiesta también en la dramática persecución
que sufren los trabajadores y las organizaciones afiliados a la Central
Unitaria de Trabajadores, CUT. Contra esta central que agrupa a 550.000
sindicalistas en Colombia, se cometieron el 74% del total de violaciones
a la vida y a la integridad; el 84% de los homicidios (16 casos) y el
73% (59 casos) de las amenazas de muerte. Es importante señalar aquí
que para el periodo agosto- noviembre de 2002, se registra un aumento
significativo en las amenazas de muerte y los homicidios contra sindicalistas
filiales de la Confederación General de Trabajadores Democráticos de
Colombia -CGTD-.
- Entre agosto y
noviembre, el departamento del Cauca fue la zona del país en donde ocurrieron
el mayor número de violaciones a la vida y a la integridad de trabajadores
sindicalizados. Sin embargo y manteniendo la tendencia de la última
década el departamento de Antioquia reportó el mayor número de homicidios
con un 25% del total nacional.
- En cuanto a la
autoría de las violaciones, es necesario señalar que los grupos de autodefensas
o paramilitares siguen siendo los principales responsables de los homicidios
de trabajadores sindicalizados en el país y además, son responsables
del 53% de total de violaciones contra la vida y la integridad en los
casos en los cuales se conoce y se suministra la información acerca
del autor del hecho. De otro lado, a las organizaciones guerrilleras
se les atribuye la responsabilidad en 6 casos de secuestros de trabajadores
y en dos homicidios cometidos contra sindicalistas afiliados a SINTRAEMDES.
- Contra la tesis
que señala que la violación a los derechos humanos de los sindicalistas
colombianos es una consecuencia del conflicto armado que vive el país
y que invisibilice que la mayoría de las violaciones de los trabajadores
colombianos son la consecuencia y la causa directa del ejercicio de
su actividad, tenemos que señalar que en lo que se refiere al periodo
agosto-noviembre de 2002, el 76% (86 casos) tuvieron como causa la actividad
sindical.
TOTAL
DE VIOLACIONES A LA VIDA, LA LIBERTAD Y LA INTEGRIDAD
CONTRA
TRABAJADORES SINDICALIZADOS
AGOSTO 7 - NOVIEMBRE
7 DE 2002
Tipo
de violación
|
Agosto-noviembre
de 2002
|
Amenazas
de muerte
|
80
|
Homicidios
|
19
|
Atentado
con o sin lesiones
|
3
|
Detención
arbitraria
|
4
|
Secuestro
|
6
|
Otros
|
1
|
Total
|
113
|
Fuente: Escuela
Nacional Sindical, área de derechos humanos y laborales
CAUSAS
DE LAS VIOLACIONES A LOS SINDICALISTAS COLOMBIANOS
AGOSTO-NOVIEMBRE
DE 2002
|
No.
casos
|
%
|
|
27
|
24
|
|
86
|
76
|
Total
|
113
|
100
|
Fuente:
Escuela Nacional Sindical, área de derechos humanos y laborales
Más allá de estas
cifras, que en sí mismas son ilustrativas y alarmantes, lo que se evidencia
es que en el país no existen garantías para el ejercicio de las libertades
civiles y políticas, que no existen avances en materia de los derechos
humanos de los trabajadores, que persiste la violencia discriminada y
selectiva y, que las clásicas fórmulas de centralización del poder, estabilidad
del orden y seguridad que son las características del nuevo régimen político
no son un muro de contención a las practicas violatorias de los derechos
humanos en el país.
Los 98 casos en donde
se encuentran homicidios, amenazas, desplazamientos y atentados de dirigentes
sindicales ponen en evidencia que lo político y la política no pueden
ser reducidas, como se pretende, a un asunto de policía y que precisamente,
el ejercicio de los derechos de libertad sindical y de sindicalización
junto con el ejercicio de los derechos civiles y políticos son limites
que cualquier Estado democrático deben respetar
Las nuevas lógicas
políticas, económicas y laborales hacen incierto e imposible ese gran
logro de la modernidad que fue definir un estado con poderes limitados
y establecer claramente los derechos humanos como ese muro de contención
a los intentos de imponer leviatanes o estados de excepción permanentes.
Este contexto nada
alentador para el movimiento sindical colombiano se evidencia en cuatro
casos que queremos resaltar:
- El allanamiento
"legal" que la Tercera Brigada del Ejército realizó a la residencia
del Director del Departamento de Derechos Humanos de la Central Unitaria
de Trabajadores CUT, el 16 de agosto del presente año.
- La amenaza de
muerte, el 9 de septiembre de 2002 contra Domingo Tovar Arrieta, Director
del departamento de organización de la CUT.
- La amenaza contra
las Juntas Directivas de cuatros sub directivas de la Central Unitaria
de Trabajadores ubicadas en los departamentos de Cauca, Caldas, Valle
y Bolívar.
- Los asesinatos
entre otros de Cesar Gómez, Presidente de SINTRAUNICOL, Sub directiva
Pamplona Norte de Santander, asesinado 5 de septiembre de 2002; Adolfo
de Jesús Múnera López, Dirigente sindical de SINALTRAINAL, asesinado
el 31 de agosto de 2002; Blanca Ludibia Hernández, dirigente sindical
de SINDESS, Sub directiva Córdoba, secuestrada el 7 de agosto y encontrada
asesinada el 15 del mismo mes; Carlos Peralta, Fiscal de SINDESENA asesinado
el primero de noviembre y el asesinado de Miguel Lora Gómez dirigente
sindical de la CTC.
Bogotá D.C. Noviembre
19, 2002