Statement
from Popular Training Institute (IPC - Medellín, Colombia), September
9, 2003
LA
DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS: NI TRÁFICO NI POLITIQUERÍA
En el
día colombiano de los derechos humanos, por ley de la República,
nos solidarizamos con todas las víctimas de las violaciones de
los derechos humanos en Colombia y nos unimos con los defensores y defensoras
para decirle a la Nación y a la sociedad antioqueña, que
el IPC seguirá trabajando en la defensa de los derechos humanos,
aunque el discurso desobligante del señor Presidente, nos señale
a un conjunto de organizaciones no gubernamentales como "politiqueros
al servicio del terrorismo", "traficantes de los derechos
humanos" y "voceros" de los terroristas .
Una democracia
sin crítica no es democracia ¿Qué tiene de democrático
un Gobierno que polariza la opinión entre las opiniones del gobierno
y el terrorismo y que bajo la política denominada de Seguridad
Democrática no admite que se delibere públicamente sobre
los derechos humanos y no permite que se pronuncien al respecto actores
diferentes al Estado y a los actores armados ?.
Las palabras
de fuego, que hace una semana eran contra tres Expresidentes de la República,
hoy se dirigen contra 80 organizaciones sociales que no comparten el
conjunto de su política. Advertimos a la opinión pública,
que nunca antes un primer mandatario había hablado en términos
mezquinos en contra de nuestro trabajo solidario, público, legal,
conocido nacional e internacionalmente, que colocan a nuestra institución
y a las redes de organizaciones a las que pertenecemos, en clara amenaza
y en riesgo de ser atacadas institucionalmente. No en vano, después
de una rueda de prensa promovida en días pasados por el comandante
del ejército, se busque judicializar a miembros de la Comunidad
De Paz del Cacarica y Justicia y Paz como ONG acompañante.
Estábamos
en alerta hace varios meses, cuando el Señor Presidente en reunión
personal con algunas ONG, había incurrido en graves errores de
orden conceptual que expresados en la práctica, se convertían
en peligro físico; nos referimos a su no distinción entre
los combatientes y los no combatientes, poniendo en peligro a la sociedad
civil ajena al conflicto, desconociendo principios elementales de las
civilizaciones expresados en el Derecho Internacional Humanitario, reconocidos
por tratados internacionales ratificados por el Estado colombiano.
Si la
Presidencia de la República no oye a la Oficina del Alto Comisionado
de Naciones Unidas, ni a Organizaciones de Europa y los Estados Unidos;
si para el Presidente no hay guerra ni conflicto armado interno, sino
solo delincuentes comunes, como puede ser creíble entonces que
la propuesta Presidencial del Estado Comunitario se fundamente en el
respeto por los Derechos Humanos?
Le proponemos
al Gobierno, para fines de trasparencia y claridad de nuestro trabajo,
un debate de cara al pueblo colombiano y a la comunidad internacional,
que permita escuchar los comentarios y observaciones al informe publicado
en el libro "El embrujo Autoritario", para que se conozca
dentro del marco del respeto por la diferencia y el disenso, el alcance
de los diferentes puntos de vista. Nosotros reivindicamos las puertas
del diálogo y la interlocución. Reiteramos nuestra propuesta
de una salida negociada al conflicto armado y la autonomía del
movimiento social por la Paz respecto a cualesquiera de los actores
armados.
INSTITUTO
POPULAR DE CAPACITACIÓN - MEDELLÍN Septiembre 9 de 2003