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- Speech by Rep. Jim McGovern (D-Massachusetts), September 10, 2003
En los
últimos tres años he hecho muchas preguntas sobre la Política
de EEUU en Colombia.
En Julio,
trabajando con mi colega de Missouri, el congresista Ike Skelton, miembro
del Comité de las Fuerzas Armados De La Casa (House Armed Services
Comittee), propuse cambios los cuales han logrado pequeñas reducciones
en la ayuda militar a las Fuerzas Armadas de Colombia como señal
de la grave situación sobre el deterioro rápido de la
situación de los derechos humanos en Colombia y los continuos
vínculos entre los Fuerzas Armadas de Colombia y los paramilitares.
Esta medida
fue derrotada, parcialmente por el hecho de que miembros del Congreso
fueron convencidos por el Secretario del Estado Colin Powell y el gobierno
de Colombia de que el Presidente Uribe es un partidario de los derechos
humanos y un aliado en el combate en contra del terrorismo.
Desafortunadamente,
durante el mes de Agosto y los primeros diez días de Septiembre,
la situación de los derechos humanos en Colombia se ha deteriorado
aun más.
Numerosos
sindicalistas y líderes de derechos humanos fueron detenidos
por oficiales gubernamentales en Arauca el departamento de muestra
de Uribe donde hay aproximadamente 300 soldados estadounidadense activos
en una guerra contrainsurgente. ¿Cual fue su crimen? Simplemente,
denunciaron los vínculos entre fuerzas de seguridad gubernamentales
y grupos paramilitares en la región.
De acuerdo
con Amnistía Internacional, las detenciones parecen ser
parte de una continua campaña para debilitar el trabajo de los
sindicalistas y activistas de derechos humanos y para exponer estos
sectores a un aumento de ataques de paramilitares.
Adicionalmente,
en agosto, el comandante de los Fuerzas Armadas de Colombia, el General
Jorge Enrique Mora Rancel, hizo una conferencia de prensa en la cual
unos testigos se referían a un pueblo de desplazados reubicados,
que se protegían de los actores armados con alambre de púas,
como un campo de concentración controlado por las FARC. Estos
comentarios aumentan el riesgo de estos refugiados y de las agencias
humanitarias que trabajan con ellos, incluyendo al Alto Comisionado
para los Refugiados de las Naciones Unidas.
Estos acusaciones
fueron hechas poco después de la decisión de la Corte
Constitucional de Colombia que permite a algunos de estas organizaciones
proceder con la demanda en contra de General Rito Alejo del Rió,
acusado por abusos de derechos humanos cuando fue Comandante de la Brigada
17 en el noroeste de Colombia.
Durante
los últimos meses, hemos visto ataques en contra de defensores
y organizaciones de derechos humanos, impulsados por altos miembros
del gobierno y ejército colombiano una y otra vez, con la culminación
durante esta semana con las declaraciones del Presidente Uribe.
El lunes,
8 de Septiembre y durante una declaración a los militares, el
Presidente Uribe atacó a las organizaciones de derechos humanos
como politiqueros al servicio de terrorismo. El Presidente
Uribe declaró que las organizaciones de derechos humanos en Colombia
son agentes terroristas y cobardes quienes esconden sus ideas
políticas detrás de los derechos humanos.
Estos comentarios
inflamatorios y peligrosos fueron hechos unos días después
de que 80 grupos de derechos humanos publicaron un informe crítico
de algunas medidas de la Política de seguridad del Presidente
Uribe, las cuales, desde su punto de vista incrementaron la represión
en contra de la población civil. El informe fue publicado por
algunos de los más respetados grupos de derechos humanos, incluyendo
la Comisión Colombiana de Juristas, el Consultoría para
los Derechos Humanos y el Desplazamiento, y el Centro para Educación
Popular e Investigación.
De igual
manera molesta, en el discurso del Presidente Uribe, la palabra terrorista
fue usada con referencia a la guerrilla de izquierdas, mientras que
se refirió a las paramilitares como grupo de justicia privada,
esto, aunque son los paramilitares quienes son responsables de 70% de
ataques contra sindicalistas y defensores de derechos humanos. Además,
están en la lista de organizaciones terroristas del Departamento
del Estado de los EEUU.
Todos en
el Congreso hemos visto este modelo antes.
Sabemos
que cuando oficiales gubernamentales de alto rango y oficiales militares
empiezan categorizar lideres civiles y organizaciones como terroristas
y simpatizantes, sus muertes será lo siguiente.
Cuando
el Presidente Uribe hizo estas declaraciones, puso deliberadamente en
riesgo estos actores democráticos.
El derecho
de criticar, y de estar en desacuerdo con la doctrina oficial es el
pilar de cada democracia.
Me explico:
Colombia no está amenazada por organizaciones de derechos humanos
nacionales e internacionales, oficiales de Naciones Unidos, jueces,
o oficiales del gobierno Colombiano, cuyas responsabilidades se encuentran
en proteger y promover los derechos humanos.
De hecho,
el paso mas importante del Presidente Uribe para terminar con terrorismo
en Colombia es investigar, enjuiciar y castigar todos los responsables
de violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario,
incluso los paramilitares y sus aliados militares.
Es la impunidad,
y no los defensores de los derechos humanos, lo que está socavando
las perspectivas para la paz, la democracia y la ley en Colombia.
Desafortunadamente,
la Política de los EEUU es cómplice en asistir e instigar
las políticas de Colombia.
Gracias.
As of September
12, 2003, this document was also available online at http://colombia.indymedia.org/news/2003/09/5807.php