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Last Updated:9/17/03
Interview with Susan Lee, Latin America director, Amnesty International, El Colombiano (Medellín, Colombia), September 14, 2003
Compromisos pendientes

Carlos Alberto Giraldo

El Colombiano (Medellín, Colombia)

En una reunión que sostuvieron en julio pasado, en Londres, el Gobierno y sectores civiles colombianos con países amigos y cooperantes en pro de la solución del conflicto armado en Colombia, la comunidad internacional insistió en que el Ejecutivo cumpliera las recomendaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En diálogo con este diario, Susan Lee, directora de Amnistía Internacional (AI) para América Latina, quien asistió como ponente al encuentro Colombia Insiste en los Derechos Humanos, indicó que las declaraciones del presidente Uribe contra las Ong significan un paso en contravía de las solicitudes de gobiernos y organismos mundiales.

Además, expresó su preocupación por las reformas que impulsa el Gobierno y que "parecen tender" a concentrar las decisiones del Estado en el Ejecutivo, "lo cual es un rasgo de un Estado autoritario".

¿Qué futuro ve al activismo y defensa de derechos humanos en el marco de la política de seguridad democrática del presidente Alvaro Uribe y sus declaraciones que descalifican esta actividad?
"Más que preguntar por el futuro del activismo y defensa de los derechos humanos en el país, yo más bien pregunto ¿qué futuro tiene Colombia si no hay acción de defensa de los derechos humanos? Por más complicada que sea la situación, la solución debe ser por la vía del respeto de los d.h.

El problema que se plantea ahora con el gobierno de Álvaro Uribe es que su programa de Seguridad Democrática no es una política que contempla la protección de los derechos humanos y por lo tanto ve a sus defensores como un obstáculo.

Es una situación muy grave y preocupante no sólo por las organizaciones de d.h. sino también por el trabajo de empeño y de lucha que se proponen tanto las organizaciones nacionales como las internacionales, para mantener el tema en la agenda mundial, a pesar de todas las dificultades, hostilidades y ataques.

No conozco otro país del mundo que tenga un conflicto de esta naturaleza, con su duración y degradación, donde todavía haya un activismo en favor de los derechos humanos. Eso es en realidad muy especial y excepcional. Las organizaciones de derechos humanos, precisamente por esta labor excepcional, han ganado un prestigio, un reconocimiento y un respeto a nivel internacional. Tienen el apoyo de Naciones Unidas, de muchos gobiernos.

Confío en que esa influencia internacional va a hacer reflexionar al presidente Uribe sobre sus posturas, sobre sus declaraciones tan inconvenientes y graves para un gobierno que dice estar comprometido con los derechos humanos".

¿Qué esperar de los gobiernos y organismos del mundo para hacer respetar el activismo de d.h. en Colombia?
"La comunidad internacional, con excepción de Estados Unidos, tiene una posición muy homogénea en cuanto a la situación de derechos humanos en el país.

Incluso, hubo una reunión en Londres, donde se reunió gran parte de la comunidad internacional (Europa, Canadá y otros países) que mantienen un compromiso con la situación colombiana. Se reunieron con el gobierno colombiano y, con base en las recomendaciones de Naciones Unidas, acordaron que habría un compromiso de implementarlas.

Dentro de ese paquete de recomendaciones hay una específica sobre la necesidad de apoyar, reconocer y garantizar la seguridad de los defensores de derechos humanos.

Va a llamar mucho la atención a la comunidad internacional que apenas dos meses después de asumir este compromiso, directamente con los gobiernos del mundo, el propio presidente Uribe emita declaraciones totalmente contradictorias y que ponen en grave riesgo a los defensores de derechos humanos".

Usted expresó su preocupación porque en Colombia se transite a un gobierno de corte autoritario. ¿Qué hechos sustentan su inquietud?
"Hay una serie de preocupaciones: principalmente las medidas legislativas. Contrarreforma constitucional, por una parte, y otros proyectos de ley que ha presentado el Gobierno.

Después de un análisis muy sereno de esas medidas, consideramos que tendrán como efecto el recorte de las garantías fundamentales, el recorte y debilitamiento de los órganos de control sobre el Estado.

De un lado, se recortan o suspenden de manera definitiva derechos consagrados en la Constitución y, por otro, se debilita o elimina órganos de control a la actuación del Estado. Resulta una clara tendencia a concentrar el poder en manos del Ejecutivo, lo cual es un rasgo de un Estado autoritario".

As of September 17, 2003, this document was also available online at http://www.elcolombiano.terra.com.co/domingo/ntd003.htm

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