Interview
with Susan Lee, Latin America director, Amnesty International, El Colombiano
(Medellín, Colombia), September 14, 2003
Compromisos
pendientes
Carlos
Alberto Giraldo
El Colombiano
(Medellín, Colombia)
En una
reunión que sostuvieron en julio pasado, en Londres, el Gobierno
y sectores civiles colombianos con países amigos y cooperantes
en pro de la solución del conflicto armado en Colombia, la comunidad
internacional insistió en que el Ejecutivo cumpliera las recomendaciones
de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En diálogo
con este diario, Susan Lee, directora de Amnistía Internacional
(AI) para América Latina, quien asistió como ponente al
encuentro Colombia Insiste en los Derechos Humanos, indicó que
las declaraciones del presidente Uribe contra las Ong significan un
paso en contravía de las solicitudes de gobiernos y organismos
mundiales.
Además,
expresó su preocupación por las reformas que impulsa el
Gobierno y que "parecen tender" a concentrar las decisiones
del Estado en el Ejecutivo, "lo cual es un rasgo de un Estado autoritario".
¿Qué
futuro ve al activismo y defensa de derechos humanos en el marco de
la política de seguridad democrática del presidente Alvaro
Uribe y sus declaraciones que descalifican esta actividad?
"Más que preguntar por el futuro del activismo y defensa
de los derechos humanos en el país, yo más bien pregunto
¿qué futuro tiene Colombia si no hay acción de
defensa de los derechos humanos? Por más complicada que sea la
situación, la solución debe ser por la vía del
respeto de los d.h.
El problema
que se plantea ahora con el gobierno de Álvaro Uribe es que su
programa de Seguridad Democrática no es una política que
contempla la protección de los derechos humanos y por lo tanto
ve a sus defensores como un obstáculo.
Es una
situación muy grave y preocupante no sólo por las organizaciones
de d.h. sino también por el trabajo de empeño y de lucha
que se proponen tanto las organizaciones nacionales como las internacionales,
para mantener el tema en la agenda mundial, a pesar de todas las dificultades,
hostilidades y ataques.
No conozco
otro país del mundo que tenga un conflicto de esta naturaleza,
con su duración y degradación, donde todavía haya
un activismo en favor de los derechos humanos. Eso es en realidad muy
especial y excepcional. Las organizaciones de derechos humanos, precisamente
por esta labor excepcional, han ganado un prestigio, un reconocimiento
y un respeto a nivel internacional. Tienen el apoyo de Naciones Unidas,
de muchos gobiernos.
Confío
en que esa influencia internacional va a hacer reflexionar al presidente
Uribe sobre sus posturas, sobre sus declaraciones tan inconvenientes
y graves para un gobierno que dice estar comprometido con los derechos
humanos".
¿Qué
esperar de los gobiernos y organismos del mundo para hacer respetar
el activismo de d.h. en Colombia?
"La comunidad internacional, con excepción de Estados Unidos,
tiene una posición muy homogénea en cuanto a la situación
de derechos humanos en el país.
Incluso,
hubo una reunión en Londres, donde se reunió gran parte
de la comunidad internacional (Europa, Canadá y otros países)
que mantienen un compromiso con la situación colombiana. Se reunieron
con el gobierno colombiano y, con base en las recomendaciones de Naciones
Unidas, acordaron que habría un compromiso de implementarlas.
Dentro
de ese paquete de recomendaciones hay una específica sobre la
necesidad de apoyar, reconocer y garantizar la seguridad de los defensores
de derechos humanos.
Va a llamar
mucho la atención a la comunidad internacional que apenas dos
meses después de asumir este compromiso, directamente con los
gobiernos del mundo, el propio presidente Uribe emita declaraciones
totalmente contradictorias y que ponen en grave riesgo a los defensores
de derechos humanos".
Usted expresó
su preocupación porque en Colombia se transite a un gobierno
de corte autoritario. ¿Qué hechos sustentan su inquietud?
"Hay una serie de preocupaciones: principalmente las medidas legislativas.
Contrarreforma constitucional, por una parte, y otros proyectos de ley
que ha presentado el Gobierno.
Después
de un análisis muy sereno de esas medidas, consideramos que tendrán
como efecto el recorte de las garantías fundamentales, el recorte
y debilitamiento de los órganos de control sobre el Estado.
De un lado,
se recortan o suspenden de manera definitiva derechos consagrados en
la Constitución y, por otro, se debilita o elimina órganos
de control a la actuación del Estado. Resulta una clara tendencia
a concentrar el poder en manos del Ejecutivo, lo cual es un rasgo de
un Estado autoritario".
As of September
17, 2003, this document was also available online at http://www.elcolombiano.terra.com.co/domingo/ntd003.htm