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Last Updated:9/17/03
"En boca cerrada no entran moscas," por Eduardo Pizarro Leongómez, El Tiempo (Colombia), 14 de septiembre del 2003

En boca cerrada no entran moscas (Septiembre 14 de 2003)

El verdadero debate debería ser si los informes de las ONG de derechos humanos son serios, ponderados y rigurosos.

El presidente Álvaro Uribe Vélez cometió, sin duda, un grave error al responder en términos altisonantes y desmedidos al informe de las ochenta ONG titulado 'El embrujo autoritario. Primer año de gobierno de Alvaro Uribe Vélez'. Un error, al menos en tres planos: en primer término, el Presidente no debe responder a todos y cada uno de los cuestionamientos de su gestión. Se desgasta sin sentido en polémicas innecesarias. A este Informe, a lo sumo, debía responder el Consejero de Paz, Luis Carlos Restrepo. Ni siquiera la Ministra de Defensa.

En segundo término, el tono empleado genera la impresión de un gobierno intolerante con la opinión ajena, lo cual no le conviene a un Gobierno que ha insistido hasta la saciedad en su carácter democrático y pluralista. En tercer término, le genera un ambiente internacional hostil, pues, como se ha observado esta semana, su intervención ha generado múltiples reacciones negativas en la comunidad internacional.

Esta es una de las caras de la moneda. La otra cara, es el propio informe presentado por las ONG. Las preguntas son simples: ¿Están asumiendo estas frente al país una actitud responsable? ¿O están, por el contrario, actuando de manera insensata, contribuyendo a la deslegitimación total de las instituciones democráticas y a la polarización ideológica y política?

El debate no es si unas u otras ONG están infiltradas por los grupos armados de izquierda o derecha, o si por identidad ideológica terminan sirviendo de caja de resonancia de los actores armados. Plantear la discusión en estos términos termina siendo un sendero propicio para el abismo: en un país asediado por grupos extremistas, este tipo de discurso puede terminar alimentando la violencia. Sólo las autoridades judiciales deben entrar a dirimir si una organización tiene vínculos orgánicos con grupos armados ilegales, ya sean de extrema izquierda o extrema derecha. En las condiciones de Colombia, jamás el poder Ejecutivo.

Por ello, el verdadero debate debería ser si los informes de las ONG de derechos humanos son serios, ponderados y rigurosos.

En Colombia se están configurando dos grandes corrientes en el campo de las ONG con alto protagonismo público: de una parte, las ONG comprometidas con el tema de la paz y la salida negociada al conflicto, quienes han asumido una posición moderada, responsable, equilibrada. De otra parte, las ONG de derechos humanos que han asumido un discurso radical, condenatorio del Estado, de denuncia y de confrontación. Una lectura cuidadosa del Informe 'El embrujo autoritario', deja un mal sabor en la boca.

Colombia no soporta más estas actitudes. Como todos sabemos, el conflicto armado que sufre nuestro país es uno de los cuatro más antiguos del mundo. Si tomamos como fecha de iniciación del conflicto armado contemporáneo, el nacimiento de las denominadas "guerrillas de primera generación", es decir, entre 1964 y 1967 (Farc, Eln y Epl), solamente tres conflictos: la disputa por la región del Casimir entre la India y Pakistán (1946), el conflicto entre Israel y Palestina (1949) y la guerra de secesión territorial de la región de Shan en Burma (1960), superan en duración al conflicto colombiano. Tras cuatro dolorosas décadas, es la hora de acabar con esta carnicería estéril.

Sin duda, Álvaro Uribe Vélez se equivocó y debería en una futura intervención pública cambiar el tono de sus señalamientos hacia el mundo de las ONG. Pero, a su turno, las ONG -en particular, aquellas orientadas hacia los DD.HH.- deben llevar a cabo una honda reflexión interna: el infierno está lleno de hombres de buena voluntad. Lo bueno que hacen con una mano (proteger los derechos humanos), lo borran con la otra (discursos radicales, polarizadores, manipuladores).

Las ONG deben ser responsables en el uso de la palabra, responsables en el uso de las estadísticas, responsables en el uso de los adjetivos; en una palabra, responsables con Colombia.


* Profesor del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia.

As of September 17, 2003, this document was also available online at http://eltiempo.terra.com.co/opinion/colopi_new/eduardopizarroleongomez/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-1253283.html
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