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Last Updated:5/16/05
Op-Ed by U.S. Ambassador to Colombia William Wood, El Colombiano (Medellín, Colombia), May 16, 2005

Inmunidad no es impunidad

Por
William Wood*

Los recientes incidentes en los cuales se ha visto involucrado personal militar estadounidense, bajo cargos de narcotráfico y venta de municiones, son lamentables e infortunados. También es muy preocupante que algunas personas mal interpreten o que no comprendan lo que significa la inmunidad diplomática. Es preciso recalcar que la inmunidad no es impunidad.

La inmunidad diplomática es una condición recíproca y aplica para el personal oficial de las naciones signatarias de la Convención de Viena de 1963, que rige las relaciones entre naciones soberanas. La inmunidad permitió que hubiera embajadores de EE.UU. en Moscú y embajadores soviéticos en Washington durante la Guerra Fría. Es un sistema necesario para que los gobiernos puedan tener diplomáticos en las ciudades capitales de otros países aunque haya problemas bilaterales, porque es la tarea diplomática mantener un mínimo de intercambio y entendimiento entre los países. La inmunidad nos permite hacerlo.

Los diplomáticos colombianos en Washington gozan de inmunidad, tanto como los nuestros aquí. Y también, hemos aplicado inmunidad en otros casos. Por ejemplo, cuando militares colombianos fueron detenidos en Fort Lauderdale, Florida, en 1998, con cocaína adentro de un avión de la Fuerza Aérea Colombiana, los implicados fueron entregados a las autoridades colombianas para su investigación.

El acuerdo bilateral firmado en 1974, que entró en vigencia en 1975, entre Colombia y Estados Unidos, no creó una inmunidad nueva. Mediante ese acuerdo los militares estadounidenses que están en Colombia para propósitos de cooperación, enlace y planificación forman parte de la Embajada y por eso gozan de la inmunidad de la cual goza la Embajada misma.

En los últimos 30 años, el acuerdo ha servido muy bien a ambos países. Militares estadounidenses en asignaciones, por tiempos breves o un poco más largos, han estado en Colombia, precisamente para prestarle a la Fuerza Pública colombiana ayuda, cooperación y respaldo. El personal militar estadounidense ha capacitado a miles de miembros de las unidades especiales para combatir el terrorismo y proteger infraestructura económica vital, así como la construcción de obras civiles con un alto beneficio para toda la población colombiana.

Nos hemos comprometido a descubrir la verdad y quienes hayan violado la ley enfrentarán el peso completo de la misma. En el caso de Apiay, en el mes de abril los fiscales de nuestro Ejército presentaron más de 15 cargos contra uno de los involucrados. En este mes, el caso va a ir a la primera etapa de un proceso jurídico. Entre los 15 cargos, algunos tienen penas de más de 15 años. En nuestro sistema de justicia militar no hay libertad condicional ni disminución de condena. Los militares que tuvimos que enviar de regreso a Estados Unidos, de ser hallados culpables, también enfrentan la posibilidad de condenas más fuertes porque no han cometido solamente delitos civiles sino que también han violado sus obligaciones como miembros de nuestra Fuerza Pública. Puedo asegurar que estamos trabajando muy duro para cerciorarnos de que esos problemas no se repitan.

Estamos tomando estos casos muy en serio porque inmunidad no implica impunidad.

* Embajador de Estados Unidos

As of May 16, 2005, this document was also available online at http://www.elcolombiano.terra.com.co/BancoConocimiento/I/inmunidad_no_es_impunidad/inmunidad_no_es_impunidad.asp?CodSeccion=6

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