Traducción
de las ponencias del Rep. Jim McGovern, debate sobre la ayuda
a Colombia, 9 de junio de 2006
A
continuación presentamos una traducción de las ponencias
que hizo el Representante Jim McGovern (D-Massachusetts) en el
debate sobre la enmienda # 7 al proyecto de ley de ayuda al exterior
para 2007, el pasado viernes 9 de junio de 2006.
Después
de una hora de debate, la enmienda fue derrotada por un margen
de 174 votos a favor y 229 en contra.
Señor Presidente de la Cámara de Representantes,
Esta
enmienda es bastante clara. Incrementa por $30 millones de dólares
el apoyo al Fondo de Ayuda de Emergencia para Refugio e Inmigración
(Emergency Refugee and Migration Assistance Fund, ERMA), y disminuye
por esa misma cantidad la cifra destinada a la Iniciativa Anti-droga
Andina (Andean Counterdrug Initiative, ACI).
La
reducción de la cuenta ACI debe sacarse de la ayuda militar
y de erradicación de cultivos de droga, un monto que en
el proyecto actual es más que lo que solicitó el
Presidente Bush. Según entiendo por medio de cifras proveídas
por el Subcomité de Operaciones en el Exterior, bajo el
ACI el Presidente Bush pidió $506.2 millones de dólares
para Colombia. El Comité resultó proporcionando
$545.2 millones de dólares para todas estas categorías
de ayuda. Aún después de que esta cifra fuera reducida
por $30 millones, la ayuda para Colombia solicitada por el presidente
sin embargo estaría $512.2 millones, es decir, $9 millones
más allá de la solicitud del presidente para el
año fiscal del 2007.
Señor
Presidente, yo he estado antes en este recinto expresando mis
preocupaciones con nuestra política en Colombia. La política
de erradicación de droga ha sido un fracaso miserable.
El ejército colombiano continúa cometiendo actos
atroces con impunidad.
Sé
que algunos de mis estimados colegas que oponen esta enmienda
vendrán de una vez más con sus cuadros y gráficas
y flechas que señalan hacia allí y hacia allá.
Pero sin importar como lo enfocamos, el resultado final es que
después de seis años y $4.7 mil millones de dólares
para Colombia, estamos en el preciso lugar donde empezamos en
relación al cultivo de la droga en Colombia.
La
misma cantidad de coca se está cultivando hoy en Colombia
que en 1999. Pero no sólo lo dice Jim McGovern. Este dato
viene de nuestra propia Oficina de Control Narcótico y
Política de Droga (Office of Narcotics Control and Drug
Policy, el "Zar Antidrogas"). Son sus cifras. Sus descubrimientos.
Sus conclusiones. El Departamento de Estado los apoya en esto.
$4.7
mil millones. Como lo afirma tan elocuentemente el reporte del
Comité que acompaña este proyecto de ley en la página
62 - después de un incremento masivo en fumigaciones, de
47,000 hectáreas al inicio del Plan Colombia hasta hoy,
cuando fumigamos 138,775 hectáreas el año pasado
- no hemos conseguido absolutamente nada, Señor Presidente.
El cultivo de coca en Colombia está en el mismo punto -
o quizás un poquito más - en que estaba cuando empezamos.
El
lunes, Señor Presidente, los titulares de los periódicos
nos informaron que una unidad del ejército colombiano asesinó
a una de las unidades anti-droga más exitosas, entrenada
por Estados Unidos, en una emboscada intencionada y a sangre fría.
Ayer, el Comité de Apropiaciones del Senado congeló
$30 millones en ayuda militar porque estaba tan furioso por este
asesinato y por la reciente certificación en tema de derechos
humanos del Departamento de Estado.
Tenemos
que responder a esto, Señor Presidente. Esta Cámara
tiene que responder. Y este es el momento para hacerlo.
No
estamos socavando al Presidente Uribe al aprobar esta enmienda.
Colombia aún recibiría más de lo que el Presidente
Bush pidió para el año fiscal 2007.
Pero
podríamos enviar en fuerte mensaje a las Fuerzas Armadas
Colombianas que no seguiremos escribiéndoles cheques en
blanco. No seguiremos mirando al otro lado. No somos alguien de
quien se puede tomar ventaja.
Y
tenemos la oportunidad de hacer un verdadero bien con este dinero.
Podemos apoyar la solicitud del Presidente Bush para el Fondo
de Ayuda de Emergencia para Refugio e Inmigración. El Fondo
actualmente tiene el saldo más bajo que ha tenido un una
década. Por lo general, el Departamento de Estado retira
de los fondos del ERMA entre $60 y $70 millones de dólares
cada año. Simplemente hay demasiadas emergencias inesperadas
que ocurren por todo el mundo. Sin el aumento proporcionado por
esta enmienda, estaríamos poniendo en riesgo ayuda que
puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para
personas afectadas por violencia trágica o emergencias
ecológicas.
Bien
sea si estamos considerando la frontera, cada día más
explosiva, entre Chad y Sudán, o intentando prevenir interrupciones
en la ayuda de alimentos en Kenia, Tanzania y Uganda, o tratando
de responder rápidamente a las víctimas de terremotos
y volcanes, este Fondo es una de las herramientas más efectivas
del presidente.
Con
esta enmienda le podemos dar al presidente lo que ha solicitado
y lo que necesita para Colombia en el ACI, y le podemos dar lo
que ha solicitado y lo que necesita para responder adecuadamente
a las crisis de refugiados en casos de emergencia.
Y
al mismo tiempo, por primera vez, le podemos enviar un fuerte
mensaje al ejército colombiano que nuestro respaldo económico
y nuestra paciencia se están acabando.
PONENCIA DE CIERRE
Señor
Presidente,
Hemos
oído los argumentos de la oposición. Aumentos masivos
en fumigación. Apoyo abrumador para el Presidente Uribe.
Disminución de secuestros. Ciudades y vías más
seguras.
Pues
bien, Señor Presidente, todo eso es cierto.
Pero
aumentos masivos en fumigación no han conducido a una reducción
alguna en el cultivo de coca.
Apoyo
abrumador para el Presidente Uribe no ha resultado en una disminución
siquiera mínima en la impunidad de que disfrutan los oficiales
militares con vínculos a capos de droga, mafiosos, paramilitares,
y quienes cometen crímenes violentos que atentan contra
los derechos humanos, y otros actos criminales.
Los
secuestros han bajado, pero los asesinatos, las desapariciones
y las amenazas de muerte en contra de líderes de organizaciones
sindicalistas, religiosas, indígenas, afro-descendientes,
y de otros sectores se incrementan vertiginosamente, según
el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización
de Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz
Roja, y todas las otras organizaciones reconocidas en tema de
derechos humanos en el mundo.
Y
si bien las ciudades y las vías están más
seguras, las zonas rurales están tan peligrosas, violentas
y sangrientas como siempre.
Podemos
hacer algo bueno con esta enmienda. Podemos hacer algo correcto.
Podemos proporcionarle al Presidente Bush algo más de lo
que nos pidió, tanto para las emergencias de refugiados
como para Colombia.
Urjo
a mis colegas para que apoyen la enmienda McGovern-Leach-Payne-Lofgren-McCollum-Grijalva-Schakowsky-Lee.