Declaration
from 24 Colombian Non-Governmental Organizations, July 1, 2000
LLAMAMOS
AL COMPROMISO ÉTICO DE LOS ESTADOS
Y CONVOCAMOS
A LA CONFERENCIA INTERNACIONAL
"DERECHOS HUMANOS, PAZ, DESARROLLO
Y JUSTICIA SOCIAL PARA COLOMBIA"
Las organizaciones de la sociedad civil que trabajamos por los derechos
humanos, la paz, el desarrollo digno y sostenible, y las organizaciones
sociales, al participar en esta reunión del Grupo de Apoyo al Proceso
de Paz en Colombia, reconocemos el significado de esta convocatoria que,
con el esfuerzo del gobierno Colombiano, y actuando el gobierno español
como anfitrión, congrega a los países amigos en el propósito
de contribuir en su condición de Estados a la solución de
nuestro conflicto interno.
Consideramos la reunión
de Madrid parte de un proceso en marcha que, además de los gobiernos
y antes que ellos, ha involucrado ya profundamente a numerosos estamentos
del pueblo colombiano y de la sociedad civil de Norteamérica y
Europa.
Hemos aceptado participar
formalmente en este evento desde una perspectiva ética que consideramos
ineludible, para aportar nuestro análisis del Plan Colombia y proponer
los pasos que deben seguirse si queremos que este proceso lleve a la paz
que anhelamos.
En cuanto ciudadanas y ciudadanos
del mundo, y en coherencia con la DECLARACION de los paìses y organismos
participantes en la Audiencia Pùblica Internacional sobre Medio
Ambiente y Cultivos Ilìcitos (Caguàn, Junio 30 de 2000),
nosotros consideramos que en su aporte a la solución del conflicto,
los Estados deben mantener como mínima condición ética
privilegiar sobre sus propios intereses, la vida de los hombres y mujeres
de Colombia. En consecuencia, esperamos que ninguno de los Estados aquí
presentes aceptará cualquier solución al problema social
de los campesinos forzados a cultivar coca y amapola, que contemple -directa
o indirectamente, de manera unilateral o en alianza-- el ataque militar
contra su vida e integridad.
Del mismo modo, como garantía
de un proceso de paz sólido y consistente y para asegurar la plena
vigencia de los derechos humanos, el Estado colombiano debe comprometerse
con decidida voluntad a poner fin a los grupos paramilitares y esperamos
que los demás Estados aquí presentes coadyuvarán
al logro de este propósito y exigirán su cumplimiento.
Nuestra Posición ante
el Plan Colombia.
El mayor anhelo de la sociedad
colombiana es la paz. Esta expectativa se ha expresado en manifestaciones
masivas en las calles y en las urnas y en el esfuerzo cotidiano de miles
de colombianos comprometidos en este propósito.
El presidente Pastrana interpretaba
en buena parte este anhelo cuando presentó el 7 de agosto de 1998
una iniciativa de solución política y negociada del conflicto
armado. Desde entonces se ha desarrollado una estrategia de diálogo
y negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
--FARC-EP-- que ha permitido el establecimiento de una zona de distensión,
la definición de una agenda de negociación y la convocatoria
de audiencias públicas sobre los ejes temáticos acordados.
De otra parte, el gobierno concedió estatus político al
Ejército de Liberación Nacional y se buscan alternativas
que permitan realizar con este movimiento insurgente una Convención
Nacional en el marco de la búsqueda de una salida política.
Paralelamente el gobierno
presentó una propuesta de PLAN COLOMBIA, pieza central de su gestión.
En su versión definitiva el Plan subordina los objetivos sociales
(la paz, los derechos humanos, la acción contra la impunidad, la
reactivación económica, el combate al narcotráfico)
a un componente militar que define el sentido del conjunto.
Este Plan, cuyos costos ascienden
a 7.500 millones de dólares, ha sido puesto en consideración
de los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón
en desarrollo de una "diplomacia para la paz".
Por su parte, el Congreso
de Estados Unidos aprobó una ayuda bilateral en la que resalta
el aporte militar. Esta ayuda pretende perseguir el narcotráfico,
pero por experiencias anteriores es de prever que lejos de resolver el
problema, puede agravarlo, causar daños irreparables en la Amazonia,
a la vez que escalar, expandir y agravar el prolongado conflicto armado
interno que desangra a Colombia.
Adicionalmente el Plan contiene
propuestas de desarrollo económico circunscritas a las recomendaciones
de ajuste de organismos internacionales que pueden agudizar la crisis
social. El Plan, por otra parte, incorpora, sin coherencia, las iniciativas
de comunidades y organizaciones campesinas e indígenas en territorios
de conflicto encaminadas a la construcción de tejido social en
medio de la guerra y al desarrollo regional participativo y justo, sin
atender que estos procesos incluyentes son incompatibles con la concepción
predominante en el Plan Colombia.
La sociedad colombiana, en muy diversas expresiones, ha manifestado su
oposición a este Plan que no ha sido producto de una consenso nacional
y se ha pronunciado por una revisión profunda del proceso de formulación
de mismo.
Por qué una Conferencia
Internacional para un nuevo Plan Colombia.
La sociedad colombiana debe
ser sujeto protagonista del proceso de paz y de la formulación
de propuestas de construcción de nuevo país. Diversos gobiernos
y organismos internacionales han reclamado esta participación y
han manifestado su interés de apoyar estos esfuerzos hacia un modelo
de desarrollo sostenible, con democracia y justicia social.
El proceso de paz requiere
de apoyo nacional e internacional y de avances significativos en la generación
de confianzas, en la regulación del conflicto desde la normatividad
humanitaria y en la atención a las innumerables víctimas
civiles de la confrontación.
Consideramos que Colombia
necesita no sólo de ayuda económica internacional sino también
una estrategia de acompañamiento, observación y monitoreo
del desarrollo del proceso de paz y de la implementación de las
propuestas concertadas con la sociedad civil.
La circunstancia presente
del Plan Colombia, el debate internacional que ha suscitado, la insatisfacción
con su actual formulación y la exigencia de integrar la sociedad
colombiana en su rediseño, requieren establecer un escenario en
el que Estado, insurgencia y sociedad, junto con la comunidad internacional,
puedan asumir el desafío de concertar un nuevo Plan.
Convocatoria a la Conferencia.
En consecuencia, CONVOCAMOS
a una Conferencia Internacional como espacio de intercambio y concertación
entre los diferentes sectores de la sociedad colombiana, y de interlocución
con la comunidad internacional.
La Conferencia será
un escenario en el cual participen las autoridades del Estado colombiano,
los voceros de los grupos insurgentes con status político, las
organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, paz, desarrollo
y medio ambiente, las organizaciones sociales, los gremios, las iglesias,
las comunidades locales y demás expresiones de la sociedad colombiana,
los gobiernos de países amigos del proceso de paz en Colombia,
las organizaciones intergubernamentales internacionales, las agencias
de cooperación y demás instancias de la comunidad internacional
interesadas en la suerte del país.
La Conferencia recogerá
las discusiones y conclusiones de la Reunión del Grupo de Apoyo
al Proceso de Paz en Madrid y demás eventos que han discutido el
Plan, para analizar su articulación y complementariedad en la presente
iniciativa.
La Conferencia tendrá
un proceso preparatorio, coordinado por las organizaciones convocantes,
que busca integrar las opiniones, propuestas e iniciativas de las comunidades
locales y de las organizaciones sociales y políticas.
La Conferencia deberá
concluir también una propuesta metodológica que dé
continuidad al proceso de concertación iniciado en ella.
Objetivos de la Conferencia.
Concertar entre diversos actores
de la sociedad colombiana (Estado, insurgencia, sociedad) y la comunidad
internacional la restructuración en profundidad del Plan Colombia
en función de los derechos humanos, la paz, el desarrollo sostenible
y la justicia social.
Fortalecer las dinámicas
nacionales que procuran acercar la paz mediante el diálogo y la
negociación y apuntan al desescalamiento del conflicto para asegurar
la vida y la integridad de la población civil.
Acordar estrategias sociales,
integrales y multilaterales al grave problema que plantea a Colombia y
el mundo el tráfico de drogas, en la perspectiva de buscar alternativas
diferentes al uso de la fuerza en las zonas de cultivo de coca y amapola.
Lugar y Fecha.
La Conferencia tendrá
lugar en San José de Costa Rica entre el 13 y el 15 de septiembre
de 2.000 .
Solicitudes urgentes.
En consecuencia, sin menoscabo
de la cooperación internacional a la paz, los derechos humanos
y el desarrollo, demandamos a los Estados y organismos multilaterales
no poner en marcha la erradicación de cultivos ilícitos
contemplada en el texto actual del Plan Colombia. Asì mismo solicitamos
que los recursos necesarios y urgentes que los paìses destinen
a la cooperaciòn para la paz de Colombia sólo sean aplicados
en el marco de los acuerdos que se establezcan en la Conferencia de Costa
Rica.
Igualmente, proponemos que
se constituya un observatorio con participación colombiana e internacional
que monitoree los impactos sociales y ambientales de las acciones futuras
en relación con los cultivos de uso ilícito.
Santafè de Bogotà, Julio 1 de 2000.
Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz
Red de Iniciativas contra la Guerra y por la Paz - REDEPAZ
Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo.
Mandato Ciudadano por la Paz, la Vida y la Democracia.
Red de Universidades por la Paz y la Convivencia
Instituto de Estudios para la Paz INDEPAZ
Asamblea por la Paz de la USO
Asociación de Trabajo Interdisciplinario - ATI
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
Comisión Colombiana de Juristas
Corporación para el Desarrollo Social Alternativo MINGA
Comité de Solidaridad con los presos Políticos
Benposta, Nación de muchach@s
Centro de Investigación y Educación Popular CINEP
Comisión Colombiana de Juristas
Fundación Cultura Democrática
Casa de La Mujer
Consultoría de Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES.
Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos ( ILSA)
Instituto María Cano (ISMAC)
Comisión Intercongregacional JUSTICIA Y PAZ
Corporación Nuevo Arco Iris
FIDHAP
Revista Utopías.