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Last Updated:7/27/00
Statement by Colombian Unions (CUT, CGTD, CTC), July 2000
Conferencia Sindical de Madrid- Julio de 2000
PLAN COLOMBIA
Posición de las organizaciones sindicales colombianas

"¿Quién quedara vivo, para decir que ese crimen de ellos ha sido un suicidio nuestro?"
Eduardo Galeano

1. ¿QUE ES EL PLAN COLOMBIA?
El Plan Colombia es una proyecto articulado alrededor del eje fundamental de la lucha antinarcóticos y contrainsurgente. Esta columna vertebral define la concepción, las estrategias complementarias y la distribución económica del presupuesto. Es por tanto una falacia presentarlo como una política integral con dos caras complementarias que se puedan analizar y negociar por separado: una social cuyo objetivo es mejorar las condiciones de los sectores vulnerables y una antinarcóticos para disminuir el 50% de la producción y tráfico de materia prima y narcóticos en un plazo de seis años

Existen varias versiones del Plan Colombia. El primer plan Colombia se proclamó como el "eje central de la política de paz", a tono con el optimismo post-electoral, en el inicio de la zona de distensión y la instalación de la Mesa de Diálogo entre el Gobierno y las FARC - EP, el 22 de Octubre de 1998. Dentro de la estrategia dirigida a la reducción de la oferta de drogas, el primer "Plan Colombia" se interesaba solo por la oferta de la materia prima natural para el procesamiento de heroína y clorhidrato de cocaína. Los componentes represivos de la política antidrogas - interdicción, persecución a los narcotraficantes y al lavado de activos, extinción de dominio etc. -, continuarían bajo la responsabilidad de la Policía Antinarcóticos, la Fiscalía General, las Fuerzas Armadas y la Dirección Nacional de Estupefacientes. El nombre y la concepción inicial del plan se le deben al excanciller y actual miembro de la Comisión de Conciliación Nacional Augusto Ramírez Ocampo, quién a partir de su experiencia y conocimiento del proceso de negociación centroamericano, lo proponía como un procedimiento simultáneo a la Mesa de Negociación del Proceso de Paz; es decir poner en practica acuerdos parciales, según los avances , sin esperar a la firma de un acuerdo final de paz.


Lo cierto es que el "Plan Colombia" cuenta con múltiples disfraces que se muestran a conveniencia para obtener recursos externos, sin que importe mucho lo que opine la sociedad colombiana.

Dentro de su lógica de guerra, la propuesta de Estados Unidos para que la Unión Europea participe en la financiación del "Plan Colombia" , supone una aparente división en las responsabilidades: Mientras los Estados Unidos invierten para hacer la guerra, la Unión Europea presuntamente se ocuparía de paliar los efectos sociales de las acciones militares y represivas que se van a profundizar. En esta dirección, el 23 de Febrero de 2000 el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, manifestó en Vilamoura, Portugal, que: "Europa esta dispuesta a financiar al "Plan Colombia".

En Colombia, quienes hemos criticado el Plan Colombia hemos señalado que esta propuesta de división de funciones es perversa y engañosa, y que tanto el pueblo colombiano como la comunidad internacional tienen derecho a discutir la estrategia en su conjunto. Los gobiernos, los sindicatos y ONGs europeas deben tener claro que la superposición del escenario contrainsurgente y antinarcóticos no solo escalará la guerra interna sino que anulará cualquier otro esfuerzo que se realice en materia de desarrollo social y desarrollo rural alternativo en las regiones con producción de coca y amapola.

El movimiento sindical colombiano considera que no hay un plan B o C alternativos. Hay un solo Plan , diseñado dentro de los parámetros establecidos por la administración estadounidense como condición para otorgar la ayuda militar y concebido en el fondo como instrumento de fortalecimiento del aparato militar del Estado en orden a mejorar su posición de negociación y acción militar en medio del conflicto armado.

Las diferentes versiones del Plan, enfatizan diversos matices, dependiendo del escenario a donde se vaya a solicitar la "ayuda". En ese sentido no existe hasta la fecha un proyecto integral de desarrollo , que contribuya al logro de la paz con justicia social.

El Plan Colombia no apunta al fondo de los problemas que han creado el actual conflicto social y polítco. No obstante exculpa de toda responsabilidad al Estado y a la clase dirigente en la génesis de nuestros problemas, pretendiendo que sea exclusivamente la comunidad internacional quien pague el costo de resolver los problemas que ha creado la intolerancia y el egoísmo de nuestros dirigentes.

Según el diagnóstico subyacente al Plan, el país está mal y continuará peor por culpa de cuatro enemigos interesados en socavar los cimientos de la institucionalidad, la concordia y el crecimiento económico: el narcotráfico, la guerrilla, corrupción, los paramilitares y la delincuencia común. Esta visión desconoce la más grave crisis financiera, económica, fiscal y social de este siglo, con sus secuelas de desempleo y pobreza, que alimenta el conflicto interno. Y dicha crisis ha sido creada por una política económica errada que no está en vía de rectificación.

Las soluciones van acordes con el diagnostico. Ya no se trata de eliminar causas estructurales de la violencia, expuestas una y otra vez en la versión inicial del Plan Colombia que el Presidente Pastrana presentó en Puerto Wilches (Colombia), sino garantizar la presencia del Estado en todo el territorio nacional. Una taxativa convocatoria al fortalecimiento de las instituciones y a la modernización de las Fuerzas Armadas reemplazan ahora el anterior llamado a superar la inequidad social y la exclusión política que afecta a la mayoría de los colombianos, y cuya situación se quería mejorar, de acuerdo que entonces dijo el Presidente de la República:

" Mi gobierno tiene el compromiso inexorable de fortalecer el Estado, recuperar la confianza de nuestros ciudadanos y restaurar las normas básicas de una sociedad pacífica......La paz se debe construir y solo nos llegará mediante la estabilización del Estado y una mayor capacidad de (sic) garantizar a cada uno de los ciudadanos, en todo el país, que tendrán seguridad y la libertad para ejercer sus derechos y libertades" .

Así las cosas el plan Colombia queda con una columna vertebral: la fusión la lucha contra-insurgente y antinarcóticos con la intervención incremental de los Estados Unidos. Esta columna vertebral subordina los componentes de fortalecimiento institucional, estabilización de la economía y desarrollo social. En la práctica los anula y desvirtúa porque:
a) No están encaminados a resolver los problemas estructurales que subyacen al conflicto social, al conflicto armado y a la irrupción de los cultivos ilícitos, como expresión de la crisis agraria del país.
b) Esos programas se proponen en el marco del ajuste neoliberal , las privatizaciones y tiene de la política social una visión asistencialista. No busca romper el circulo vicioso de la inequidad y la pobreza. ¿Podrán superar la pobreza las familias que recibirán recursos del Plan Colombia, con el US$1,oo diarios, que recibirán familias con un promedio de cinco miembros?
c) No se entiende cómo puede lograrse el fortalecimiento institucional, el respecto de los derechos humanos, y el desarrollo social, si se imponen políticas de guerra en los mismos escenarios regionales donde es patente la ausencia de políticas sociales ?
d) La distribución de los recursos revelan por si solos cual es el eje central del plan:

· El valor total del Plan Colombia es de US$ 7.557 millones, de los cuales US$ 4810 millones, equivalentes al 63.6% del presupuesto del Plan Colombia, están destinados al componente militar distribuido de la siguiente manera:
a) Operaciones antinarcóticos de Ejército y Policía (4.351 millones)
b) interdicción (319 millones) e inteligencia militar (140 millones).

· Con el resto, aproximadamente US$ 3.500 millones, se busca supuestamente la Reactivación económica, la Reforma a la justicia y protección a los Derechos Humanos, la Democratización y Desarrollo Social y el apoyo al Proceso de Paz.

No obstante lo que se evidencia con el Plan Colombia y la política económica del gobierno, es la profundización de la concentración de la riqueza, la injusticia y la exclusión social derivadas de un modelo que privilegia la especulación sobre la producción, que aumenta la tributación sobre los ingresos de la población, para conseguir recursos para el salvar al sistema financiero en bancarrota tras el cobro de astronómicas tasas de interés, y pagar el servicio de la deuda pública , que asciende al 40% de ingresos del Estado.

El aporte de los Estados Unidos de América ratifica la importancia de recursos destinados al componente militar del Plan. El gobierno Clinton dispuso de US$1574 millones para el Plan Colombia, de los cuales US$1337 millones, el 84.9% están destinados al componente militar: (Batallón Antinarcóticos y Policía Nacional). Ello revela las prioridades de los Estados Unidos.

La Mesa de Donantes programada para recaudar fondos en Europa espera conseguir US$ 1.250 millones, con énfasis en los derechos humanos y el desarrollo social.

Preocupa que se pretenda comprometer a los gobiernos y organizaciones sociales europeas para que aporten recursos a las estrategias "sociales" del Plan Colombia, sin que se haya podido discutir el sentido, objetivos y estrategias fundamentales del Plan, ni con el gobierno ,ni con la sociedad civil colombiana.

En relación con los recursos que deberían ser apropiados por Colombia (US$ 4.000 millones), no se sabe de donde saldrán los mismos, ya que el país está pasando por la peor crisis económica de las últimas décadas: En medio de la peor, recesión económica de nuestra historia, el desempleo esta por encima del 20%, un déficit fiscal que bordea el 5% del PIB y un servicio de la deuda que absorbe el 40% de los ingresos de la nación. No parece previsible, que el gobierno colombiana tenga la posibilidad de disponer de los recursos prometidos.

Así las cosas, los millones de dólares americanos fluirán primero, pero no se podrán gastar a voluntad, sino según la minuciosa distribución de Washington para "la acometida del gobierno colombiano en las regiones del sur de Colombia donde se cultivan drogas, ahora dominadas por la guerrilla" . Exactamente en el Putumayo y Caquetá, donde existen 57 mil hectáreas de coca, más de 20.000 familias campesinas cultivadoras, 100.000 jornaleros raspadores de coca, y una inmensa población flotante que deriva indirectamente su sustento de la provisión de servicios en la región.

El Plan Colombia busca reducir la oferta de drogas a través de dos acciones : Golpear a los campesinos cocaleros y amapoleros y desplazar población de las regiones productoras. Si aceptamos que la producción de la materia prima, refleja un problema socioeconómico estructural y no pertenece, al igual que el consumo, a la cadena propiamente criminal del narcotráfico, podremos entender las dimensiones de la agresión que se prepara contra un sector de 80.000 familias que viven de ese renglón productivo, y contra los colombianos que viven en Putumayo, Caquetá y que dependen indirectamente de ese renglón de producción.

La estructura empresarial del narcotrafico queda relativamente incólume. Si bien se fortalece la interdicción, no existen medidas importantes para impedir que los narcotraficantes traslade sus cultivos y laboratorios al centro y norte del país, ni para que le sea más difícil repatriar y legalizar las divisas, aliento vital de la supervivencia del narcotráfico en Colombia.

Una estrategia antinarcóticos que no controle el tráfico de precursores químicos, medios de transporte y armas, que no bloquee los circuitos financieros del lavado del dinero ni apunte a la reducción del consumo en los países consumidores, no sólo es asimétrica en el costo que pagan los diversos actores al recargar el peso en los productores, sino que terminará siendo inútil.

Hasta la fecha, la estrategia de fumigación aplicada en nuestro país sólo ha conseguido aumentar el área cultivada y el volumen de droga exportada. La suma total de producción de droga a nivel mundial se ha mantenido constante, lo cual demuestra que sólo ha habido un desplazamiento de la producción de unas áreas a otras manteniendo constante el nivel de producción total. Ha sido pues una estrategia fallida en la cual se pretende reincidir..

Si se aplican las estrategias previstas en el Plan Colombia, el conflicto político y militar colombiano puede generalizarse al conjunto del país e incluso comprometer y afectar a países vecinos.

2. POR QUÉ EL PLAN COLOMBIA CARECE DE LEGITIMIDAD

Este evento alternativo a la Mesa de Donantes al Plan Colombia, es una oportunidad para expresarle a la Unión Europea y a la comunidad internacional la posición del sindicalismo colombiano sobre el Plan Colombia. Tiene por lo tanto un especial significado la asistencia a este foro, para analizar y alertar sobre las consecuencias del mencionado Plan Colombia.

El denominado: "Plan Colombia, un plan para la paz, la prosperidad y el fortalecimiento del Estado", está muy lejos de ser la oportunidad para lograr la paz en nuestro país. La opinión pública de nuestro país desde la primera versión, percibió el mencionado Plan como una estrategia de profundización de la guerra.

El Sindicalismo Colombiano no puede aceptar que después de haber sido diseñado y tramitado el Plan a espaldas del país, se nos quiera tomar en cuenta cuando ya está en marcha, y la invitación a dialogar sobre el mismo sólo tiene el propósito de otorgarle una legitimidad de la que carece desde su origen.

No estamos de acuerdo con la concepción y orientación del Plan Colombia .Lo que se pretende ver como un proyecto de desarrollo para la paz y el fortalecimiento del Estado, puede terminar siendo, de acuerdo con su concepción, un generador de desplazamiento forzado de población pobre, de mayor deterioro ambiental y de profundización de las contradicciones que hoy vive Colombia.

La ejecución del Plan Colombia puede conducir a la suspensión de las conversaciones de paz , tal como lo han advertido diversos sectores de la sociedad colombiana y puede producir un escalonamiento del conflicto.

El argumento del gobierno de que se trata de un Plan integral porque involucra estrategias de derechos humanos, desarrollo social, erradicación y sustitución de cultivos, reactivación económica y proceso de paz, es equivocado. La integralidad de una propuesta no está dada por la cantidad de temas que aborde sino por la articulación de todos ellos en torno a un eje ordenador que subordina el conjunto. Su intencionalidad central es la lucha contra el narcotráfico y ello explica el predominio del componente militar (63,6% del total del presupuesto).

Si además se tiene en cuenta que la aplicación del Plan se concentra en zonas de alto conflicto armado, en particular los departamentos de Caquetá y Putumayo, es evidente que el Plan incentiva la guerra y anima a un escalamiento de conflicto. Las FARC ha anunciado que armarán a los campesinos para combatir a los batallones antidrogas y es previsible una extensión del problema que se dice querer resolver . No contribuye pues a la construcción de la paz, como argumenta el gobierno.

Por otro lado, tampoco es eficaz en la lucha contra el narcotráfico: Los afectados serán miles de campesinos que si bien están vinculados al cultivo de la coca, no son narcotraficantes. Los narcotraficantes y sus redes de distribución y comercialización están en los centros urbanos de Cali, Bogotá, Medellín, Pereira, y la Costa Atlántica, además de sus operaciones en Estados Unidos y Europa. Ellos seguirán en su negocio, aprovechando que la estrategia antinarcóticos incluida en el Plan Colombia está focalizada en los centros de cultivo, al sur del país.

No compartimos el Plan Colombia, además, porque no se concertó con la sociedad civil y los actores del conflicto. En la formulación del documento se eludió la participación ciudadana.

Dicho Plan se elaboró a espaldas de algunas instancias que tiene el Estado establecidas en la Constitución Política : el Congreso de la República y las Comisiones de Asuntos Exteriores, las Entidades Territoriales y el Consejo Nacional de Planeación.

No aceptamos ser invitados de ultima hora a convalidar decisiones tomadas a puerta cerrada en Washington una vez que Thomas Pickering, Subsecretario de Estado, alentó al Gobierno colombiano para que elaborara un Plan que incluyera un paquete de ayuda suplementaria a Colombia. Seguidamente asesores del Departamento de Estado, colaboraron de manera directa en la redacción de la nueva versión del Plan Colombia. Por lo tanto el Plan Colombia fué conocido primero en Estados Unidos de América, y los colombianos nos enteramos por medios no oficiales y comunicados de prensa. Por ello dicho Plan carece de legitimidad en nuestro país.

3. PROPUESTA ALTERNATIVA
Por lo anterior proponemos:

Formular un nuevo Plan de Paz y Desarrollo Integral, concertado con la sociedad civil, el movimiento sindical, y los actores vinculados al conflicto; replanteando la concepción, orientación y composición de los recursos del actual Plan Colombia. Este Plan Alternativo debe priorizar el desarrollo económico y social y el apoyo al proceso de paz.

El Plan Alternativo de Paz y Desarrollo Integral, debe contener en lo fundamental los siguientes ejes temáticos:

a) Democratización económica y social : En consideración al hecho de que el conflicto interno, incluso el mismo narcotráfico (cultivos ilícitos), tiene claras raíces en la inequidad económica, desigualdades sociales, y en la exclusión política, la alternativa para una salida negociada debe contemplar una estrategia de ampliación de la democracia en lo social, en lo político y en lo económico. El desarrollo alternativo y la reconstrucción económica para la paz supone una acción integral de desarrollo y bienestar con justicia y equidad social.

b) Sustitución de cultivos ilícitos: Entendida como una estrategia integral de desarrollo agropecuario, la cual implica la adopción de una profunda reforma rural agraria, que permita la modernización del campo. Consideramos que el campo es el escenario primordial para sembrar la paz, que permita a su vez integrar sus dinámicas productivas con la ciudad y los mercados nacionales y externos. Para este objetivo, resulta necesario articular la estrategia de sustitución de cultivos ilícitos con la diversificación y consolidación de la producción agropecuaria integral en la perspectiva de configurar "mercados verdes" basados en la sustentabilidad ambiental y social.

Se propone a su vez la definición y conformación de zonas especiales productoras de paz entendidas como distritos agropecuarios y agroindustriales integrados por proyectos alternativos de desarrollo integral de carácter experimental, participativos e intensivos en la generación de empleo e ingresos. Estas zonas serían resultado de acuerdos parciales en el marco del proceso de diálogo y negociación con la insurgencia y la amplia participación de la sociedad civil.

c) Medio Ambiente y ordenamiento territorial: Protección, recuperación y defensa del medio natural y poblacional. En virtud a que los cultivos ilícitos (coca, amapola y marihuana), están en ecosistemas de gran biodiversidad, pero de alta fragilidad ambiental y amenazados por la expansión de la frontera agrícola, y las dinámicas poblacionales, se requiere diseñar e implementar una estrategia de reordenamiento ambiental del territorio, que contemple y determine los usos y aprovechamientos adecuados del suelo y de los recursos naturales. Que incluya entre otros aspectos la reforestación, recuperación de cuencas y el manejo adecuado del recurso hídrico.

d) Condonación de la Deuda Publica Externa: El Plan Alternativo para Colombia debe conducir a la cancelación de la enorme deuda social de la nación, lo cual implica avanzar y contribuir a la condonación de la deuda externa pública, para que esta manera se liberen recursos que deban ser invertidos para la superación de la pobreza, mejoramiento de la infraestructura social y ambiental, la educación, el empleo y la salud de la población mas afectada por el conflicto social y político.

e) Fomento de mercados interno y externo: Los cultivos y productos alternativos al narcotráfico , requieren un apoyo de la comunidad internacional que permita su fácil acceso a los mercados europeos y norteamericanos, en condiciones de favorabilidad (ampliación de cuotas, extensión de preferencias arancelarias) . Se debe definir y apoyar un portafolio mínimo de productos verdes mercadeables, que permita la explotación adecuada de la flora y la fauna de una manera sostenible. Promover nuevos acuerdos y compromisos con la comunidad internacional para que se otorguen preferencias arancelarias a nuestras exportaciones durante un periodo limitado, en aras de potenciar la capacidad productiva y exportadora de nuestras industrias.
f)El país necesita que el proceso de paz llegue a una solución pronta y definitiva, que termine con el desangre que nuestra sociedad padece por casi medio siglo. Los sectores dominantes que han concentrado la riqueza y han detentado el poder en Colombia deben entender que el actual sistema ha hecho crisis y que se impone como imperativo que se avance en la consolidación de acuerdos que permitan poner fin a la confrontación. Esa es una responsabilidad de los colombianos, que la comunidad internacional debe apoyar y respaldar, sólo si los actores causantes de nuestros problemas están dispuestos a aportar su propia cuota de esfuerzo y sacrificio.

Le damos la bienvenida a la ayuda y cooperación de la comunidad internacional, pero esta debe darse sobre la base de un consenso y apoyo de los colombianos, así como de todos los actores del conflicto. No queremos una vietnamización de nuestro país. Los orígenes del conflicto político van mas allá del narcotráfico y la existencia de la guerrilla. Para garantizar el manejo de la ayuda internacional proponemos crear una comisión de veeduría ciudadana que permita hacer un seguimiento al Plan Alternativo y a la ejecución de los recursos.

Por todo lo anterior apoyamos la convocatoria de una Conferencia Internacional con participación de la sociedad civil, el gobierno y los actores armados colombianos con el auspicio de la comunidad internacional que diseñe un nuevo proyecto que responda a las verdaderas necesidades del país y q ue permita de verdad superar nuestros actuales problemas.

Luis E Garzón
Presidente CUT

Julio Roberto Gómez E
Secretario General CGTD

Apecides Alvis Fernández
Presidente CTC

Bogotá, Colombia, junio del 2000

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