Declaration
from International Confederation of Free Trade Unions Trade Working Group,
Madrid, July 6, 2000
DECLARACION
DE MADRID
Este Encuentro Sindical Internacional celebrado en Madrid durante los
días 5 y 6 de Julio del 2000, organizado por CC.OO. y UGT, con
la colaboración de la Confederación Internacional de Organizaciones
Sindicales Libres (CIOSL) y su regional para las Américas (ORIT)
y la participación de las tres grandes organizaciones sindicales
colombianas (CUT, CTC, CGTD) y una amplia representación de organizaciones
sindicales europeas, norteamericanas y latinoamericanas, luego de dos
días de análisis y reflexiones, declara:
1. Valoramos la decisión
del gobierno colombiano y del movimiento guerrillero de las FARC y el
ELN, de buscar una salida negociada al conflicto armado interno que vive
el país y apoyamos los esfuerzos que se están haciendo en
este sentido.
2. El documento del Plan Colombia,
presentado por el gobierno colombiano a la reunión interministerial
de la Unión Europea, es complementario al presentado ante el gobierno
de los Estados Unidos de América, con un fuerte componente de ayuda
militar y en esa medida debe ser analizado y cuestionado. No se trata
de un Plan Colombia para la guerra el presentado ante el gobierno norteamericano
y un Plan Colombia para la paz presentado ante los gobiernos de la Unión
Europea, sino de un plan único y en esa medida consideramos que
los gobiernos europeos no pueden hacer caso omiso del componente de intensificación
de la guerra que conlleva el Plan Colombia en su conjunto.
3. El Plan Colombia tal como
está presentado agudizará aún más un conflicto
que ha sido caracterizado por violaciones graves y sistemáticas
de los derechos humanos y laborales fundamentales, incluyendo los asesinatos
se más de dos mil quinientos sindicalistas. El gobierno colombiano
debe tomar en serio y poner en practica las recomendaciones de la Misión
de la OIT y la conferencia de Ginebra del 2000, tanto en lo relacionado
con el trabajo de Relator especial para Colombia, como a propósito
del respeto a los derechos humanos de los miembros del movimiento sindical
y las libertades sindicales en Colombia.
4. No consideramos que sea
serio y coherente un programa de lucha contra los llamados cultivos ilícitos
sin una política de reforma agraria integral que redistribuya la
propiedad de la tierra y que sea concertado con los productores y que
dé apoyo a los campesinos productores de éstos en un proceso
de reconversión productiva hacia cultivos que tengan futuro económico
dentro del contexto internacional. Igualmente nos parece completamente
irracional seguir persistiendo en la política de fumigación
que ha mostrado hasta la saciedad su inutilidad. En Colombia, en un decenio
de fumigación el resultado ha sido el crecimiento exponencial del
área sembrada en coca, y la producción de daños en
el medio ambiente, en las fuentes de agua y el desplazamiento forzoso
de las familias campesinas colombianas.
5. Consideramos fundamental
la lucha internacional contra el narcotráfico, pero el principio
de corresponsabilidad debe ser llevado a los efectos prácticos.
Esto implica que los gobiernos con alto índice de consumidores
tienen la responsabilidad de adelantar programas serios y contundentes
para disminuir el consumo, los países que alojan los llamados 'paraísos
fiscales' deben adelantar acciones serias para combatir el lavado de dineros
de procedencia ilícita, los países productores de reactivos
químicos deben mejorar sustancialmente el control sobre el comercio
de estas sustancias. Solo a través de una acción coordinada
internacionalmente podemos avanzar de manera seria en la disminución
del narcotráfico como problema internacional.
6. Creemos que es absurda
la pretensión del gobierno colombiano de persistir tercamente en
llevar a la práctica la agenda acordada con el F.M.I., el Banco
Mundial y el BID, que incluye el ajuste fiscal y una reforma laboral verdaderamente
regresiva, así como las políticas de privatización
de las pocas empresas públicas rentables que quedan bajo control
estatal, sin una interlocución y concertación seria con
el movimiento sindical. Todo esto en un contexto de la más profunda
recesión económica y de conflicto interno armado en aumento,
convirtiéndose estas medidas en combustible para la guerra y no
en decisiones que ayuden a un proceso de paz nacional.
7. Como la actitud del movimiento
sindical colombiano e internacional es no solamente crítica sino
igualmente propositiva, apoyamos la realización de una Conferencia
Internacional, amplia y pluralista, e invitamos a los gobiernos que están
comprometidos en acompañar el proceso de paz en Colombia a apoyarla,
para rediseñar el llamado Plan Colombia y convertirlo en un verdadero
plan para la paz y nos comprometemos a participar en la misma, cumpliendo
el papel de interlocución social y sindical que hemos venido adelantando
para la re-definición de los objetivos y estrategias del la nueva
versión del Plan Colombia en función del desarrollo y la
paz. El movimiento sindical internacional igualmente estará presente
como parte de la comunidad internacional que apoya decididamente el proceso
de búsqueda de la paz de los colombianos.
Madrid, Julio 6 del 2000