Segundo
Informe presentado por los voceros de las FARC en la Mesa de Diálogos
al Comandante Manuel Marulanda Velez, 11 de julio del 2001
Camarada
Manuel Marulanda
Reciba de parte nuestra un fraternal y bolivariano saludo.
Atendiendo a su solicitud, le presentamos un informe con los últimos
hechos en el marco del proceso de paz, para ser presentado al Secretariado
del Estado Mayor Central y a los embajadores de los países que
facilitan la relación de la Mesa Nacional de Diálogo con
la comunidad internacional.
1. Intercambio Humanitario y entrega unilateral de prisioneros de guerra
Resaltamos como un hecho de suma importancia para el proceso de paz en
Colombia, el cumplimiento por las dos partes, Estado y FARC-EP, del Acuerdo
de Intercambio Humanitario de Prisioneros de Guerra enfermos -denominado
por algunos como canje-, que permitió la liberación de 55
miembros de las Fuerzas Armadas y Policía por 14 guerrilleros de
nuestra organización.
De la misma manera, sobresale, a pesar del silencio de la prensa nacional,
la decisión del Estado Mayor Central de las FARC-EP de entregar
unilateralmente, en medio de la guerra y del proceso de paz, a otros 304
soldados y policías con la presencia de 16 representantes de países
y Estados, delegados de organismos extranjeros, miles de colombianos venidos
de distintas regiones del país, pobladores de la zona y de periodistas
de medios de comunicación internacionales y nacionales.
Este acto generoso de las FARC, es continuación de múltiples
entregas unilaterales de prisioneros de guerra, entre los cuales destacamos
la liberación en Cartagena del Chairá de 60 soldados y 10
infantes de marina, en junio de 1997; los 69 soldados capturados en el
combate de Juradó, Chocó, que el año pasado fueron
entregados al párroco de la localidad; los 40 infantes de marina
prisioneros en la base Tokio en Valle del Cauca el 10 de marzo de 2001,
recibidos por periodistas; y los 22 soldados capturados en el combate
en la Base de Coreguaje, Putumayo, y dejados en libertad por decisión
del mando guerrillero de la operación el pasado 22 de junio, tal
como lo informaron los mismos soldados liberados.
Vemos conveniente, para el buen desarrollo futuro de los diálogos,
hacerle saber al Gobierno que las FARC-EP no pueden aceptar la campaña
internacional que éste adelanta en contra de ellas. A la presión
que ejerce sobre los gobiernos de los países donde adelantamos
actividades políticas y diplomáticas, con la idea de impedir
nuestro trabajo político de difusión de las propuestas del
proceso de paz, ahora hay que agregar que para el acto de entrega unilateral
de los 304 prisioneros de guerra, el gobierno obstaculizó la asistencia
de invitados nuestros por lo que muchos no pudieron llegar a tiempo y
otros ni siquiera lograron la autorización para entrar al país.
Resalta también la actitud desafiante del Presidente Pastrana cuando
en su discurso en Tolemaida, al momento de recibir los soldados y policías
liberados por decisión unilateral de las FARC-EP, plantea que aquello
que no se logre en la Mesa de Diálogos será logrado por
otros medios. Lo mismo cuando se refirió a los prisioneros de guerra
como "secuestrados", cuando la opinión mundial conoce
que todos fueron rendidos en diferentes combates, en el transcurso de
cuatro años, por los guerrilleros, y a los que se les dio el trato
humanitario acorde con nuestras normas.
Lo que no dicen los actuales gobernantes es que si alguien en Colombia
tiene como política la tortura y el maltrato contra los prisioneros
es el Estado. Millares de compatriotas han tenido que padecer éstos
vejámenes entre los que se encuentra nuestro Comandante en Jefe,
Manuel Marulanda, detenido por la policía rural, a comienzos de
los años 50, en el Alto Cumaral, Valle del Cauca, amarrado al cuello
y conducido en estas condiciones hasta la población de Génova,
Quindío, donde fue torturado.
Igual de notorio es el descaro de los dueños y directores de los
grandes medios de comunicación nacionales que, a pesar de un amplio
despliegue de periodistas, cámaras y otros sofisticados equipos
que trasladaron a La Macarena, optaron finalmente por ocultarle al país
el acto de entrega unilateral más importante de toda la historia
de este conflicto.
Las FARC-EP deben exigir al gobierno y a los grandes medios de comunicación
del país, que cambien el trato de secuestradores con el que se
refieren a nosotros, lo cual se hizo más evidente en los días
previos, durante y después de la liberación de los soldados
y policías. La utilización del concepto de "secuestrados"
para referirse a los prisioneros de guerra es otro de los tantos mecanismos
creados por el Estado colombiano para no aplicar el Derecho Internacional
Humanitario al que está obligado por los tratados internacionales
suscritos.
2. Ley de canje
El intercambio de prisioneros de guerra enfermos es un logro de quienes
creemos en la solución política sobre las fuerzas retardatarias
del Establecimiento que, esgrimiendo razones jurídicas, se oponían
a su materialización.
Nuestra lucha por acordar con el Estado colombiano una Ley de Canje Permanente
debe continuar hasta lograr, por esa vía, la libertad definitiva
de la totalidad de combatientes de ambas partes.
3. El "Acuerdo de los Pozos" y la erradicación manual
de cultivos frente a la continuación de las fumigaciones
Las fumigaciones, acompañadas de represión y violencia contra
los campesinos, siguen perjudicando la salud de los pobladores y sus bienes
agrícolas y ganaderos. Ello contradice el "Acuerdo de los
Pozos", que plantea una solución diferente: la sustitución
manual, previo acuerdo con las comunidades sobre planes de desarrollo
social. El medio ambiente de la Amazonia donde confluyen intereses de
varios Estados como Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela y
Colombia, como resultado de las fumigaciones, también se deteriora
cada vez más.
La fumigación como método equivocado de combate al narcotráfico,
que comenzó en los departamentos de Putumayo y Caquetá,
se ha extendido al Cauca y Nariño. Últimamente se fumiga
en Norte de Santander, Bolívar, Vichada, Guaviare, Guajira y Cesar,
entre otros.
Hay que destacar la actitud de los gobiernos y parlamentos de Europa al
rechazar el componente militar del Plan Colombia. Sin embargo, sería
conveniente que los países europeos permanezcan atentos para que
los millones de dólares destinados por sus gobiernos hacia planes
sociales no sean incluidos como parte del componente social del Plan Colombia,
y resulten respaldando la solución militar del problema de los
cultivos ilícitos, cuyo origen es de orden socioeconómico.
4. El paramilitarismo y la necesidad de depurar a las Fuerzas Armadas
El paramilitarismo continúa su carrera de muerte y desolación,
sin que el Estado lo ataque efectivamente y menos aún, depure las
fuerzas militares de los mandos que lo impulsan y protegen. Es el caso
de la carta dirigida por miembros de la banda La Terraza al Presidente
de la República, el Procurador y el Fiscal, donde con nombres propios
denuncian a altos mandos del Ejército y la Policía de sus
vínculos con los paramilitares. Hasta la fecha ninguna autoridad
el Estado se ha pronunciado al respecto; mientras tanto, la totalidad
de los firmantes de la carta han caído asesinados.
Nadie entiende cómo nunca hay enfrentamientos de las Fuerzas Militares
y de Policía contra los paramiliatres, y por el contrario se les
ve actuando de manera conjunta como acaba de suceder en Peque, Antioquia,
donde unidades de la 11 Brigada y grupos paramilitares fueron trasladados
en helicópteros desde el municipio de Tierra Alta, Córdoba,
en una operación coordinada por las Brigadas 11 y 4a.del ejército
con el fin de expulsar a los pobladores de la cabecera municipal y de
sus fincas para expropiarles las tierras y robarles el ganado. Tales hechos
se confirman con los combates sostenidos por unidades del Bloque José
María Córdoba de las FARC-EP, contra este grupo mixto de
militares y paramilitares. Allí murieron 18 paramilitares, se rescataron
cerca de 700 cabezas de ganado que fueron devueltas a sus propietarios.
Además se recuperaron 13 fusiles, una ametralladora, 2 morteros
y 200 equipos de campaña.
5. Temas que adelanta la Mesa Nacional de Diálogo
A. El cese al fuego y hostilidades
La Mesa Nacional de Diálogo continúa la discusión
del Cese de Fuegos; sin embargo, hay un nuevo elemento que se debe tener
en cuenta: la filtración a periodistas por parte de alguien del
Gobierno del documento nuestro del Cese de Fuegos, violando el acuerdo
de la Mesa de mantenerlo en secreto, por lo que los voceros de las FARC-EP
consideramos que esto amerita, no sólo un reclamo, sino su difusión
para darlo a conocer a la opinión.
De otra parte, está claro que avanzar en el tema del Cese de Fuegos
y de Hostilidades, en medio del accionar impune del paramilitarismo estatal
contra el pueblo y sus organizaciones es imposible. Tampoco se entiende
cómo en medio de esta barbarie paramilitar, se le exije a las FARC-EP
un cese al fuego y de hostilidades.
B. El desempleo
Los colombianos que se hicieron presentes de forma masiva en las Audiencias
Públicas exigen a la Mesa Nacional de Diálogo que ésta
se ocupe de discutir y llegue a acuerdos sobre el tema del desempleo.
De acuerdo con lo anterior, se hacen necesarias reuniones de la Mesa con
distintos sectores de empresarios y trabajadores que nos permitan llegar
acuerdos concretos sobre cómo generar empleos en las distintas
ramas de la producción. El Gobierno aún no se ha pronunciado
oficialmente acerca de la propuesta de las FARC-EP para crear un subsidio
temporal de desempleo, mientras arrojan resultados los posibles acuerdos
de la Mesa en este tema.
Por fin la semana pasada se logró convencer a los negociadores
del Gobierno de un nuevo calendario de Audiencias Públicas y Mesas
Redondas. Estas se reinician el 28 de julio sobre el tema Distribución
del Ingreso y Desarrollo Social.
La contradicción del Gobierno del Presidente Pastrana en materia
de paz es más clara ahora para el conjunto de los trabajadores
colombianos, pues mientras por un lado habla de paz, por el otro, legisla
en contra de ella, como se deduce de las leyes de reforma fiscal, de transferencia,
laboral y para la guerra presentadas por el Gobierno y recientemente aprobadas
por el Congreso, previo soborno de algunos parlamentarios para obtener
los votos suficientes.
Atentamente,
Raúl Reyes
Joaquín Gómez
Carlos Antonio Lozada
Andrés París
Simón Trinidad
Voceros de las FARC-EP en la Mesa Nacional de Diálogo
Montañas de Colombia, julio 11 de 2001
As of August 7 ,
2001, this document was also available online at http://www.farc-ep.org/Mesa/segundacarta.html