Reflexiones
del Partido Comunista Colombiano Sobre Plan Colombia, October 13, 2000
Reflexiones
del Partido Comunista Colombiano Sobre Plan Colombia
Bogotá D.C.
13 de Octubre de 2000
EL PLAN COLOMBIA: AMENAZA
PARA AMERICA LATINA
La aprobación por el
Congreso de Estados Unidos del 'Plan Colombia" abre las puertas a
una nueva situación en Colombia y en América Latina. El
Estado norteamericano ha decidido una forma de intervención semiencubierta,
con la complicidad del gobierno del Presidente Andrés Pastrana,
de los altos mandos militares y de los sectores mas retardatarios del
país. Los objetivos del Plan Colombia son: Liquidar el movimiento
revolucionario mediante una fuerte ofensiva militar con asesoría,
apoyo tecnológico y dirección estratégica de los
Estados Unidos, como principal medio de sortear la crisis política,
económica, social y cultural de la sociedad y abrir incondicionalmente
la economía a la inversión extranjera dentro de las lineas
del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Las consecuencias del Plan
Colombia son evidentes: implica las fumigaciones indiscriminadas con sustancias
químicas y biológicas que afectan la salud humana, los cultivos
alimentarios y la ecología; el desplazamiento forzado y masivo
de campesinos en condición de refugiados internos sin que exista
una reforma agraria integral adecuada para su asentamiento en otras regiones
del país, el escalamiento de la guerra y la acción de tres
batallones élite con medios aéreos y sistemas de detección
electrónica y satelital para exterminar a las organizaciones guerrilleras,
en el mismo momento en que en Colombia se adelantan procesos de paz con
esas organizaciones.
La presión de Estados
Unidos y la propaganda sobre el Plan Colombia intentan mostrarlo como
un plan social. En realidad, es un plan de guerra que afecta a Colombia
y compromete a países de la región Andina Hace parte por
lo tanto de un proyecto de mayor escala, de reordenamiento económico
y político en un área crucial de América Latina La
pretensión del gobierno norteamericano y del gobierno de Pastrana
para obtener apoyo europeo y de otros países a este Plan ha encontrado
el rechazo de organizaciones sociales, sindicales, políticas, humanitarias
e incluso de gobiernos que manifiestan su preocupación por las
consecuencias que tendrá
El Partido Comunista Colombiano
ha señalado que los narcóticos representan un gran negocio
capitalista y transnacional contra el cual luchan las fuerzas del progreso
En lo inmediato, el movimiento democrático y revolucionario plantea
exigir al Estado la suspensión de la erradicación mediante
aspersión química o biológica; reclama distinguir
entre cultivos ilícitos empresariales y cultivos campesinos de
subsistencia; exige la erradicación no contaminante de los grandes
cultivos y la sustitución gradual, manual y voluntaria de los pequeños
y medianos; propone descrimínalizar a los pequeños productores
e indígenas; y separar con claridad conflicto armado y estrategia
antinarcóticos.
Todo lo anterior plantea la
necesidad de decretar la moratoria en el uso del nuevo material de guerra
y de los medios aéreos aportados por Estados Unidos dentro de su
propósito de fortalecer y reestructurar el ejército colombiano
para una fase de conflicto de baja intensidad. Además, ante el
fracaso de la estrategia antinarcóticos prohibicionista, propiciada
por Washington, se debe proseguir el debate para reformular integralmente
esa política, tal como lo señaló el IX Foro de los
Derechos Humanos recientemente reunido en Colombia. Así mismo es
necesario fortalecer el proceso de paz con la participación nacional
e internacional en el debate antinarcóticos, de lo que fue un paso
importante la Audiencia Internacional en el Caguán. Igualmente
la realización de este Encuentro Internacional en San José
de Costa Rica.
La solidaridad democrática
y antiimperialista puede expresarse bajo las mas diversas formas: en la
denuncia de los propósitos intervencionistas del Plan Colombia,
el rechazo a toda connivencia con las acciones militares colectivas contra
Colombia bajo cualquier pretexto y la defensa del derecho a la autodeterminación
soberana del pueblo colombiano y de todos los pueblos de América
Latina, para resolver los asuntos que sólo son de su incumbencia.
Bogotá, 13 de octubre
de 2000