Paz
Colombia: Declaration of coordinating organizations, October 18, 2000
ENCUENTRO
INTERNACIONAL POR LA PAZ, LOS DERECHOS HUMANOS Y EL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO EN COLOMBIA
16, 17 Y 18 de Octubre, 2000
Las organizaciones que convergen
en Paz Colombia
Teniendo presentes las normas
y principios estatuidos por los distintos instrumentos de derechos humanos
y del derecho internacional humanitario y conscientes de las graves implicaciones
del plan Colombia en la crisis de derechos humanos y en el escalamiento
de la guerra; las organizaciones sociales, de derechos humanos, ambientales,
de desarrollo y los movimientos por la paz que convergemos en PAZ COLOMBIA,
como espacio legitimo y autónomo.
Profundamente preocupadas
por las sistemáticas y reiteradas violaciones de derechos humanos
que ocurren en el país, las infracciones al D.I.H. que cometen
todos los actores del conflicto armado y el insuficiente acatamiento del
gobierno colombiano de las recomendaciones internacionales en materia
de derechos humanos
Reafirmamos nuestro compromiso
con la búsqueda de una solución política negociada
al conflicto armado, basada en la plena vigencia y respeto de los derechos
económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, ambientales,
que nos lleven a la construcción de un paz duradera con justicia
social.
La construcción de
la paz compete no solo a los actores armados sino a toda la sociedad,
por tanto PAZ COLOMBIA expresa la voluntad de que la sociedad civil continúe
fortaleciendo los espacios para la participación, la consulta,
la deliberación y el compromiso en las decisiones.
Ratificamos nuestro rechazo
a toda estrategia militarista como salida al conflicto, que como el llamado
PLAN COLOMBIA, solo significa un agravamiento de la dramática situación
de derechos humanos y de derecho internacional humanitario.
Reafirmando que el Plan Colombia
significa además el escalamiento del conflicto con repercusiones
en la región andina, la destrucción de los ecosistemas de
alta montaña y en la región amazónica producto de
la fumigación y el incremento del desplazamiento y de la pobreza
de miles de campesinos.
Reiteramos nuestra firme decisión
de no recibir recursos que provengan del plan Colombia.
Instamos al Estado colombiano
a tomar las medidas inmediatas y efectivas que garanticen el desmantelamiento
de los grupos paramilitares y la desvinculación de los agentes
de la Fuerza Pública que apoyan estos grupos, en acciones encubiertas
y graves violaciones a los derechos humanos.
Así mismo, a capturarlos
y ponerlos a disposición de los tribunales de justicia ordinaria
independiente del rango que ostenten. A tomar medidas efectivas de protección
a la población civil, no utilizar la naturaleza como instrumento
de guerra y hacer efectivas las recomendaciones internacionales y de los
órganos de las naciones unidas y de la OEA en derechos humanos
Llamamos al gobierno colombiano
y a los grupos insurgentes, a pactar una acuerdo humanitario concertado
con la sociedad civil, que definan mecanismos de verificación eficaces.
Exigimos el inmediato e impostergable
cese de los ataques a la población civil por parte de todos los
actores del conflicto armado y el respeto de las garantías para
la acción humanitaria de los organismos nacionales e internacionales.
Exigimos al Estado Colombiano
y a los grupos insurgentes, el respeto a la autonomía, integridad
y territorio de los pueblos indígenas y las comunidades afrocolombianas
y de las distintas formas organizativas de las comunidades en las zonas
de conflicto.
Pedimos al gobierno atender
con urgencia la grave crisis humanitaria que acarrea el desplazamiento
forzado de personas. Debe prevenir eficazmente sus causas y generar mecanismos
de protección y atención a los millones de desplazados y
garantizar su retorno en condiciones dignas y de seguridad. Así
mismo, tender puentes con los países vecinos y con las ACNUR para
garantizar la plena vigencia del derecho internacional de los refugiados.
Exhortamos a que la cooperación
internacional para la paz se desarrolle a partir de criterios de construcción
democrática, que posibiliten la solución negociada del conflicto
armado, la plena participación y decisión de la sociedad
colombiana en los diferentes procesos y la plena vigencia de los derechos
humanos entendidos integralmente.
Reiteramos que en la base
del conflicto armado, y desde sus orígenes hay una situación
de inequidad, exclusión social y por lo tanto de conflictividad
no resuelta. Además nos encontramos en una profunda crisis económica
y social que se expresa en la pobreza creciente y en las altas tasas de
desempleo.
Advertimos que las políticas
neoliberales no han hecho más que agravarla. Consideramos indispensable
una profunda reforma que permita recuperar seriamente las posibilidades
de desarrollo económica, a la vez que elimine las graves iniquidades
sociales y todo tipo de exclusión.
Invitamos al gobierno y a
la comunidad internacional a orientar las inversiones para la paz en proyecto
de sustentabilidad social, cultural, económica y ecológica,
que en acuerdo con las comunidades del campo o la ciudad permitan la reconstrucción
de nuestro país en función de los retos ambientales del
presente y el futuro y en aras a que los colombianos tengamos una vida
digna.
Agradecemos profundamente
al gobierno y al pueblo de Costa Rica por su hospitalidad, a los gobiernos
participantes, al IIDH y la Universidad de la Paz, y a las organizaciones
internacionales por haber atendido nuestra invitación a participar
en este Encuentro y a la insurgencia representada en este evento por el
ELN y lamentamos las dificultades que impidieron la presencia física
de las FARC-EP.
Este Encuentro es un paso
más en el compromiso irrenunciable de la sociedad colombiana por
construir una paz justa, democrática, duradera y sostenible.
San José, Costa Rica,
Octubre 18 de 2000