Colombia
comenzará a eliminar coca en la región del Putumayo, Brad
Hittle, jefe de la División de Apoyo a Países Fuente de
Drogas, Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, 1 de
noviembre de 2000
Colombia
comenzará a eliminar coca en la región del Putumayo, Brad
Hittle, jefe de la División de Apoyo a Países Fuente de Drogas,
Oficina de Política Nacional de Control de Drogas
Colombia iniciará
en diciembre un programa para erradicar las plantaciones de coca en la
región del Putumayo, que está dominada por la guerrilla,
dijo Brad Hittle, jefe de filial de apoyo a país fuente de drogas
en la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, dependiente
de la Casa Blanca. Al hablar el 1º de noviembre en un foro sobre
la situación en Colombia, patrocinado por la Facultad de Estudios
Internacionales Avanzados Paul Nitze de la Universidad Johns Hopkins,
dijo que se espera que las fuerzas antigubernamentales ofrezcan resistencia
al esfuerzo de erradicación en la región del Putumayo.
La erradicación
la apoyarán tres batallones antidrogas colombianos, uno de los
cuales ya ha sido "completamente entrenado", y otros dos que
deberán ya haber sido entrenados por asesores de Estados Unidos
en el momento en que comience el programa. El entrenamiento de esas unidades
colombianas consiste en un fundamento de tácticas militares básicas
e instrucción sobre respeto a los derechos humanos.
Estados Unidos, subrayó
Hittle, solamente financiará la ayuda militar de aquellas unidades
colombianas que no hayan sido objeto de "acusaciones creíbles
de importantes violaciones de los derechos humanos". Esta restricción
refleja tanto la política de la Administración Clinton como
la legislación de Estados Unidos y la embajada de Estados Unidos
en Bogotá observará "cuidadosamente" las denuncias
de violaciones de los derechos humanos.
Si surgen acusaciones
creíbles se las investigará, y el financiamiento será
retenido mientras la investigación determine si ha habido culpabilidad.
"Por lo tanto, es una norma bastante estricta para la protección
de los derechos humanos", dijo Hittle.
Sugirió que
una de las medidas del éxito del Plan Colombia, la amplia estrategia
colombiana para reestablecer el imperio de la ley, será el grado
en que triunfen los esfuerzos de erradicación de la coca.
"Podemos medir
eso con medios técnicos y con la ayuda del gobierno de Colombia",
dijo Hittle. Para la fumigación de la coca se utiliza un herbicida
muy efectivo llamado glifosato, del que dijo que también se usa
en Estados Unidos y Colombia para el control de malezas. Este herbicida
no afecta al suelo, pero paradójicamente, los agricultores pueden
regresar dos semanas después de la fumigación y comenzar
otra vez a cultivar coca.
"Sabremos si
el plan da resultado si vemos que la fumigación tiene éxito
y también que no haya nuevo cultivo, o que éste sea limitado",
dijo Hittle. Agregó que en Bolivia y Perú, por ejemplo,
ocurrió que para los campesinos dejó de tener incentivo
regresar al negocio de la coca porque no podían estar seguros de
poder sacar su producto al mercado.
"El precio de
la coca bajó a tal punto, especialmente en Bolivia, que, luego
de la fumigación, los agricultores en general no volvieron a plantar
coca. En su lugar, plantaron otra clase de cultivos", dijo Hittle.
"Esa es la misma clase de oportunidad que el Plan Colombia se propone
darles a los pequeños agricultores en las regiones de Colombia
donde crece la coca". Advirtió que este enfoque involucra
peligros, porque las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC),
el grupo guerrillero de izquierda en rebelión contra el gobierno,
ya ha anunciado que aquellos agricultores que cooperen con el Gobierno
colombiano en el desarrollo de cultivos alternativos serán objetivo
de violencia.
"Por ello se
requiere una buena dosis de valor, además de alguna seguridad que
ofrezca el Gobierno colombiano en el área, para que un agricultor
esté dispuesto a firmar y participar" en el programa. Subrayó
que el problema del consumo de cocaína no solamente afecta a Estados
Unidos y Colombia. Dijo que mientras Estados Unidos probablemente es el
principal consumidor de cocaína, de 200 a 300 toneladas por año,
Europa y América Latina también consumen alrededor de 150
toneladas de la droga al año.
"El consumo
de cocaína es un verdadero problema ahí donde no solía
existir, como en Buenos Aires, Sao Paulo, Ciudad de México y Caracas,
mientras que el consumo de cocaína en Europa es mayor que nunca
antes. Esas tendencias, infortunadamente, siguen creciendo. Si se quiere
una predicción amarga, Europa se encamina a la misma tasa de consumo
de cocaína a la cual Estados Unidos se encaminaba hace unos 20
años".
Como aspecto positivo,
Hittle dijo que Estados Unidos "ha hecho un trabajo razonablemente
bueno" en reducir la demanda nacional de cocaína, con la cifra
de usuarios declinando por casi un tercio en el trascurso de las últimas
décadas.
"De modo que
la reducción de la demanda va bien. El problema es que el resto
del mundo no lo va igual de bien en esa categoría". Mientras
que Estados Unidos y los países andinos han realizado "una
tarea razonablemente buena para reducir el potencial de producción
de coca en Perú y Bolivia (en un 66% en Perú y 53% en Bolivia
a partir de 1995) no nos está yendo nada bien con la ayuda a Colombia
para controlar su producción de coca".
Estimó que
en general, la producción mundial de cocaína bajó
alrededor del 18% a partir de 1995. Pero de continuar las tendencias en
Colombia (con un aumento del 140% en ese mismo período) "probablemente
tendremos para fines de este año o ciertamente para el año
próximo un aumento neto en relación con 1995. Esa es la
preocupación, la causa por la cual Estados Unidos colabora tan
estrechamente con Colombia en el frente de las drogas".
Washington, D.C.
1º de noviembre de 2000
As of May 17, 2001,
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