Comunicado
del Gobierno Nacional a las FARC-EP, 8 de marzo de 1999
Comunicado del Gobierno
Nacional a las FARC-EP
Santafé de
Bogotá, 8 de marzo de 1999
Por instrucciones
del señor Presidente de la República, el Alto Comisionado
para la Paz, Víctor G. Ricardo, se reunió con el señor
Raúl Reyes, vocero de las FARC durante los días seis y siete
de marzo, con el fin de transmitir algunos puntos de vista gubernamental
con relación al estado actual del proceso de paz que se adelanta
con este movimiento.
Al respecto el Alto
Comisionado manifestó en concordancia con las instrucciones del
señor Presidente al vocero de las FARC los siguientes aspectos:
1. El Gobierno reiteró
la necesidad de respetar integralmente a las autoridades locales en la
zona de distensión, tal como fue acordado.
2. El Gobierno manifestó
su desacuerdo por la actitud asumida en contra de la presencia de la Fiscal
en San Vicente del Caguán y la urgencia de su retorno.
3. El Gobierno expresó
su preocupación por la presencia de miembros armados de las FARC-EP
en el casco urbano de los municipios de la zona de distensión y
reiteró la necesidad de cumplir los acuerdos que precedieron a
la decisión gubernamental de habilitar dicha zona para llevar adelante
los diálogos entre las partes, para lo cual fue establecida una
Policía Cívica Especial.
4. El Gobierno enfatizó
sobre la necesidad de avanzar objetiva y realmente en el respeto integral
a los Derechos Humanos con el fin de excluir a la población civil
del conflicto armado.
5. El Gobierno solicitó
el pleno esclarecimiento de los hechos vinculados al brutal asesinato
de Terence Freitas, Laheenae Gay e Ingrid Washinawatok, acto que el Gobierno
rechaza enfáticamente.
Así mismo
transmitió que sobre estos puntos es necesario hacer una evaluación
a más tardar el próximo siete de abril.
El Gobierno Nacional
reitera una vez más su propósito de encontrar una solución
política al conflicto interno, en el marco del respeto a la Constitución
y la Ley, y confía también en que la insurgencia exprese
de manera clara su real voluntad de paz continuando con la mesa de diálogo
que conduzca a la negociación política de la agenda que
se defina de acuerdo con la ya presentada por las partes y de esta manera
construir las bases que sirvan para poner fin al conflicto armado.