Carta
de Manuel Marulanda de las FARC, 10 de mayo de 1999
Señor:
Victor G. Ricardo
Alto Comisionado para la Paz
La presente tiene
como finalidad saludarlo cordialmente deseandole buena salud y a la vez
responderle la suya fechada el 7 de mayo.
La propuesta del
Sennor Presidente, por su intermedio a las FARC-EP, sobre "-Un acuerdo
de reglas del juego en la zona de distension-" para garantizar los
dialogos y negociacion sobre la politica de paz y problematica nacional,
es un planteamiento que con razon o sin ella, condiciona la buena voluntad
expresada en el documento firmado el 2 de mayo entre el Presidente de
la Republica y Manuel Marulanda Velez, en Caquetania (Caqueta), para encontrarle
una salida politica al conflicto social y armado del Estado contra la
insurgencia en su lucha por los cambios.
A lo anterior le
agregamos el comunicado oficial del Secretariado para su respectivo analisis,
sobre las conveniencias e inconveniencias en el mantenimiento del despeje
de los cinco municipios para el manejo de la politica de paz con la insurgencia
de las FARC-EP.
Al estudiar y analizar
lo planteado por ustedes en el documento, encontramos en casi todos los
puntos las dificultades y exigencias que creiamos haber superado. Estas
son hoy motivo de condicionamiento por parte del gobierno para poder mantener
el despeje. Por ejemplo: el respeto a la ciudadania de acuerdo a la constitucion
y las leyes, como si estuviera siendo atropellada por nosotros; el reconocimiento
del alcalde como unica autoridad municipal, aparece como si lo estuvieramos
desconociendo; la policia civica, hoy con otro nombre puesto unilateralmente
tampoco ha sido desconocida, porque fue parte del acuerdo; los concejales
tampoco han sido desconocidos; los jueces y fiscales instalarian sus oficinas
en otros municipios para efecto de cumplir con sus funciones; el control
de cultivos ilicitos y movimientos de narcotraficante, no es de nuestra
competencia pero si mantenemos la propuesta, a los tres poderes, de despejar
Cartagena del Chaira para poner en marcha el plan piloto de erradicacion
de cultivos ilicitos.
En cambio, si es
de nuestra competencia, mantener unidades armadas en cada municipio para
garantizar la seguridad de los emisarios del gobierno y los de las FARC-EP;
distinto es que los enemigos de la paz, como algunas unidades militares
disfrazados de paramilitares y civiles reaccionarios, nos hagan inteligencia,
provocaciones, planifiquen ataques, realicen bloqueos economicos a los
municipios de la Uribe y Mesetas, y nosotros nos tengamos que cruzar de
brazos, como quieren que ocurra en San Vicente.
Con relacion al punto
13, estamos hasta ahora terminando dialogos y listos para iniciar negociaciones.
En el entendido que hay confrontacion en el resto del territorio nacional,
y mientras no se llegue a acuerdos de paz, no cesaran las confrontaciones
entre las partes.
Las unidades guerrilleras
tienen que ser relevadas con unidades de diferentes frentes y por ello,
tienen que producirse desplazamientos dentro y fuera del area del despeje.
Los entrenamientos militares son cotidianos en las FARC-EP; los ingresos
de jovenes son voluntarios y no forzados, seguramente, lo anterior molesta
a los enemigos de la paz porque no han logrado entender que este proceso
es distinto a los anterior es donde la insurgencia pactaba sin condiciones
con el gobierno, se sometia a las leyes vigentes, y pedia a traves de
la amnistias el perdon y olvido. Ahora se trata de transformar el Estado
en todas sus estructuras mediante acuerdos y negociacion lo cual requiere
perseverancia, tiempo y paciencia.
Sin mas,
Cordialmente,
Manuel Marulanda Velez.
Mayo 10 de 1999