Publicada el 24 de abril de 2008
El Diario de Hoy de El Salvador
Irene Manterola
Los indicadores empleados
por el gobierno para medir el acceso al agua potable y saneamiento
no son los más adecuados, según el Centro para
la Defensa del Consumidor (CDC)
El estudio pone en duda el criterio del gobierno
para evaluar ya que incluye los pozos como fuentes de acceso
a agua sin tomar en cuenta las condiciones de calidad, control
y vigilancia de los mismos.
Los indicadores empleados por el gobierno para medir el acceso
al agua potable y saneamiento no son los más adecuados.
Este argumento es sostenido por el Centro para la Defensa
del Consumidor (CDC) en el estudio "¿Realidad
o espejismo? Avances en el cumplimiento de las metas del milenio
en agua y saneamiento en El Salvador al 2007", que ha
sido apoyado por Ayuda en Acción.
Según Ana Ella Gómez, Gerente de Investigaciones
del CDC, el estudio tiene como propósito "medir
el avance en el cumplimiento de este compromiso gubernamental
en relación a reducir a la mitad la población
que no tiene acceso a agua potable y saneamiento". Se
refiere al compromiso adquirido por El Salvador en la Cumbre
del Milenio de 2001 para alcanzar los Objetivos del Milenio
-y sus metas 10 y 11- propuestos por Naciones Unidas.
El estudio pone en duda el criterio del gobierno para evaluar
este avance, ya que incluye los pozos como fuente acceso a
agua sin tener en cuenta las condiciones de calidad, control
y vigilancia de los mismos.
Atendiendo a datos del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), el acceso al agua potable caería
del 85.5 al 59.6 por ciento al aplicar el criterio de que
"fuente mejorada" tiene en cuenta los hogares con
conexión domiciliar a cañería, dentro
o fuera de la vivienda, pero dentro del terreno de la misma.
En este sentido, la investigación pone en duda los
datos emitidos por el gobierno salvadoreño porque incluyen
"cañería del vecino, pila o chorro público,
pozo privado o colectivo", entre otros.
Aún tomando en cuenta las diferencias entre zona rural
y urbana, los porcentajes también bajarían.
En áreas urbanas bajaría del 93.5 al 74.7 por
ciento y, en las rurales, del 71.7 al 33.7 por ciento.
Gómez se refirió, además, a otros aspectos
que deberían contemplarse al hablar de acceso a agua
potable y segura. Para argumentar esto, el estudio se apoya
en otro publicado en 2007 por el Centro de Investigación
de la Opinión Pública (CIOPS).
"Estos criterios deberían incluir indicadores
de calidad del suministro. Es una problemática muy
frecuente en el país, en el sentido que hay poblaciones
importantes que reciben un servicio irregular o permanecen
con desabastecimientos prolongados", agregó.
El informe recupera un dato del Banco Mundial que refleja
que la inversión destinada en los últimos años
por la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados
(ANDA) fue de 19 millones de dólares, aunque lo idóneo
serían 70 millones y cuestiona, por tanto, que El Salvador
pueda lograr la meta de los ODM relativa a reducir a la mitad
la población sin acceso a agua potable.
Recomienda al gobierno aumentar la inversión destinada
a este rubro, que según reza, debería llegar
al uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Otras solicitudes del CDC tienen que ver con la toma de medidas
que tienen que ver "no sólo con acceso al agua
segura sino también a la calidad de vida de la población.
Para ello se tienen que definir criterio claros, objetivos
y responsables que muestren la realidad del país",
concluyó Ana Ella Gómez.
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