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La Prensa laprensa.com.ni
20 de Octubre de 2006
Wilder Pérez R.
nacionales@laprensa.com.ni
El tráfico de madera continúa
en la Región Autónoma del Atlántico Norte,
a pesar de las leyes aprobadas para proteger los bosques,
los madereros van ganando la batalla. (LA PRENSA/ ARCHIVO
)
El tráfico de madera continúa en la Región
Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) de Nicaragua
a pesar de la nueva Ley de Veda Forestal.
Una investigación realizada por el Centro Humboldt
en el puesto de control de Siuna, reveló que la actividad
maderera en la zona no sólo continuó después
de la veda forestal, sino que además aumentó
bajo la prohibición.
Según Donald Morales, oficial de incidencia del tema
bosques, del Centro Humboldt, el tráfico de madera
“legal” aumentó en un 50 por ciento en
la RAAN.
Sus datos demuestran que de enero a mayo, antes del decreto
presidencial de Estado de Emergencia Económica en las
zonas boscosas del país, circulaban mil 100 metros
cúbicos de madera mensuales como promedio en la zona.
Posterior al decreto y tras la entrada en vigencia de la
nueva Ley de Veda Forestal, hasta septiembre, la cantidad
de madera circulando subió a mil 800 metros cúbicos
en la misma zona.
Pero el descubrimiento más grave fue el tipo de madera
que se comercializa. Un poco menos del diez por ciento del
tráfico es de caoba, que en teoría está
vedada en Nicaragua.
Morales dijo que incluso esta muestra es pequeña,
porque no incluye las áreas de los pinares ni las zonas
donde se saca otro tipo de madera, como la ceiba o el pochote,
por lo que la situación podría ser mucho más
grave.
SIEMPRE LAs GUÍAS
Otra sorpresa en tiempo de veda fue encontrar guías
forestales sin registros.
Las guías en blanco entregadas a los regentes forestales
para que éstos las llenaran en base a las necesidades
de sus clientes madereros, han sido mencionadas como una de
las principales armas que destruyen los bosques.
Durante el estado de emergencia, el Instituto Nacional Forestal
(Inafor) incluso llegó a decir que tomaría cartas
en el asunto, pero en la práctica el Centro Humboldt
encontró lo contrario.
Las guías forestales sin ser marcadas, permiten su
reutilización o la “falsificación”
de la madera. En otros países se habla incluso de tráfico
de drogas aprovechando este tipo de debilidades.
A pesar de eso, el Inafor informó a LA PRENSA que
los regentes que utilizaron las guías forestales para
defraudar al Estado, ya fueron castigados, y se tomaron todas
las medidas para que las irregularidades no se repitan.
El Centro Humboldt dice que la única salida es hacer
respetar las leyes forestales.
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